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Punta Mágica, Irlanda.

Lauren escucho unas llantas derrapandose, poco después unas pisadas que corrían acercándose a ella.

-"Ohh Lauren, estas bien? Que paso?" Decía una preocupada Allyson, quien se agachó hasta su altura para ver su estado, pero su preocupación creció más al ver el gesto de dolor en la cara de la ojiverde.

Peyton quién acompañaba a la Alpha del Clan, se sorprendió al ver al lobo que yacía muerto en el suelo, pero sabía que faltaba alguien.

Así que se acercó a la ojiverde y preguntó su inquietud.

-"Camila, donde está Camila?" Exigió una respuesta, pero al ver la mirada de advertencia de su Alpha decidió calmarse.

Allyson ayudó a parar a la mujer embarazada.

-"Ally, Camila hay que ayudarla. Se fue por allá" Mencionó con gran dificultad debido al dolor.

La Alpha asintió pero en cambio la ayudó a caminar hacia el auto en el que llegaron.

-"Peyton, ve en busca de Camila, yo la llevaré con Taría, no tenemos mucho tiempo" Ordenó, la beta asintió tomando su forma lobuna y encaminandose al bosque, mientras que Ally seguía ayudando a la pálida mujer.

Cuando vio el pequeño charco entre las piernas de Lauren, supo que el tiempo se agotaba.

El cachorro venía en camino.

Fue una fortuna que el tipo con el que se reuniría Camila en Dublin, haya llamado para avisar que la castaña nunca llegó. Y el instinto de Ally se activo.

Un grito de Lauren la alertó, sacándola de sus pensamientos, sabía que tenía que darse prisa si no quería una tragedia.

***

El lobo negro corría por el bosque, toda su potencia ahora estaba dirigida a la velocidad de su corrida, lo podía sentir, estaba cerca. Y con cada paso su necesidad de matar se hacía más fuerte.

Los sensores internos que tenían los lycan Alphas más desarrollados, sintieron la cercanía con aquel otro animal. Un par de zancadas más y pudo devisarlo a la deriva, lo notaba cansado, pero aún así no tendría ni lo más mínimo de piedad, así como el no la tuvo con su compañera.

Corrió más rápido hasta llegar y poder embestirlo en el lomo, dieron un par de vueltas en el suelo, tratando cada uno de tener el control.

Arañazos y mordidas, así como gruñidos de poder llenaban el ambiente.

El Alpha blanco trataba de defenderse y no ser una carnada fácil para la bestia que no cesaba en atacar. Pero todos los intentos eran en vano, solo se debilitaba con cada estocada.

Sintió como la grava se clavaba en su lomo, al ser colocado de espaldas al suelo por el lobo negro, una fuerte mordida en su lado izquierdo de su cara hizo que su pelaje blanco como la nieve se llenará de sangre. Los colmillos afilados del lobo negro se volvieron a dirigir al mismo lugar, pero el Alpha blanco logró mover la cabeza, sin imaginar que el osico del obscuro animal arrancaría parte de su oreja, dejando un chorro de sangre en el camino, un aullido de dolor fue el que alertó a Peyton quien ya se aproximaba al lugar.

El lobo negro logró envestir de nuevo al lobo blanco cuando se coloco en pie, este voló por los aires impactando de lleno con un gran acre, logrando que millones de astillas se clavaran tortuosamente en su cuerpo, una muy grande clavada muy cerca de su columna, era la que causaba mayor escozor.

Con gran cautela se acercó la bestia de la noche, escuchando los gruñidos de dolor de su contraparte blanca. Con gran saña, una de sus patas fue a aquella gran astilla, enterrandola poco a poco, causando terribles sensaciones de agonía en el Alpha de Moon-Law.

Moon-Law: La ley de la Luna. Vol. IV CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora