Háblame de ti.

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Mikasa estaba disfrutando de la compañía de Levi. Aún tenían cerca de 3 minutos para llegar al salón, pero a mitad del recorrido alguien la tomó de la mano deteniendo su avance. Levi miró a la persona que había tomado a la azabache con desagrado, Jean le devolvió la mirada. Al castaño claro solo le importaba saludar a la chica que siempre le había robado suspiros, la había extrañado, intentó de mil formas posibles contactarla pero todo intento fue en vano.

-Mikasa.-Sonrió dulcemente para abrazarla. La chica estando no muy cómoda correspondió, sabía que Jean la apreciaba y valoraba su amistad.

-Jean... creciste.- analizándolo por completo,
concluyó que era demasiado alto.

-Tú también.- imitó las acciones de la azabache. Mikasa era una adolescente desarrollada, no había chica más linda para él, su rostro ardió por aquellos pensamientos. Levi notó el sonrojo de Jean y le pareció estúpido.

-Tks.-El castaño claro le observo con fastidio.

-Capitán.- así le llamaban algunos chicos que también formaban parte de el equipo, Levi lo ignoró, la azabache no entendió, estaba por preguntar pero Jean se lo impidió.-Lo dejaste crecer... me gusta.-tocó el cabello sedoso de Mikasa, le encantaba como lucia, parecía una muñeca de porcelana. Levi tuvo la misma sensación que en el momento en el que se abrazaron; una presión en el pecho que le era demasiado molesta, a decir verdad.

-Tú también lo dejaste crecer, te queda bien.- El color carmesí aumentó su tono, Mikasa era más amable con él, la esperanza se hizo presente en su ser. Ella ya no sentía lo mismo por Jaeger, esta vez tenía más chance de ganar el corazón de la azabache; pero la verdadera razón por la que Mikasa era un tanto más amistosa con él se debía a que Jean le había dado una mano cuando más lo necesitaba, todo se trataba de el más puro agradecimiento.- Llegaremos tarde.

Sin más, comenzaron a caminar al salón de filosofía, eran las últimas dos horas para terminar la jornada. Para la azabache las horas pasaron rápidamente, pensaba en que comprar para el almuerzo con sus nuevos vecinos, se decidió por unos pastelitos de aquella cafetería que Hange le mostró hace un año. Cuando estaban saliend, Armin se acercó a ella acompañado de Eren.

-¿Qué tal tú primer día?-El rubio fue el primero en hablar cuando se dirigían fuera del instituto. Buscando una respuesta sus pensamientos la llevaron a recordar las nuevas personas que conoció, un azabache se adueñó de sus pensamientos.

-Estuvo... genial.- despejó su mente en cuanto vió a la que era su mejor amiga, estaba con Hitch, cruzaron miradas pero Annie volteó casi enseguida.

-Ella... también lo siente.- Eren habló por primera vez mientras caminaban por los pasillos.- Fuimos muy estúpidos, Mikasa.

-No le guardo resentimiento, pero tampoco justifico sus acciones.-Mikasa ya había dejado atrás ese asunto, aunque, aún le dolía saber que ella había sido capaz de haberle traicionado de esa forma.

-Le diré.- Eren sonrió, le dedico uno de esos gestos que ella tanto amaba en el pasado.
-¿Pasan por ti?-Preguntó el castaño, pensaba darles a sus padres la noticia. Sabía que se alegrarían.

-No.-Mikasa respondió sin mucha importancia parando cerca de el estacionamiento, Armin y Eren no entendían aquella acción pues siempre les recogía el debido chofer de sus familias.-Nos vemos.

-¿Por qué paras?-Armin preguntó confundido.

-Mi auto está aquí.-los chicos estaban impresionados, imaginaban que como a ellos la tía de Mikasa tendría un chofer a disposición de la azabache, pues era lo normal.-Los puedo llevar, si quieren.- La azabache rogaba por que Eren no aceptara, su compañía seguía incomodándola y aún no quería ver a sus padres adoptivos.

Luz de luna. ~RIVAMIKA~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora