ʀᴇᴄᴜᴇʀᴅᴏ ᴠ

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Puse una mano sobre el suelo, levanté la mirada y miré a la pared

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Puse una mano sobre el suelo, levanté la mirada y miré a la pared. Arrugué poco a poco esa hoja, pensando en todo lo que pasamos. En todo lo que sentimos.

Ese miedo, ese terror a que me dejara años atrás, finalmente se cumplió. Él me había dejado. Hice memoria de la ocasión en que discutimos, de cómo le dije mi miedo a que me abandonara, en su expresión rígida pero cristalizada mirada.

Y recuerdo que no lo perdoné, no lo perdoné durante mucho tiempo cuando él me salvó, cuando fue él quien no permitió que no me dejara. Cuando me sacó de ese hospital.

Yo lo odié antes por no dejar que me fuera, pero fui incluso yo quien le rogó que no me abandonara. Él lo había hecho por mí, todo lo había hecho por mí.

"Si me dieran otra oportunidad, lo volvería a hacer"

Di un quejido al recordar sus palabras hace unos años, me llevé una mano sobre la boca e intenté camuflar el sonido de mi llorar. Hice memoria de lo ocurrido en Salt Lake City, aquella ocasión en que fui a buscar la verdad sobre lo que ocurrió con mi inmunidad, recuerdo la decepción de no haberme dejado ir, el cómo me había mentido y ocultado la verdad, pero todo eso, era perdonable a comparación de lo que le hice yo. De cómo jamás le pude decir:

¡¡¡Perdón!!!

No era yo quien debía disculparlo a él, sino yo quien debía pedir perdón a él.

—¡Lo siento tanto!

Me ahogué con la miseria, rasgué mi cuello al sentir cómo me quemaba la culpa, golpeé la madera y grité una vez más. Finalmente me dejé caer contra el suelo y destruí mi voz al gritar.

Yo no había pensado en todo lo que hizo por mí, en todo lo que me hizo sentir y todo lo que viví a su lado. Las imágenes de su sonrisa, de sus ojos, de él, eran claras cuando lo recordaba distinto a su cadáver.

Jadeé repetidas veces buscando aire, observé fijamente el techo y pasé una mano tras otra por mi cabeza, traté de respirar y tranquilizarme.

"Ellie"

—¡No! ¡¡No!!

Volví a desbordarme de lágrimas al escuchar su voz. Su sonrisa en la última noche que nos vimos, antes de su muerte, en nuestra última conservación, en cómo su felicidad se basó al saber que yo iniciaba a intentar perdonarle.

Entonces lo vi una vez más.

Miré su expresión una vez más, su mirada, la forma en que me hablaba.

Lo vi una vez más.

Sus ojos.

Lo vi una vez más.

Su voz.

Lo vi una vez más.

Su esperanza.

Hola, Sarah | TLOUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora