Capítulo 1
Los días siguen pasando después del funeral y ha transcurrido más de una semana del trágico y triste evento que todavía sigue fresco en todas las personas cercanas a la joven Opal; ya es una semana desde que Asami ha estado evitando a toda costa a Korra o simplemente ignorando su presencia, detalle que molesta a la joven morena y está decidida a reprocharle el abandono a su amiga pelinegra pero lo que necesita ahora es aclarar sus sentimientos y ciertos detalles con la joven pues desde su repentino alejamiento, Korra se ha dado cuenta de que resiente su ausencia aunque sin temor a equivocarse, sabe lo que realmente le sucede y está cayendo en cuenta de que la vida debe continuar como le ha dicho su querida Opal y lo que menos quisiera es decepcionarle pero tiene temor a la revelación que ha tenido: se ha enamorado de Asami.
Y por más loco que parezca y le cause temor, la distancia le ha aclarado el panorama, está total y perdidamente enamorada de la mejor amiga de su novia difunta, aun siendo aterrador y escandaloso para algunos dependiendo del cristal en que se mire y por más que quiera, no lo puede negar.
Así que planea abordarla después de su práctica de futbol y de que el ensayo de las porristas termine calculando el tiempo, a penas y tendrá el suficiente para tomar una ducha para lavar el sudor de su cuerpo así que cuando el silbato del entrenador da por finalizada la “tortura” a la que les ha estado sometiendo en las últimas semanas debido a que la final de la temporada de futbol está a la vuelta de la esquina, sabe que tienen que prepararse lo mejor posible puesto que la última semana de entrenamientos la ha tomado libre para intentar reponerse de la reciente pérdida.
Korra coloca su uniforme sucio en su maleta deportiva y su casco en su casillero, saliendo presurosa hacia el gimnasio donde regularmente practican las porristas con la esperanza de ver a la pelinegra ya que extraña su presencia, ver el brillo en su mirada y observar su reflejo en sus orbes verdes además de que el persistente recuerdo de sus labios color carmín no ha abandonado su mente por ningún momento en los últimos días implantando en ella incrementando el deseo de probarlos en un beso furtivo.
Con mochila en hombro, deja los vestidores despidiéndose de sus compañeros con la mano evitando a toda costa verse involucrada y atrapada en alguna conversación que le reste el valioso tiempo con el que cuenta para abordar a Asami; sin poder evitarlo, los nervios crecen en su interior y en cada vidrio u objeto reflejante comprueba su aspecto a cada momento como quien se dirige a una cita, ¿una cita? Si se pone a pensar y a analizar, tiene una ligera sospecha de que Opal estuvo organizando las salidas entre ella y Asami con otro fin más que amistoso aunque no quiere asegurar ni afirmar nada pero los sentimientos nacientes no mienten.
―Ginger, ¿has visto a Asami? ― Korra aborda a una joven pelirroja que usa una toalla para limpiar el rastro del sudor.
―Sí, está… ― La joven se da la vuelta sólo para ver que su capitana ya no se encuentra en el gimnasio ― Estaba aquí hace unos momentos, siento no ser de utilidad ― bebe un sorbo de agua de su botella.
―Gracias de todas formas ― con paso presuroso, sale del gimnasio para buscar su objetivo.
Girando el rostro hacia todos lados, busca a su objetivo evadiendo a la mayoría de las personas que se cruzan en su camino e intentan llamar su atención o felicitarla por el avance del equipo pero de manera cortés y con prisa, los esquiva al ver unos mechones tan negros como el ébano que se escapan de la liga que les sujeta; la joven dueña de los mechones camina con prisa cargando en su hombro su bolso deportivo y un par de libros en sus brazos sujetándolos contra su pecho.
― ¡Asami! ― Grita Korra caminando más a prisa para darle alcance pero la aludida al escuchar su voz da un pequeño saltito dejando caer los libros provocando que varias hojas salieran volando apenas los libros tocaron el suelo ― Déjame ayudarte.Korra se apresura a reunir las hojas escritas con la caligrafía de Asami mientras que la joven pelinegra evita todo contacto con la morena realizando la acción lo más rápido que puede, en un momento sus manos se tocan cuando intentan tomar una hoja al mismo tiempo probando que Asami se sonroje y se levante súbitamente tratando de alejarse de Korra sin darle alguna mirada o agradecimiento.
―Asami… ― Su nombre sale casi en susurro en un intento desesperado por detenerle pero su voz se ahoga ante la desesperación ― ¿Estás…Estás evadiéndome? ― Pregunta Korra deteniendo a la joven pelinegra al percatarse del tono de voz dolido que ha usado ― ¿Te he…Te he ofendido o he hecho algo para molestarte? ― Korra se acerca lentamente intentando no hacer ningún movimiento brusco para asustar a Asami mientras que ésta niega con la cabeza con la mirada clavada en el piso como si fuese la octava maravilla del mundo en ese instante ― Asami, necesito hablar contigo….
― ¿Podría ser después? ― Le interrumpe de manera cortante sin darle la cara escudándose más en los mechos de cabello que caen sobre su rostro para evitar que Korra vea las emociones que florecen en su rostro.
―Es algo importante, en verdad necesito… ― Se ve nuevamente interrumpida.
―Korra, no puedo en este momento, ¿podría ser más tarde? En verdad tengo prisa… Tengo que… ― Su voz se quiebra en ese momento cuando Korra le sujeta de manera delicada el brazo.
―Asami… ― La aludida no puede resistir más y se gira buscando consuelo en el pecho de la joven morena enterrando su rostro envuelto en lágrimas contenidas por los días de tensión que ha vivido y lo único que puede hacer Korra se abrazarla para intentar darle consuelo ― Asami, yo…― Pero en ese instante Asami abandona la calidez que los brazos de Korra le ofrecen para alejarse corriendo de ella murmurando disculpas.
―Lo siento Korra, yo… Yo… No puedo… No…
―Asami… ¡Asami! ― Por un momento la joven morena piensa que debe seguirla pero sabe que no hay mucho que hacer en ese instante, sólo darle tiempo y espacio para considerar ciertas cosas y hablar sobre ellas cuando pase el dolor por el que están atravesando ― Asami.*** *** ***
― ¿Crees que Asami capte el mensaje oculto en las palabras de Opal? ― Pregunta Baatar a su esposa esa misma tarde mientras ambos beben café en la sala de estar.
―Asami es una chica muy perspicaz, no lo dudo ni por un momento pero… ― responde Su mientras sujeta su barbilla ― ese raciocinio y pensamiento lógico son su perdición cuando se trata de sentir, ella siente con las ecuaciones números que tanto adora aunque eso no desmerita su buen corazón.
― ¿Necesitará algún otro empujón?
―Uno, dos, tres o hasta más, esa chica lo que necesita es que le abramos los ojos y le halemos las orejas ― sonríe ante ese pensamiento ― tal como dijo Opal, así lo quiso ella y es lo menos que podemos hacer ― el dolor de la pérdida de su hija se instala en su pecho y sus ojos se inundan en lágrimas ― sé que eso la haría feliz ― Baatar se acerca y abraza a su esposa besando su cien.
―Lo sé, y por eso cumpliremos con su última voluntad tal cual dispuso ― le dedica una sonrisa triste y dolida ― emparejaremos a esas dos de eso no tengas duda.*** *** ***
Asami se detiene después de una larga carrera perdiéndose en las instalaciones de la preparatoria, intenta recuperar el aliento a la vez que mira a su alrededor para ver si ha perdido a Korra, se siente mal por habar abandonado de un día para otro a la joven morena pues ante todo es su amiga y sabe que antes que nada, la amistad va primero.Pero los sentimientos que se han albergado en su corazón desde la primera vez que le ha conocido, la hacen sentir culpable y le han impedido permanecer más tiempo a su lado pues le resulta intoxicante para su bienestar emocional, según ella, como una droga que corre a través de sus venas poniendo en duda su lealtad ante Opal, su mejor amiga.
Con la mirada perdida mientras permanece sentada en una de las bancas más alejadas de los extensos jardines, recuerda que lleva consigo la carta que le ha escrito Opal así que la rebusca entre sus cosas encontrándola entre los libros que le acompañan; detalla con el dedo índice su nombre en el sobre cerrando los ojos en el acto y derramando una lágrima que limpia rápidamente, respira profundo debatiendo internamente si la abre o no pero la curiosidad puede más que todas sus dudas así que con manos temblorosas y nerviosas, rasga una de las esquinas para evitar romper la hoja que contiene dentro, suelta el aire contenido en sus pulmones y desdobla el papel.
“Querida Asami…”
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Una Novia Para Mi Novia
Fanfiction¿Qué es lo más loco y tierno que harías por amor? Opal es una jovencita que es novia de la mariscal de campo, Korra, ambas se quieren con locura pero Opal oculta un triste secreto: está muy enferma, pero esconde muy bien su terrible y doloroso padec...