Bien, lo admitía, le gustaba Park Jimin, el diseñador que trabajaba en esos momentos para su empresa. Ya habían pasado dos semanas, y en ese lapso de tiempo había conocido a una persona muy especial, su sonrisa que le dedicaba cuando llegaba a su oficina era tan tierna, su aura nadie la podía reemplazar y ese caminar tan elegante que lo hacía babear.
Él era perfecto en todos los sentidos.
Aún no podía decir que estaba enamorado, pero con todas esas citas que tuvieron en donde hubo unos pequeños besos de por medio y uno que otro detalle se dió cuenta de todo lo que ocultaba bajo esos lentes oscuros, quería saber cada día más de él, por la noche esas llamadas en las que se decían varias cosas haciendo reír al otro.
Le faltaba muy poco para poder decir esa frase que le rondaba en su cabeza.
— ¿Sabe rico? — Preguntó. Jimin por su parte acercó el helado a sus labios dándole una pequeña probada. — Delicioso, igual que tú.
— Kook por Dios — Se rió. — Tenemos que regresar al trabajo.
— Ventajas de ser el CEO — Se encogió de hombros. — No te preocupes, has estado trabajando día y noche sin descansar — Lo tomó de sus hombros dándole un ligero apretón.
Estaban a fuera de la empresa en un parque cerca, sentados viéndose mutuamente y con ese deseo de por medio.
Pero, eso no significa que el plan de Jimin se haya detenido, al contrario, estaba sobresaliendo.
Sí, tal vez había descubierto que Jungkook ya no era el mismo adolescente de antes, pero ¿Quién se lo aseguraba? Odiaba al Jeon de hace siete años, y ahora por su culpa, tenía que hacer pagar a esta maravillosa persona en la que se ha convertido. Todo un caos, sí, pero ya no podía retroceder.
Eso sería caer más abajo que antes.
— Kookie — Ese apodo nuevamente, era como escuchar al Jimin de su vida pasada hablarle con esa suave voz y sus mejillas sonrojadas, sus ojos miel bajo esos lentes de aumento que llevaba brillaban cada que lo veían a él ingresar a su casa. — Hay que tener otra cita hoy en la noche — Por primera vez, sintió verlo a él, a esa persona que ocultaba bajo ese porte firme.
— Cómo tú digas — Lo besó en su frente.
Tan cariñosos, ¿Cierto? ¿Pero que era lo que pasaba por la mente de cada uno?
En Jimin, solo sabía que la palabra venganza le pulsaba en el lienzo blanco de su conciencia, pero que había una pequeña parte que le pedía parar. Era demasiado tarde, necesitaba sacar su dolor que aún seguía dentro.
Jungkook estaba confuso igual, ¿Se estaba enamorando de este Jimin? O ¿Lo quería utilizar para olvidar el pasado? No sabía aún, solo quería que nada terminara, de alguna u otra forma se sentía tranquilo estando bajo esos pequeños brazos que le brindaban paz pero a la vez inseguridad.
No sabía en que rollo se estaba metiendo.
♠ What's going on? ♠
1 mes después.
Las citas continuaron, se veían en el día, en la tarde y en la noche, a todas horas. Sabían lo necesario el uno del otro, pero omitiendo algunas partes claro.
Jungkook sabía que se iba a arrepentir, pero necesitaba sacarse sus dudas. Fue nuevamente a ese antro e intentó bailar con otras personas distrayendose, salió de ese lugar con un chico y la pasaron bien en el apartamento del rubio.
Todo era placer carnal, pero estaba nuevamente ese problema, no podía saciar su excitación, quería más y más, no se sentía satisfecho a como lo había hecho con Jimin.
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Venganza ~Kookmin~
FanficAre you ready? "Bien dicen que todo en esta vida se paga, y tú, Jeon Jungkook, pagarás muy caro" • Historia 100% original. • No copiar ni adaptar sin mi permiso. • Contenido +18, leer bajo su propia responsabilidad. • Todo es ficción.