Venganza ~Kookmin~

¿Disneyland? (디즈니 랜드)

— Chicos — Entró a su habitación de hotel.

— Apestas a sexo — Bromeó Yoongi.

— Hasta acá se escuchaban los lamentos de Jimin — Le siguió Taehyung.

— Exagerados — Pasó a su lado.

Fue directo a su habitación a bañarse y a cambiarse, en una mochila pequeña metió lo necesario que utilizaría, tenía en mente un plan, algo que posiblemente sea amigable para ambos.

Lo llevaría a Disneyland, el parque temático que era un ensueño, algo que te hacía sentir en el mundo de las princesas, de reyes, de magos, un lugar sin duda para los niños pero divertido también para las parejas o familiares.

Todo siendo color rosa, un buen momento para pasar juntos, un recuerdo que durará siempre en sus mentes aunque no estén juntos en el futuro.

Se preguntarán, ¿Por qué no va también con sus amigos? Simple, quería formar algo serio con Jimin, un espacio en donde estén solo ellos dos, divertirse y jurar nuevas promesas que se encargaría de no romper nunca.

Y si, el siempre y el nunca no existen, pero el se encargará de llevar más allá esas dos palabras irreales.

También sabía que en su momento las promesas se rompían, pero él moriría antes de volver a hacerlo sufrir.

— ¿A dónde me llevas? Kookie — Preguntó Jimin una vez que estuvo dentro de la camioneta personalizada por el pelinegro.

— Una sorpresa, amor.

Y vaya que si lo sería, el recorrido fue algo tardado pero la ilusión por ver calles nuevas los alejó del aburrimiento. A lo lejos, se podía observar una gran rueda de la fortuna dar vueltas lentamente, acompañado de los tonos anaranjados del cielo y uno que otro destello.

— Kook mira... — Señaló a lo lejos el gran paisaje adornado.

— Es hermoso, ¿Cierto?

Estacionó la camioneta y la aseguró con la alarma, tomó la mochila negra y Jimin su maletín cruzado.

— ¿Ya me dirás a dónde vamos? — Preguntó.

— Solo disfruta — Le tocó su pequeña nariz haciéndolo reír.

Lo tomó de su mano y caminaron juntos por todos los lugares ocurrentes, pasaron por los semáforos haciendo tonterías.

Solo eran ellos mismos.

Ambos vistiendo de negro, Jungkook con un sombrero y Jimin con una gorra tapando sus identidades para pasar desapercibidos como personas cualquiera.

— ¡Kookie! — Jimin comenzó a dar brinquitos de alegría al estar en frente del gran "castillo".

¿Saben que era lo mejor? Que Jungkook iba grabando absolutamente todo.

Necesitaba tener esos recuerdos en una memoria por siempre.

Ver la sonrisa de Jimin, sus ojos en una fina línea era de lo mejor. Una sonrisa que no era fingida ni estética.

En definitiva, había elegido a la persona correcta.

Verlo correr como un nene hacía su corazón latir, mejor aún, sentirse libres como si solo fueran ellos dos.

Pasaron a varios puestos de comida, subieron a diversos juegos, y finalmente la noche hizo presencia sin hacer impedimento de su diversión.

— Ten — Le ofreció un ramo de rosas que le había comprado a una señora.

— Pontelo — Extendió una gorra con orejas de Mickey. — Te vez hermoso.