(Un día normal, una escuela normal, un chico normal... sin duda, ni una vida sin importancia... ¡ah! ¡diablos! qué aburrido. Creo que la señorita Pérez es incluso más aburrida que mis pensamientos) me pregunto si la clase ira a acabar pronto... quiero irme a casa... aunque... por otra parte. Hay una razón por la que puedo tolerar venir a la escuela todos los días).
Srita Pérez: -Muy bien chicos, no se olviden de leer el capítulo cuatro acerca de las diferenciales de temperatura. ¡Ah! lo olvidaba, y el lunes habrá examen.
Ana:- ¡Hey, Amil!¿cómo te ha ido en ese último ejercicio? la verdad es que no puedo terminar de entender nada.
Amilkar: ¿Eh? ¿Qué ejercicio?...
Ana: ¿No me digas que otra vez te la has pasado babeando en clase? oye niño, yo creo que debes tener algo serio ¿no has considerado ir al médico? por lo menos para que te haga un chequeo general.
Amilkar: La verdad es que no. No siento que tenga nada Ana, es solo que me he aburrido de lo lindo en la clase de la señorita Pérez, no sé, no me dan ganas de atender su clase.
Ana: Para ti es muy sencillo no hacerlo, siempre pasas con excelente todos los exámenes. Por que no me dices cómo lo haces. No seas envidioso.
Almilkar: No tengo ningún truco, es solo que... me va bien... ¡eso es todo!
Ana: Vaya, que modesto eres, seguro que te la pasas leyendo como loco todos los libros de cálculo y termodinámica los fines de semana.
Amilkar: ¡Jajaja! claro que no Ana, tu has venido a mi casa cuando tenemos que estudiar para una prueba y has visto que no pongo mucho empeño en ello.
Amilkar: ¿No te parece que es un sueño...?
Ana: ¿Qué? ¿De qué hablas?
Amilkar: ¡Eh! oh lo siento, estaba soñando despierto, jejeje. ¿Nos vamos?
Mi nombre es Amilkar, tengo 20 años y asisto a la universidad del estado. Mi mejor amiga se llama Ana, es de hecho la única amiga que tengo. No soy alguien rico ni pobre, pero tampoco exento de cualquier problema económico, trabajo ayudando a mi madre en una cafetería del centro de la ciudad. Ella se llama Armenta, es una muy buena madre, la quiero. No tengo padre, la verdad es que no puedo decir mucho de él ya que no le conocí, ni mi madre me ha hablado mucho de él. Me apasiona la música, en especial aquellas que pueden hacerme sentir algo profundo en mi ser. Me considero alguien sin mucha emoción dentro de mi vida, básicamente todo lo que hago es trabajar e ir a la escuela. De vez en cuando salgo con Ana los fines de semana a dar una vuelta por el parque. Me encantan los lugares antiguos, siento que son una especie de conexión con el pasado. En cuanto a mi vida amorosa, pues... la verdad es que no hay mucho que decir, hay un sin número de chicas que andan tras de mí, lo sé. En cada oportunidad hay alguna chica que intenta interesarme, pero no quiero ilusionarles ni tampoco hacer que gasten su tiempo en mi. Pero si hay una persona que me interesa, solo que no puedo... o más bien... no debo.
Ana: ¡Amilkar! ¿a que no adivinad qué?
Almilkar: mmm ¿Qué? no espera... déjame ver, ¿quién está interesada en mí ahora?
Ana: ¡Ah! esperaba que te sorprendieras.
Aamilkar: Bueno, no creo que me sorprenda si después de veinte veces haces lo mismo cada que una chica quiere conocerme.
Ana: ...
Amilkar: Bueno, ya sabes la respuesta.
Ana: Pero ni siquiera sabes de quién se trata.
Amilkar: Da igual, no me interesa tener una relación con nadie en este momento.
Ana: Pero...
Amilkar: No, sabes que estoy ocupado todo el tiempo Ana, no creo que pueda con una relación. Y menos con una de esas chicas engreídas de poca inteligencia.
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Marionetas
Ficción GeneralUn joven descubre un secreto antiguo con del cual piensa servirse para poder alcanzar sus ambiciones, a pesar de tratarse de una misterio envuelto de peligro y muerte. Tratará de conquistar el corazón de sus amores con magia oscura, la cual lo env...