Algomanía (Michael Clifford)

Neun.

Y despertó, siempre soñaba con esa chica que había conocido tres años antes, estaba harto de su estúpido miedo, de su vida, de su padre, de todo.

¿Cómo podía ser tan cobarde para sólo darse un tiro en la cabeza con el arma que su padre escondía en su habitación? ¿Por qué tenía que ser tan débil para no poder tomar pastillas y alcohol y luego largarse a dormir? ¿Cómo tanto miedo podía caber dentro de él?

No podía ni siquiera hacer un pequeño rasguño en su brazo con una navaja oxidada.

Quería azotar su cabeza contra la pared para, con suerte, provocarse una hemorragia.

Irónico, ¿No? Ser un maldito suicida y no tener el valor de suicidarte.

Lo que más deseaba en su vida era cerrar los ojos y no volver a abrirlos.

Anhelaba tener la fuerza que Hayley tenía cuando vivía, él la amaba, la había conocido en el psicólogo cuando él tenía 16, él no tenía problemas con el suicidio, sólo necesitaba superar la muerte de su madre, ella quería morir. Se habían prometido superar sus problemas juntos, pero ella terminó muriendo en un robo, le habían disparado en la cabeza matándola al instante.

Después de eso, Michael sólo quería morir y no tenía el valor de hacerlo, una pena.