Extra

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- Entonces...¿Quieres que cerremos hoy la cafetería porque será la primera vez que iras a la casa de Nishinoya y no podemos pedirte trabajar todo el día porque se te haría tarde?...Daichi...venga dame los condones.

- ¡Sugawara-San!

- ¡Ay Asahi ya no eres un adolescente puberto! Es totalmente normal y mi instinto materno me dice que quieres hacer esa jugada

- N-no creo que yo sea un tipo muy seductor que digamos...

Se preguntarán como había terminado en esa situación. Pues, después de que llevaran algunos cuantos meses siendo una pareja muy feliz y dulce él y Nishinoya, compartiendo citas o el pelinegro lo visitaba cada vez que podía a la cafetería, pues sólo salian pero nunca habían conocido la casa del otro. Sentía que era un gran paso conocer el entorno de cada uno y a su pareja le gustó la idea, tanto que quiso ser el primero.

Sin embargo aún recordaba sus palabras aquel día en que acordaron visitarse.

- " Vamos mi grandote...ven a mi casa alguna vez, quiero que me enseñes pastelería, quiero hacer cupcakes también, como tú"

Si, una frase bien normal, pero luego...

- "y también quiero que me enseñes como volverme loco...a ver si esa cosita de abajo también es grande..."

Desde ese entonces no podía dejar de pensar en eso. Bien, nunca hubiera pensando que Nishinoya era un atrevido. Si, es intenso y muy directo... Pero fue tan pervertido de su parte que hasta hoy en día no se sacaba de la cabeza una escena muy erotica. ¡Se sentía tan mal!

Había pedido consejos con el albino, pero este era peor ya que sus ideas siempre son algo maliciosas. Y era vergonzoso preguntar como tener... Sexo. ¡Era un virgen! ¿Bien? Es bueno pero también quería ya tener esa experiencia con una persona que amaba y tenía esas intenciones ya. Por algo ya estaba caminando a la dirección que le había dado Nishinoya. Gracias a Dios Sugawara aceptó cerrar por esta vez.

¿Si aceptó los condones? Lo aceptó obviamente, quería ser un chico responsable, pero si que le costó mirar a los ojos a Sugawara y a Daichi.

Llegando ya a la casa del menor justo a la hora indicada, se dedicó a analizarla. Era una casa algo más tradicional japonesa, era muy bonita y con una entrada algo rústica. Si no mal recordaba, los familiares de Nishinoya eran más de campo. Así, al fin de cuentas se atrevió a tocar la puerta, escuchó unos pasos corriendo y ni siquiera tuvo el tiempo de decir "hola" ya que un koala energético se habia encaramado en su cuerpo y no dejaba de besarlo por todo el rostro.

Le correspondió los besos con gusto a su pareja, abrazándolo por los muslos para que no se cayera. Ya al tenerlo nuevamente en el suelo, se quitó los zapatos y se dirigieron a la sala.

- ¡estaba tan emocionado por tenerte aqui Asahi! Tuve que ordenar todo y ya preparé la cocina para que me enseñes a hacer pasteles. Estaba tan impaciente y me eché un poco de perfume para la ocasión - soltó con coquetería, abrazándose por los hombros del más alto. Estaba muy alegre e hiperactivo -... y estoy impaciente por estar... Bajo tuyo...¿Sabes?

- Nishinoya...y-yo...

- n-no tengo experiencia Asahi... Eres el primero. Quiero hacerlo contigo... Me siento preparado ¿lo estas? - acabó por decirlo. Aunque se mostrará con confianza, estaba muy nervioso por dentro. Iba a ser su primera vez y de verdad deseaba que fuera la mejor noche de su vida con el castaño - y sé que eres un tanto tímido...pero daremos lo mejor de nosotros...

Vaya...todo en este momento el castaño había pensado que Nishinoya tenía varia experiencia, pero sólo era un algodón de azúcar que se creaba confianza. Sonriendole, le asintió al más bajo y volvió a besarlo, queriendo explorar y recordar esos labios hermosos sobre los suyos que se movían con hambre. Sus labios eran tímidos pero sabía como dejarse llevar por el chico, aunque al rato quiso dominar el beso.

- De- dejaremos los pasteles para después entonces...¿S-si?

Mencionó tras separarse un breve instante y con el consentimiento de su novio, lo tomó de los muslos y con cuidado subieron a la habitación de Nishinoya. No sabía cuál era así que el contrario lo ayudó un poco a llegar a la cama.

De a poco se fueron desvistiendo, sus manos ni siquiera sabían que tocar, que hacer o como debía preparar el interior del chico. Tuvo que haber buscado más por internet... O preguntarle a sus compañeros de trabajo, pero estos eran muy...no, mala idea, no confiaria en ellos para estas cosas. Continuando a lo que Nishinoya mandaba ya que sabía como moverse, al fin sus manos se posaron el pecho contrario, comenzando a acariciarlo y pellizcar esos botones rosados muy erectos.

- A-ah Asahi...te ves tan caliente desde aquí, tocame más, muerdeme...

Escuchando esto, comenzó a lamer esos pezones tras sentir que era una zona débil en su pareja e imaginó que eran como dos paletas de helados bien dulces. Escuchar los pequeños jadeos del menor le hacía sentir nervios a flor de piel por todo su cuerpo, como todo un virgen, pero también se sintió excitado y queriendo escucharlo un poco más, así que mientras lamia esos botones, una de sus manos se dirigió a su miembro erecto y el ajeno, para así comenzar a masturbar ambos al mismo tiempo.

- Pa-para Asahi...n-no quiero venirme todavía...pe-pero ugh, así está perfecto

Maldición, esa voz era irreconocible. Esa no era la voz de Nishinoya, era una de placer y querer más.

- A-ah...quiero que la metas ahora Asahi...hacelo, apurate

- todavía no Yuu...quiero hacerlo bien...

El menor asintió sonrojandose aún más por escuchar el "Yuu" en esa voz tan ronca y sexy. Ante esto, sólo observaba como el castaño comenzó a poner lentamente uno de sus dedos húmedos por la saliva en su entrada, un dedo hasta llegar a tres. Los movía como tijeras o sólo entraban y salian... ¡Quería algo más grande! Ya no aguantaba más. Quería retorcerse más en la cama.

- Asahi... Me desesperas... Pe-pensé que no tenias experiencia...

- n-no la tengo, sólo me esfuerzo en hacerte sentir bien, amor...

- A-Asahi no digas cosas como esas cuando estoy a punto de venirme... Sólo hazlo ya...¿Quieres?

Entre tantas súplicas, al fin Asahi se atrevió a darle lo que quería al insistir abriendo sus piernas desesperadamente. El miembro de Asahi se hacía paso en su interior y...dios, era grande y doloroso. Perfecto para volverse loco. Ya tenía ganas de algún día chuparla y tragar todo ese líquido... O imaginar que estaba por todo su rostro... Mejor dejaba eso para después en otra ronda.

El mayor no tardó en moverse en su interior, tan lentamente, sintiendo tanta calidez y en como apretaba el miembro contrario. Hubiera deseado no estar con condon pero... Suponía que era importante para la primera vez. De este modo, juntaron sus manos sobre las sábanas, sus labios volvieron a conectarse para hacerse suyos, sus lenguas danzaban entre si y los gemidos se mezclaban en la habitación calurosa. Suplicaba por más y ojalá Asahi le perdonara por rasguñarle la espalda, pero Asahi era buenísimo moviéndose, y no sabía cómo. No dejaba de repetir que lo amaba, que lo quería, que tuvieran más rondas y entre más y más estocadas, cada vez más rápidas, se vinieron juntos, ensuciando todo su abdomen.

El semen del castaño llenó su interior y se sintió completo, en las nubes, cautivado y no dejaba de besarle las mejillas y hacer un recorrido hasta su cuello para dejarle chupetones territoriales. Su plan de hacer el amor con Asahi había resultado. ¡Quería más!

- Mnh Asahi...mi primera vez fue la mejor del mundo...

- la mia también pastelito...

Y con sonrisas en sus rostros, concluyeron que dejarían la clase de pastelería para después. Mejor seguian con más rondas ¿no?

🧁 Fin 🧁

Pondré un aviso de que la historia de Sugawara y Daichi ya esta disponible ouh Yeah. 💕✨ Se llama "Chocolates". ~

Cupcakes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora