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Me desperté en un lugar más suave, estaba en una cama. Veo la hora desde mi reloj de la muñeca y era ya las 11 del medio día. Sabía que me había dormido en el sofa por lo que miro mi alrededor con una confusa expresión. Me levanto y camino hacia afuera, en el pasillo no había nadie. Fui a la habitación de Karim y tampoco se encontraba ahí.
No quise tocar la de Demian, no después de lo de ayer.

Seguí caminado lentamente y baje las escaleras. Ni en al sala ni en el patio trasero se encontraban ellos.

Fui a la cocina y todo estaba vacío excepto el plato de desayuno que había ahí.

No quise comer ya que no me había lavado la boca así que subí y tomé mis llaves para irme a mi apartamento.

Tiempo después llegué y saludé al portero que estaba esta mañana, fui a mi habitación y tomé una ducha.
Cuando terminé mi aseo fui y cargué mi celular.
Tocaron la puerta con fuerza y yo asustada la miro, dudando si ir o no . Camino lentamente a la puerta la persona del otro lado sigue tocando cuando llego puedo escuchar su voz y sé de quién se— ¡Rosé! —

Respiro antes de abrirla y luego lo hago— ¿Qué sucede? — pregunté al verlo ahí

— No me contestabas ninguna de mis llamada ni  mensajes — dijo tratando de respirar

— Se me agotó el celular — dije

— ¿Dónde estabas? — pregunta después y yo lo miro con extrañes — ayer vine y me quedé dos horas aquí a ver si llegabas y nada— dice — ¿dónde estabas? — vuelve a preguntar

— Con alguien que no es de tu incumbencia, gracias por preocuparte por mi ahora largo —le iba a cerrar la puerta pero el pone el pie

Hago fuerza para cerrarla pero él es más fuerte que yo. Termina tirándome al suelo empiezo a levantarme pero el vuelve a empujarme. Eso hace que lo mire y vea su expresión, una expresión de enojo.

— ¿Con quién estabas? — Larry iba levantando más su tono de voz

Él me toma del brazo y me levanta. En ese momento me da un beso a la fuerza, levanto mi rodilla y le doy en el estomago eso hace que se doble por dolor y aprovecho para empujarlo — vas a ser mía — dice en un gruñido y eso hace que me asuste.

Corro por su lado para poder salir pero él al estar en el suelo hace que me caiga al suelo y me raspe el codo. Al mirar mi codo lastimado hace que me desconcentre de lo primero que tenía en mente, correr .
Él empieza a halarme de las piernas hacia él pero con el pie le doy en su cara y escucho su quejido. Tomo un objeto que había en la habitación y me viro para golpearlo. Él se estaba quejando de dolor por la patada así que le doy en la cabeza.

Él cae al suelo inconsciente, me levanto y lo miro tirado en el suelo. Paso por su lado para tomar mi celular y después salgo corriendo.

Empiezo a correr y llorar de tan solo pensar lo que estaba apunto de suceder.

No logré tomar mis llaves así que tuve que caminar a casa de Demian con pijama y una respiración agitada.

•Dos horas después •

Ya había pasado dos horas y había empezado a llover. Mi celular comenzó a sonar pero las gotas en mi celular y mi cabello mojado en mi cara se me hacía difícil mirar quién era. Caminaba concentrada en mi celular que no vi el objeto que estaba delante mío, mi pierna chocó con el y mi celular cayó en la esquina de la calle más específico en una charco.
No puede ir peor, casi me pasa algo en mi propio apartamento, tuve que caminar y empezó a llover y ahora esto.

Empiezo a llorar de desesperación y a gritar. Solo me arrodille y mire mis rodillas lastimadas ardían cuando el agua las tocaba. No me levanté solo me quedé ahí pensando en mi vida tan desastrosa.

Demian Pov

Tiré el celular en la cama, había dejado a Rosé en una habitación antes de irme. Pero cuando regresé vi en la cocina que su desayuno estaba completo así que subí a la habitación donde la dejé pensando que estaría dormida pero me tomo la sorpresa de que no estaba.
Solo pensé que se había ido un rato pero ya habían pasado más de una hora y estoy preocupado.

Bajé las escaleras y salí a buscarla, ya de tan solo girar a la derecha ahí la veo, tirada en el suelo, empapada y sucia. Pude ver en su pijama sangre, se había lastimado la rodilla.  No pude verla así por lo que salí  sin pensarlo de la camioneta y fui hacia ella, me enoje al verla así. ¿Quién podría a verla lastimado de esa manera? — ¡Rosé ! ¿Quién te hizo esto? — me arrodillo a su lado, ella no levanta la mirada — mírame, mírame — la tomo de sus mejillas y veo su nariz roja. La abrazo y le doy un beso en la frente para luego tomarla y llevarla al auto

Veo que trata de evitar mi mirada, llegamos rápido a casa — No, no, espera te ayudaré — le digo cuando veo que se iba a bajar, rodeó la camioneta para abrirle la puerta y tomarla en mis brazos

Subí a la mansión  y la dejé en mi cama — te prepararé un baño caliente y aquí está la ropa — le digo poniendo una camisa mía con un bóxer — me voy a ir, te esperaré abajo

Treinta minutos después la veo bajando de las escaleras tan lentamente. Se veía frágil y tímida. Ella no era Rosé, miraba solo el suelo y nada más. Como si fuera lo más interesante en estos momentos.

Me levanto y la tomo de las mejillas — ¿qué sucede? — y ella solo niega y me abraza

—Solo estoy cansada — susurra en mi pecho y yo froto su espalda para luego apretarla a mi

Me separo de ella pero no lo suficiente aún podía sentir su respiración en mi pecho —Vamos — le digo tomándola de la mano — dormirás en mi cuarto — abro la puerta de mi cuarto

La dejé ahí para irme pero ella toma mi mano — por favor, quédate conmigo— dice y yo me acuerdo de ayer cuando yo le pedí lo mismo

Pero la vi ahí tan vulnerable que no me negué, rodeo la cama y me acuesto a su lado para rodear su cintura con mi brazo y darle un abrazo

— Gracias — me dice y yo escondo mi cara en su cuello

—Duerme — le digo

El Mafioso y La MaestraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora