coma • ocean eyes.

238 7 0
                                    

Ginny caminaba por la calle, llorando. Le mandó un mensaje a su roomate, Hermione, diciendo que estaba por llegar al hospital. Luego de eso, le mandó un audio a Molly, su madre, tratando de que no se notara su voz quebrada.

Estoy bien, mamá. Estoy yendo a casa. 

Ambas cosas eran mentira.

Soy Ginevra Weasley. 

¿A quien viene a ver?

Susurró el nombre de la persona a la que había ido a ver, porque ya no tenía fuerza para decirlo en voz alta.

Entregó sus documentos.

Habitación 112, piso 1. Por el ascensor, seis puertas a la derecha.

Gracias.

Subió las escaleras, a punto de volver a llorar. Había pasado una semana, pero recién ahora había reunido la valentía para ir al hospital.

Llegó a la puerta.

Pacientes en coma.

Eso podía leerse en una placa de metal. Debajo, un papel decía:

Luna Lovegood.

Los ojos se le llenaron de agua al leer el nombre de su novia. Parecía que habían pasado siglos desde la última vez que se habían visto, pero solo había sido una semana. 

La peor semana de su vida.

¿Luna?

No esperaba ninguna respuesta. No la recibió. Sus ojos se habían vuelto a llenar de lágrimas, y no faltaba mucho para que éstas se desprendieran de sus pestañas y comenzaran a recorrer sus mejillas.

Luna, no sé si puedes escucharme. Espero que sí, pero seguramente no, y no importa pero, quiero decírtelo, incluso si no puedes escucharme, o si me escuchas, necesito decírtelo y... 

Uf.

Respiró profundo, claramente ya estaba llorando. La extrañaba, y solo había pasado una semana desde el accidente. Su pecho se sacudía, ya ni siquiera se preocupaba porque podían verla llorar. La verdad, nada importaba ahora.

Como sea, Luni, solo... necesito decírtelo. Te amo.

Metió sus manos en los bolsillos, en busca del discurso que había escrito esa mañana. Sintió el papel entre sus dedos, pero no lo sacó. En ese momento, le pareció estúpido haber escrito un discurso para una persona en coma.

Eres increíble. Inteligente, divertida, amable, sensible y siempre me haces reír. Amo como se curvan las puntas de tu cabello, los hoyuelos que se hacen en tus mejillas cuando ríes, las pecas de tu espalda, como corren las lágrimas por tus mejillas cuando lloras, como te rascas el brazo cuando estás nerviosa. Amo tus ojos oceánicos, tan brillantes cuando estás feliz y tan apagados cuando estás triste. De cualquier forma, los amo. Y te amo a ti, LunLun, y...

La mente de Ginny iba más rápido que su boca. Los pensamientos se le atoraban en la garganta, y no podía hablar por el llanto. Respiró, tratando de calmarse, pero, claramente no funcionó. Solo dejó de sollozar por unos segundos, para volver con más fuerza.

Como sea, Lu, tenía que decírtelo. Tenía todo planeado, un discurso escrito, pero eso no iba a ser real. Esto lo fue. Tal vez no vuelva a verte jamás, Lu, pero tenía que decírtelo. Te amo.

Ni siquiera sé si puedes escucharme.

Sin esperar respuesta, Ginny se levantó de la silla en la que estaba sentada. Miró por última vez en el día a su novia, y cerró con cuidado la puerta tras de sí. Se puso los auriculares, y saludó con la mano a un médico que entraba en la habitación.

Se fue.

OCEAN EYES | harry potter one-shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora