Parte 3

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En cuestión de segundos Harry vierte el recuerdo en el pensadero y desaparece entre sus profundidades. Una habitación se materializa a la velocidad de un rayo, dándole forma al recuerdo. Paneles de madera de media pared, un fino diván, retratos de ancestros con expresiones solemnes con marcos bañados en oro, una chimenea de mármol –es una habitación de la mansión Malfoy, Harry apostaría.

Narcissa está de pie junto a la chimenea, las llamas dibujan patrones de luz y sombra sobre su rostro.

–No eres feliz. –Dice despacio.

Harry se gira y se da cuenta de que Malfoy está detrás de él, dándole la espalda a su madre, estudiando un retrato colgado en la pared. Está vestido pulcramente, como siempre, pero no lleva túnica o capa. Le da una extraña sensación de vulnerabilidad.

Malfoy no contesta. Aun está mirando el retrato familiar. Son Narcissa, aún joven y Lucius, observa Harry, de pie a ambos lados de su hijo. Malfoy luce de unos diez, quizás once años y cuando habla confirma sus sospechas.

–Esta pintura es de el día antes de que me mudara a Hogwarts.

–¿Me has escuchado, Draco? Estoy preguntándote si eres feliz.

Malfoy tampoco le contesta. Con los ojos puestos sobre el retrato, fijados en su joven rostro. Lucius y Narcissa lucen orgullosos, piensa Harry, y mucho más completos. El precio que pagaron por la guerra fue sin duda muy alto. Narcissa mira a Draco con expresión preocupada.

–Draco...

–Te escuché.

La mano de Narcissa vuela a su collar. Es un hábito, piensa, cuando está ansiosa o disgustada.

–No llevas tu anillo de bodas. –Observa Narcissa, y Harry mira la mano de Malfoy. No se le escapa nada, piensa Harry.

–Nunca lo hago. –Responde Draco sin despegar la mirada del retrato.

Muchas expresiones atraviesan el rostro de Narcissa. Es difícil captarlas todas con la cambiante luz del fuego. Baja la mano de su cuello y cambia de tema.

–Ya que estás tan interesado en los retratos, pintarán el tuyo en un par de meses. Pensé que los jardines harían un excelente fondo.*

Malfoy asiente con la cabeza, Narcissa insiste.

–Creo que quizás querrías poner una frase, tal vez una cita, grabada en la madera. Tendrías que pensarlo muy bien. Tu padre ha escogido una frase de Séneca acerca del poder, si lo recuerdo bien. Podrías escoger algo similar.

–Ya tengo algo en mente.

–¿Ah, sí? –Contesta ella expectante– Cuéntame entonces, me aseguraré de dársela al enmarcador.

–No podemos aceptar –dice Malfoy– aquello que no hemos escogido.

Narcissa se queda en silencio.

Malfoy cruza la habitación en un par de pasos y se va, dejando solo un eco en el pasillo, y el recuerdo se desvanece.

Harry no está seguro de cómo interpretar eso.

***

Los Wandsworth Warriors ganan el partido de Margate.

Ginny llega al apartamento justo después de las 5pm. Harry está parado en el balcón, mirando hacia el Thames, los trenes que pasan sobre los rieles elevados. Las barreras mágicas tiemblan de repente, ondulando ante sus ojos, y un momento después aparece Ginny en medio de la cocina, con un Traslador en su mano. Tiene las mejillas enrojecidas, los ojos brillantes de victoria. Lo besa antes de correr otra vez; la capitana del equipo ha organizado una cena para celebrar al equipo.

Corriendo en el aire Donde viven las historias. Descúbrelo ahora