13: ¡Me gustan los chicos!

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— Hola Haruto —saludó Jeon Somi.

— Hola Somi —esta vez no levantó la barbilla haciendo abrir la boca a la chica.

Jeon Somi llevaba años detrás de Haruto pero este simplemente la rechazaba y eso le gustaba más del japonés. Haruto tenía fama de ser un heartbreaker y eso lo sabía Somi ya que encabezaba la lista de rechazadas.

— Hoy me hablaste. ¿Qué pasa contigo? —se acercó la chica a él y lo observó detenidamente.

— Nada —sonrió haciendo latir el corazón de la chica.

— Algo tienes, que has estado tan feliz últimamente —la chica era observadora y había notado el ligero cambio en Watanabe. Somi se acercó a Haruto y se sentó en su paleta.

— Somi por favor bájate.

— ¿Qué traes? —frunció levemente el ceño—. Tú sueles ignorarme —y era verdad, Haruto solía ignorar a la chica cuando se sentaba en su paleta.

— Te veo en el descanso en el patio de la escuela.

— Está bien —asintió la chica y se bajó de la paleta para ir directo a su lugar.

Jeongwoo entró junto a sus amigos y se sentaron en su lugar correspondiente. Jeongwoo tomó la carta que estaba en su lugar y sonrió, eso le bastó a Haruto para sentirse contento por el resto del día.

Las clases empezaron amenamente, Park está vez no pidió trabajos y todos suspiraron de alivio. Sandara no pidió nada así que también suspiraron de alivio. Sonó el timbre indicando que el descanso había comenzado. Haruto suspiró y caminó hacia el patio de la escuela.

Somi llegó 5 minutos después, no tenía compañía de sus amigas, así que llegó sola. Se acercó a Haruto casi al punto de querer abrazarlo, pero Haruto la rechazó como siempre.

— ¿Para qué me citaste? —preguntó mientras tomaba su malteada.

— Somi, verás —rascó su nuca, no sabía como decirlo—. Me gustan los chicos.

— ¿E-Eres gay? —balbuceó al preguntar. Watanabe asintió.

— ¡Me gustan los chicos! —exclamó haciendo retroceder un paso a Jeon.

— ¿Jeongwoo es el que te gusta, verdad? —preguntó dudosa.

— Sí Somi, Jeongwoo me gusta —lo admitió ante la chica.







***

— Ora Jeongwoo, ¿por qué sonríes tanto?

— ¿Puedo confiar en ti?

— Claro que sí hijo, soy tu padre —sonrió el hombre y Jeongwoo suspiró.

— Pff —dijo—. Bueno. Lo que pasa es que me están acortejando.

— ¿Quién? ¿Una chica? En mis tiempos el hombre era quien acortejaba a la mujer, como cambian los tiempos.

— Padre, no es una chica.

— ¿No? —abrió la boca en grande—. ¿Entonces son dos?

— Es un chico.

— Oh —se le borró la sonrisa—. Entonces son mariconadas, deberías ponerle un alto y decirle que no te interesa.

— Padre, si me interesa.

— ¿Qué me estás queriendo decir?

— ¡Me gustan los chicos! —exclamó con un leve sonrojo.

— ¿Estás seguro? Eres hombre, no te pueden gustar los chicos —habló con el ceño levemente fruncido—. Los maricones de tus amigos te lo pegaron, ¿verdad?

— ¿Qué estás diciendo? Pensé que eras diferente.

— Hijo, es que no es normal eso.

— ¿Sabes qué? Me retiro.

— Hijo, piénsalo bien, estás echando a perder tu futuro. Mira, si quieres vamos con unas prostitutas para que te quiten lo maricon.

— Me voy de la casa.

 Mejor, no quiero vivir con un maricon de mierda como tú —dijo enojado el señor Park.

— Te odio —entre lágrimas habló.

Rápido subió y tomó sus cosas, las metió en una maleta y tomó su mochila con sus libros, por suerte tenía algunos en su casilla. Salió de su cuarto, bajó la escaleras encontrándose a su padre con la vista en la puerta.

— Lárgate antes de que trate de alinearte a golpes.

Iba a decir algo, pero prefirió irse sin decir nada. Salió de la casa aún con lágrimas en los ojos y caminó hasta casa de Yedam, fue recibido por la señora Bang quien la vio preocupada.

— ¡Yedam, baja por favor! —gritó a su hijo.

Este bajó junto con Doyoung entre risas, pero al ver el rostro serio de su madre y el rostro triste de Jeongwoo, dejaron de reír.

— ¿Qué pasó? —apenas pronunció aquello y Jeongwoo se lanzó a llorar en sus brazos.

— Lo que pasa es que —empezó a lloriquear más fuerte. 

— Jeongwoo tranquilo, respira —dijo sin dejar de abrazar a su mejor amigo, observó a su alrededor y vio una maleta que no le pertenecía a él ni a su madre—. ¿Qué hace una maleta aquí?

Jeongwoo se tranquilizó y empezó a hablar siendo escuchado con atención por las tres personas presentes. A pesar de que Doyoung no era muy amigo suyo, se acercó a él y le tendió un abrazo. 

— Que mierda de tu padre.

— Yedam —regañó su madre—. Ese lenguaje.

— Pero es la verdad madre, que mierda de su parte —acarició la cabeza del chico.

— Jeongwoo, hijo, claro que puedes quedarte con nosotros —la señora Bang lo abrazó. Esa mujer sin duda era de las mejores madres.

— Madre hablando de esto, quiero decirte algo —Yedam llamó la atención de la mujer y tomó la mano de Doyoung—. Doyoung y yo estamos saliendo.

— Ya lo sabía, eres muy obvio —sonrió la mujer—. Solo estaba esperando a que me dijeras y veo que por fin tomaste el valor y me alegra —se dirigió a Doyoung—. Bienvenido a la familia Doyoung











Les propongo algo, si llegamos a las 2k de vistas esta semana, el viernes hago maratón, ¿qué dicen? ¿Les gusta la idea? 👀

Les dejo la actualización de mañana, ya que estaré ocupada.

Espero les haya gustado.

Rumores de pasillo [HaJeongwoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora