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Llevo un poco más de dos meses viviendo con Chris  y cada día no paro de pedir más tiempo con él. Lo miro: su rostro sobre mi hombro, sus ojos cerrados, sus brazos abrazando mi cintura, sus piernas entre las mías y sus leves ronquidos me causaban una paz interior que no puedo describir. 

Despertar de esta manera todos lo días es lo mejor que me puede pasar en
la vida.

Acaricio el rostro de Chris unos segundos y retiro algunos de sus mechones rizados de su rostro, para poder apreciarlo mejor.

Es tan... hermoso.

No puedo creer que sea 6 años mayor que yo, no se siente como si fuera
de esa manera. A veces quisiera que
Chris fuera de mi edad, o por lo menos
no tan... mayor. Pero se que si ese fuera
el caso quizás ni estaríamos juntos, no
con la diferencia de sociedades entre
nosotros.

Escucho el teléfono de Chris sonar y veo como él ni siquiera se inmuta, y yo estoy apunto de no hacerlo pero el sonido me desconcentra de mi dura tarea de admirarlo. Entonces me separo de él colocando una almohada entre sus brazos y camino hasta la mesa de noche que estaba de su lado. Miro la pantalla:

"Ana"

Entonces el teléfono deja de mostrar la
barra de deslizamiento para contestar y
solo muestra una llamada perdida de este número que Chris tenía grabado.

Pero sólo una duda viene a mi cabeza: ¿quién es Ana ?

De pronto siento unos brazos que me
jalan con brusquedad hacia la cama me
sacan de mis pensamientos. Me quejo
cuando caigo duramente sobre Chris,
pero él no parece haber sentido nada

-Buenos días, amor-susurra, yo no me
evito sonreír al escuchar su voz ronca
mañanera y ver sus ojos hinchados por el sueño- ¿despertaste hace mucho?- me
pregunta y yo niego, él sonríe levemente antes de suspirar.

-Alguien te llamo- no me evito decir al
sentir que la duda me picaba, Chris alza sus cejas y estira su brazo hasta alcanzar su celular.

En cuanto ve la pantalla su mandíbula se tensa y su ceño se frunce

- ¿quién es?.- Pregunto y él me mira,
entonces sacude su cabeza.

-Oh, no es nada importante-niega y yo
lo conozco lo suficiente para saber que
miente. Suspiro, lo miro y no evito pensar en la chica que él había mencionado hace bastante tiempo y que no había salido de mi mente.

Asiento y decido seguirle el juego.

-¿Quieres comer?-pregunto y él
balbucea.

—Lo que se me antoja no está en la
cocina-hace un puchero y yo siento mis
mejillas sonrojarse.

Y después de algunos besos, toques y
coqueteos, bajamos a comer. Chris
se dedica a hacer la salsa mientras yo
preparo la pasta. En cuanto ambos
terminamos nos sentamos en la barra a
comerlo, y no paro de reír cuando siento las miradas repentinas de Chris junto con su juego de toqueteos con sus pies en mis piernas.

En cuanto terminamos de comer Chris no duda en besarme y yo siento cierta vergüenza pues no había cepillado mis dientes. Pero a Chris no parece importarle. Siento como Chris
me recuesta suavemente sobre el sofá y
comienza a tocar cada parte de mi cuerpo son sus ásperas manos.

Entonces mi mente no deja de repetirme miles de cosas.

Está escondiéndote algo. . Pregúntale sobre Ana.

Me separo de Chris tratando de
recuperar el aliento y veo como él me
mira sonriente con sus labios sumamente rojizos e hinchados. En cuanto coloca sus manos en el elástico de mis bragas me tomo de valor y pregunto:

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⏰ Última actualización: Aug 22, 2020 ⏰

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****SUGAR DADDY ***** Christopher Vélez **Donde viven las historias. Descúbrelo ahora