Capítulo 2

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Simon casi no recordaba la última vez que había visto un demonio. Desde que estuvo en Edom, para ser exactos. Después de eso todo estaba muy borroso. Había vuelto a ser un mundano desde entonces, a parte de haber perdido su memoria. No recordaba muy bien el día en que la recuperó. Prefería no hacerlo.

Se encontraba en el Instituto junto con Clary, Jace y Alec. Isabelle tenía cosas que hacer ese día, por lo visto. No la vió en todo el día. Ocurrió muy deprisa. Estaba conversando con Alec mientras Clary y Jace se besuqueaban en una esquina de la biblioteca, cuando, de pronto, todos los recuerdos que le habían sido arrebatados sobre el mundo de las sombras pasaron ante sus ojos como una película. Poco a poco comenzó a recordarlo todo: Clary, el Pandemonium, el Instituto, extrañas personas vestidas de negro, el Dumort, Raphael Santiago, Magnus Bane, su conversión en vampiro, el barco de Valentine, Maureen, Maia, Jordan, Idris, el Gard, los anillos de las hadas, Sebastian, Edom...

Todo cobró vida ante él, y por fin vio las cosas claras. Cuando consiguió recomponerse y abrió los ojos, Clary estaba en el suelo, inconsciente, y Jace y Alec estaban arrodillados junto a ella, intentando reanimarla sin éxito. Lo primero que se le ocurrió a Simon fue llamar a Jocelyn. Le contó lo ocurrido, que había recuperado la memoria de pronto y que Clary estaba inconsciente. Jocelyn apareció diez minutos después con la camioneta de Luke, subieron todos a ella y se dirigieron al piso de Magnus Bane.

-Ha perdido la memoria -dijo después de observarla detenidamente durante un buen rato a la vez que lanzaba miradas furtivas a Alec, lo que hacía que éste se sonrojase.

-No puede ser -dijo Jocelyn al borde de un ataque de nervios.

-Tranquila, no ha perdido toda. Solo ha perdido los recuerdos relacionados con el mundo de las sombras. Lo mismo que le ocurrió a Simon en Edom.

-¿Qué? ¿Entonces no nos recuerda? ¿No recuerda nada relacionado con los cazadores de sombras? -replicó Jace, con una mezcla entre furia e impotencia en su tono de voz.

-Me temo que no -contestó Magnus. La tristeza se reflejaba en su rostro como en agua cristalina.

-¿Y no hay nada que podamos hacer para remediarlo?- habló por primera vez Alec.

-Bueno, podría mover algunos hilos...-comenzó Magnus.

-No -la voz de Jodelyn resonó en la estancia. -No quiero que mi hija recupere la memoria. Ha vivido siempre como una mundana, y yo nunca había querido contarle nada sobre el mundo de las sombras. Entonces apareciste tú -dijo mirando a Jace -y revolviste su mundo. No digo que fuera algo malo, porque he visto lo feliz que haces a Clary, pero cuanto más alejada pueda mantenerla de este peligroso mundo que antes era totalmente desconocido para ella, mejor.

-¡Pero no puedes hacer eso! ¡No es lo que Clary querría! -los ojos de Jace estaban llenos de ira. Ira porque no podía hacer nada. Ira porque su mundo acababa de desmoronarse. Ira porque había perdido a Clary. De nuevo.

-Lo siento muchísimo Jace, se que la quieres con todo tu corazón, pero no puedo exponerla a tantos peligros. No otra vez.

Dicho esto, Jocelyn cogió a Clary en brazos como pudo y salió del apartamento. Volvió al Instituto y dejó a Clary en las escaleras en las que se despertaría media hora más tarde.

Cuando volvieron todos al Instituto se encontraron con Isabelle esperándolos en la entrada.

-¿Qué ha pasado? Justo cuando llegué vi alejarse la camioneta de Luke de aquí...

-Isabelle, tenemos dos noticias. Una buena y la otra horrible. La buena es que Simon ha recuperado la memoria- dijo Jace, intentando mantener la calma.

-¿Qué? ¡Eso es estupendo! -corrió a los brazos de Simon y le dió un beso en los labios. -¿Y esa tan horrible?

-Clary ha olvidado todo lo relacionado con el mundo de las sombras. Como si hubieran hecho un trueque, los recuerdos de Clary por los de Simon. Y, por si fuera poco, su madre no quiere que recupere la memoria. Dice que quiere mantenerla alejada de todo este mundo, que siempre lo ha querido. -a Jace se le rompió la voz. A Simon le pareció ver una lágrima corriendo por su mejilla antes de que se alejara en dirección a su cuarto.

La sonrisa se borró de la cara de Isabelle. Soltó a Simon de repente, y este captó un atisbo de culpabilidad en los ojos llorosos de Isabelle. Quiso decirle que ella no era la culpable de nada de lo que había sucedido, pero Isabelle ya estaba corriendo escaleras arriba.

The Mortal Instruments Book 7: City of Hidden MemoriesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora