Capítulo 18

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Molestias en todos lados.

Sus cabellos azabaches peinaba a la rubia algo triste. No se veía felíz después de haber escuchado lo que tanto le había preocupado durante los últimos años.

— Ninguna quiso bailar con ninguno de los caballeros que les presenté —Estaba decepcionada.

— Ah —Dijo en voz baja sin ánimos.

— ¿Kurenai? —Dijo triste— Deja de preocuparte por ella. Está bien.

— ¿Bien? —Dejó el cepillo en el mueble francés blanco— Les he dicho en el consejo que debemos de ayudarla y nadie me toma en cuanta. El único que me apoya es Asuma.

— Ya lo hemos hablado muchas veces.

— Sí. Pero si tuviéramos más comprensión y optimismo ella querría escuchar.

— Es caso perdido.

— Yo iría a hablar con ella...

— Ni se te ocurra —Se hizo una trensa en cuestión de segundos— Es peligroso y tú lo sabes.

— ¿Y que hay de Tenten y Temari? —Ino dejó de trenzarse el cabello, prestandole atención a la mujer— Ellas quieren salvar a ese muchacho que Hinata secuestró. Todo esto está llegando muy lejos.

— No tanto —Sonrió divertida.

— No es divertido Ino. Todo esto deberás enfrentarlo tarde o temprano —Ino levantó su mirada pensativa.

— Siii, elijo tarde —Kurenai ya se estaba hartando de la poca seriedad que le daba Ino al asunto.

Kurenai fue la maestra favorita de Hinata, la más atenta con ella, dulce. Siempre trató de sacarla de su burbuja, una burbuja que la mantenía alejaba del presente. Siempre permaneciendo en el pasado.

— Quisiera que me apoyaras más.

— Y eso hago. ¿No te apoyé cuando Hinata desapareció?, ¿No te apoyé las veces que te sentiste mal por ella?, ¿No te apoyé la vez que el conde de Noche intentó pasarse de listo contigo? —Kurenai río silenciosamente.

— Asuma lo golpeó algo fuerte.

— Sí, por suerte la prensa no estaba para filmar —Odiaba que tener que vivir con ese recuerdo tan humillante— No se que hubieran pensado de mí.

— El punto es querida, ¿Que le dirás la ubicación del reino de Hinata a las chicas?

— No lo sé Kurenai —Suspiró— Creo que es mejor que se queden aquí.

— Pero ellas confían en ti.

— Y el consejo real también —Añadió.

— Piensa en Hinata, Ino.

— ¿Como puedo pensar en ella? Cuando ella no piensa en mí.

— Siempre es mejor dar, que recibir.

La de ojos carmesí se levantó y dejó la luz encendida. Como le gustaba a la rubia para dormir.

(...)

— Idiota... —Se limpió una lágrima que cayó por su mejilla.

Miró el cuadro completamente triste, seria, y con rabia. ¿Porque no podía llamar la atención de un chico como la reina del Verano?, ¿Porque nadie se interesaba en ella?

No tenía un buen busto como el de su hermana menor, no tenía una cintura perfecta como Ino. Y no tenía una buena cadera como la de Matsuri. Pero ella era hermosa, sólo que no se daba su lugar ante un espejo.

The World Re. NH/SS/SI/NJ/ST/GM #ShippudenAwards2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora