Jungkook se recostó junto a Taehyung en la cama, ninguno de los dos se molestó siquiera en deshacer las sábanas y solo se limitaron a mirarse a través de la intensa penumbra.
El azabache ya sabía que podría dormir perfectamente con el mayor a su lado, como siempre le ocurría, pero por esa vez no quería que fuera de esa manera. Deseaba, aunque fuera solo por una ocasión, ser él quien ayudara a soñar bien al chico que tenía en frente, porque no sabía si sería la última vez en la que podría estar con él de esa forma.
Estaba seguro de que Taehyung sabía cómo se sentía y supo que por eso no había intentado nada para ayudarle a dormir. Él solo estaba mirándole con atención, con ojos desbordantes de muchas emociones. Luego de que le hubiese visto recaer de esa manera tras confesarle que lo amaba, sabía a ciencia cierta que se había vuelto más transparente para el peliazul y eso le hacía sentir como si estuviese desnudo ante él. Sin embargo, Taehyung conseguía que se sintiera seguro, él realmente podía hacer eso sin tan siquiera esforzarse.
—Me gusta cuando me miras de esa manera —susurró, sabiendo que no era necesario hablar más fuerte, los ojos del mayor no tardaron en llenarse de curiosidad—. Como si ante tus ojos fuera algo maravilloso —explicó—. Haces que me sienta así.
—Es porque es así —respondió, encogiéndose de hombros.
—Pero ahora quiero que intentes dormir, hyung. Sé que yo no tengo esa capacidad, pero haré el esfuerzo por hacer que te sientas bien —le dijo, acercando la mano a su rostro para inducirle a que cerrara los ojos, él obedeció.
—Ah, tú consigues eso más de lo que crees —le aseguró, con su voz llena de calma y manteniendo los parpados cerrados. Jungkook sonrió, detallando todos sus rasgos con cuidado ahora que su visión se había acostumbrado por completo a la oscuridad.
Observó cada una de sus facciones como si fuese la primera vez y no como si fuera la última, deseando gritarle lo hermoso que era y lo mucho que quería quedarse junto a él para recordárselo todos los días. Taehyung no le veía, pero haber sabido la manera en la que los orbes oscuros del menor adquirían ese brillo mientras le miraba, hubiese hecho que su corazón se encogiera al sentirse tan querido, aunque, ciertamente, para eso bastaba con lo que estaba sintiendo provenir de él.
Creyó que se saltaba un latido cuando escuchó a Jungkook comenzar a cantar, su voz era suave y dulce, y estaba llevándole directamente a tocar las nubes. No abrió los ojos, pero sus labios se curvaron en una pequeña sonrisa que casi hace derretir al azabache. Dejó que su cuerpo se relajara, perdiéndose en todas esas emociones que solo él sabía cómo hacerle experimentar.
—Cada día que pasa tu ser me atrapa con más ímpetu, y es que solo necesito sentirme entre tus brazos para renacer, ser más fuerte, más valiente.
Deslizó los dedos por la mejilla de Taehyung y sonrió por la suavidad de su piel, recorrió todo su rostro, como si intentara memorizar cada facción, así como él había hecho antes para dibujarlo. No quería olvidar ni un solo detalle. Su corazón se sentía demasiado pleno por tenerle cerca y ansioso por que no se alejara nunca.
—Sé mi refugio, no me dejes aunque quiera correr y alejarme de todo, parece que necesito huir, pero solo quiero de ti.
La pequeña sonrisa del mayor fue desapareciendo de a poco y Jungkook comprendió que comenzaba a rendirse ante el sueño. Se sintió satisfecho por haber logrado lo que él tanto había hecho consigo, le alegraba saber que también era su calma, que también era el eso que apaciguaba su tormenta.
—Así que sostenme firme, no me sueltes aunque el viento de la dirección contraria sea fuerte, aunque parezca que todo se desmorona.
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En el Silencio de la Habitación Siete •⊰Taekook⊱•
FanfictionKim Taehyung tenía un alma tan etérea, que la desgastada humanidad sentía la necesidad de destrozarla. Él era la mejor pintura en el lienzo de la vida, pero todos sus colores eran demasiado para un mundo que estaba perdido en la opacidad del miedo. ...