En el Silencio de la Habitación Siete •⊰Taekook⊱•

Capítulo 14

Jungkook detalló con mucha atención cada facción de su bonito rostro, la forma de sus cejas, el tamaño de sus ojos, el largo de sus pestañas, ese tierno y pequeño lunar en su nariz, sus labios atractivos y deseables, su piel aterciopelada y su mandíbula bien definida; cada vez que lo hacía se sentía igual de maravillado, la belleza de Taehyung era casi irreal y no dejaba de sorprenderle.

Acercó los pulgares hasta sus cejas y las despeinó, para luego peinarlas de nuevo con una risita. El mayor, quien tampoco le había quitado la mirada de encima durante su escrutinio, sonrió en grande al ver su auténtica emoción, embelesado con ese brillo natural en sus ojos.

—¿No tienes más preguntas? —Su voz salió como de costumbre en un tono bajo, pero tan profunda y fascinante que Jungkook la sintió como una caricia. Asintió, jugueteando con los mechones que caían sobre su frente.

—En realidad estaba preguntándome... ¿por qué siete? —le dijo, y se esforzó por concentrarse en la respuesta y dejar de sentirse perdido con cada mirada que él le dedicaba.

—Huh, ponerle un número a la habitación es una especie de equis que la marca como prohibida para los empleados —respondió, con un encogimiento de hombros—. Quise que fuera ese porque... son siete los colores del arcoíris, siete maravillas del mundo, siete bellas artes, siete notas musicales... Está relacionado con la perfección y la naturaleza, por alguna razón lo siento como si fuera un número de la suerte, no lo sé —musitó, como si de repente se sintiera acomplejado—. Oh, y son siete los enanitos de Blancanieves —añadió entonces, con una enorme sonrisa cuadrada que mostraba sus perfectos dientes y que Jungkook no pudo evitar besar.

—Eres realmente tierno cuando quieres.

—No soy tierno —refunfuñó, afirmando el agarre en su cintura para dar vuelta y empujarle contra el sofá mientras él reía. Se acomodó encima suyo, sonriendo ante la sensación de plenitud por tenerle ahí, y Jungkook rodeó su cuello con ambos brazos, mirándole como si fuera eso todo lo que quisiera. Dejó un besito en su nariz y le observó expectante, a espera de la siguiente pregunta.

—¿Cómo sabes cuando estoy cerca, o la señora Kim?

—Está relacionado a lo que te expliqué antes, si me concentro demasiado en ti puedo sentirte recorrer la casa y percibo tu esencia muy fuerte cuando estás cerca, como cuando sientes que alguien te está mirando. Es parecido a una corazonada, solo que yo tengo la certeza de que es verdadero. Tu presencia se vuelve intensa, tú puedes quedarte en absoluto silencio, pero yo sabré si estás recostado en la puerta de mi habitación.

—Ya, estás avergonzándome con eso —musitó.

—A mí me gustaba que lo hicieras —confesó, acomodando un oscuro mechón de cabello tras su oreja y mirándole desde arriba con cariño—, era lo más cerca que creía poder estar de ti; y gracias a esta sensibilidad o lo que sea que tengo, sentía casi como si estuviera abrazándote. No sabes la cantidad de veces que consideré abrir la puerta para verte de frente finalmente, pero no podía permitirme perder el autocontrol. Además, siempre pensé que te asustaría.

—Ah, pues sí que lo hiciste —le dijo, golpeando con suavidad su hombro—. Creí que estaba viendo un fantasma. Tú literalmente dijiste bu. —Taehyung exhaló una sonrisa, con Jungkook enarcando una ceja en una expresión burlesca.

—¡No sabía qué más hacer! —se defendió—. Pero no me refiero a asustarte solo de esa manera, sino a... Bueno, cuando vieras que no era normal y quisieras salir corriendo.

—Corriendo hasta ti, por supuesto. Porque es todo lo que puedo imaginar, eres demasiado extraordinario como para no quererte cerca —sentenció, con un encogimiento de hombros, como si fuera tan simple como se escuchaba—. Ah, tú realmente estabas dominando mucho de mí, yo deseaba con todas mis fuerzas que estuvieras vivo o tan siquiera haber llegado antes para conocerte. Ver tus fotos y pensar en ti como alguien que ya no está, se sentía... No sé, deprimente.