Jungkook no podía evitar la sonrisa que estaba decorando su rostro mientras miraba en silencio el blanco techo de su habitación. Pensar en los últimos acontecimientos, y en Taehyung, hacía que algo dentro suyo se removiera agradablemente. Ni siquiera le disgustaba el hecho de no poder conciliar el sueño, solo porque era debido a la emoción.
O así fue hasta que el apenas perceptible pitido de su celular llegó a sus oídos, se sentó en la cama con el ceño fruncido, intentando recordar en dónde lo había dejado. Fue gracias a la pantalla que se había iluminado con el nuevo mensaje que lo encontró conectado a la toma de corriente.
—Maldición, lo dejé cargando desde la mañana. —Chasqueó la lengua y se acercó para desconectarlo y revisar quién le escribía. Tenía varios mensajes de sus amigos de la universidad, pero los pasó por alto como había venido haciendo, su mente estaba demasiado llena de otras cosas como para sentarse a chatear.
La reciente notificación era de un único mensaje de un remitente diferente, Hyun Bin, quien solo le escribía cuando era debidamente necesario o cuando tenía ganas de joderle el buen ánimo.
[2:27 a.m., 25/7/2016] Hyun Bin: Tu mamá se levanta cada vez más tarde... Supongo q prefiere dormir para no pensar todo el rato en el bastardo de su hijo... No decías q ibas a trabajar para ayudarla? Xq no has mandado dinero entonces?
Jungkook se sintió arder de impotencia, cuántas ganas tenía de hacer que se callara con un buen puñetazo. Él no era nadie para hablarle de esa manera, su padrastro no tenía ningún derecho, pero nadie parecía dispuesto a detenerle después de todo, ni siquiera él mismo. Tecleó rápido en respuesta y lanzó el celular con fuerza a la cama, ocultó su rostro con ambas manos, suspirando pesadamente sin que le importara en lo más mínimo que el aparato hubiese rebotado en el colchón e impactado en el suelo del otro lado.
[2:31 a.m., 25/7/2016] Jungkook: Mhm, parece que a usted sí le encanta pensar en mí.
Salió de la habitación, ansiando un poco de la tranquilidad que Taehyung le entregaba sin siquiera saberlo. Bajó al segundo piso y se encaminó a la puerta cerrada, donde pensaba recostarse como había estado haciendo durante tantas noches. De esa manera podría descansar.
A medio metro de su objetivo, la puerta se abrió. El pelirrojo le observó con ojos curiosos y Jungkook solo pudo regresarle una mirada anhelante. Taehyung se sentó en el suelo con las piernas cruzadas y extendió ambos brazos en su dirección, instándole a acercarse. El menor se sentó también y se recostó de espaldas en el pecho del contrario, descansando la cabeza en su hombro izquierdo.
—Lo siento —susurró, no había querido molestarle, pero su corazón se sentía feliz de que hubiese salido a su encuentro y de que sus tiernos dedos estuvieran acariciando sus cabellos, como si ya supiera que estaba buscando consuelo. Taehyung hizo un sonidito con el que le pedía silencio y habló en un tono bajo.
—Te ayudaré a dormir, puedo hacer eso.
Jungkook cerró los ojos y se dejó consentir, poco a poco su mente se despejó de todas las preocupaciones. Todavía recordaba a la perfección el mensaje de su padrastro, pero ya no le importaba. La calma estaba adormeciendo sus músculos, la burbuja en la que Taehyung le había sumergido estaba llena de esperanza, ahí dentro no había razones para tener miedo.
No sabía cómo lo hacía, no sabía si eran sus caricias, su presencia o su silencio, pero el pelirrojo estaba consiguiendo que se sintiera bien, de una manera mucho más profunda de lo que es fácil de imaginar. Estaba haciendo que se quisiera, que se percibiera suficiente, y él no tenía idea de lo que eso significaba para Jungkook, quien ya se había acostumbrado a menospreciarse.
Miró hacia arriba, hacia él, quería agradecerle, quería que fuera consciente del bien que estaba haciéndole y quería que supiera que, si podía, estaba dispuesto a hacer lo mismo por él. Taehyung no le dio tiempo de hablar, se inclinó para dejar un inocente beso en la punta de su nariz y repartió algunos más en todo su rostro. El azabache cerró los ojos para inundarse de las sensaciones.
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En el Silencio de la Habitación Siete •⊰Taekook⊱•
Hayran KurguKim Taehyung tenía un alma tan etérea, que la desgastada humanidad sentía la necesidad de destrozarla. Él era la mejor pintura en el lienzo de la vida, pero todos sus colores eran demasiado para un mundo que estaba perdido en la opacidad del miedo. ...