¿𝐐𝐔𝐈𝐄́𝐍 𝐄𝐑𝐄𝐒? ┊ Furuya Rei. ☑

Episodio 13.

— ¿Por qué lo hiciste? — Cuestionó Amuro.

— Solo fue una broma. — Volteé para verlos.

Al parecer Conan quería decir algo pero se oyó un grito, rápidamente dirigimos la mirada allí, alguien tirado en el suelo y con sangre escurriendo, ¿un asesinato?, bueno en todo caso no podía meterme, eso es parte de los detectives y agentes. 

— Creo que deben ir, yo esperaré cerca. — Mencioné, sonriendo.

Ambos asintieron sin decir nada y se fueron, me acerqué a una fuente que había allí y me senté en el borde mientras que veía la escena del crimen, justo en ese momento mi celular sonó, así que contesté.

Llamada

— ¿Estás bien?

— Te escucho cerca, ¿Acaso me vigilas?

— Pasaba por ahí, deberías resolver ese caso.

— Solo si la situación lo merita, sabes que eso es trabajo de la policía y detectives.

— Veo que estás en una cita. 

— Me los eh pillado, deja eso.

— Vale, nos vemos.

— Adiós Jodie.

Fin de la llamada

Pasaron 10 minutos, la policía había llegado y todavía no pillaban al culpable, aunque ya sabía quien era con solo ver desde lejos, lo que más me sorprendía de esto era como trabajaba Conan, de movía de un lado a otro, viendo el cuerpo sin inmutarse, algo no normal en los niños, ¿será un niño?, me quedé atenta viendo como tomaba las pistas con un pañuelo, cuidadoso, inteligente, astuto, interesante.

10 minutos más pasaron y nada, decidí acercarme a la multitud que había ahí, pude ver a Conan discutir con Amuro, al parecer compartían información.

— Con permiso. — Me abrí paso entre la multitud hasta llegar con los policías.

— Lo siento señorita, no puede ingresar. — Dijo el inspector, no me dio opción, de mi bolsillo saqué la placa del FBI y se la mostré, este al verlo se sorprendió y me dejó entrar.

— Mai, ¿qué haces aquí? — Cuestionó Amuro, Conan también me veía.

— Creo que tienen problemas con esto, les daré una mano. — Mencioné guardando la placa y viendo a la victima de lejos.

Puñalada desde atrás, el asesino la conocía, venían de compras y como habían muchas personas pasó desapercibido pero igual es considerado sospechoso, les di las bolsas a Amuro, este las tomó sin decir nada.

— El caso está resuelto. — Mencioné.

— ¿Sabe quién ha sido? — Cuestionó el inspector.

— Si. — Asentí para luego cambiar a un semblante serio.  — Debo de admitir que fue un suceso bastante inteligente pero idiota a la vez. El asesino había aprovechado a la multitud para poder cometer el delito sin problemas, ¿una apuñalada por la espalda?, el asesino la ha tomado por atrás, la apuñalo y se movió rápidamente para luego dar aviso del suceso, ¿astuto?, es algo estúpido para mi.—

Me quedé en silencio unos segundos, luego volteé y señalé al culpable, se notaba lo nervioso que estaba.

— Ha sido usted, ¿o me equivoco? — Cuestioné.

— ¡No tiene pruebas! — Exclamó.

— ¿Las quiere?, pensé que confesaría pero ya veo que sigue insistiendo en culpar a alguien más. — Me encogí de hombros. 

Encendí mi celular y busqué el vídeo que me había enviado Jodie hace solo unos segundos, subí el volumen y le di play, allí se podía ver su movimiento.

— ¿Algo más? — Sonreí.

— ¡Maldita! — Exclamó, sacando el cuchillo y corriendo hacía mi.

Me dio tiempo de guardar el celular, inclinarme esquivando su ataqué y finalmente golpeando fuerte su estomago.

— Quedas detenido por el delito de asesinato. — Dijo el inspector.

Los policías lo esposaron y se lo llevaron, el inspector me agradeció amablemente luego se fue también, la gente igual se dispersó ahora Amuro y Conan me veían sorprendidos.

— ¿Cómo has? — Cuestionó Conan.

— ¿Vamos por un helado? — Le sonreí comenzando a caminar.

Ahora si, después de esto ya no podía ocultar mi identidad, sabía que esos dos no eran idiotas así que tendría que confesar de alguna u otra manera.