CAPÍTULO 8

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¡¡malas; en las malas!!

AGNES:

Entro en mi habitación y empiezo a empacar mis cosas de playa, Gia tiene razón, ya lleva un día aquí y Heather y yo lo estamos fastidiando, ella merece pasar estas vacaciones genial, va a entrar a la universidad y el estrés le va a invadir necesita relajarse lo más posible, no quiero que inicie la universidad, sin haber disfrutado un poco de Santa Bárbara, además esto me ayudará a despejar la mente y no pensar en cierta personita, creo que esto será una oportunidad para hablar un poco más entre nosotras y disfrutar de Santa Bárbara más.

Tomo mi bolso de playa y empaco mi toalla, bloqueador, celular, billetera y salida de baño, me dirijo al baño y me coloco el vestido de baño es de dos piezas color rosa coral, me gusta este tipo de colores son relajantes para mí, me coloco un short negro y un camisa blanca de tiras, es un clima fresco y relajante, Santa Bárbara no es un lugar muy caliente pero a veces hay que ser precavidos, me suelto el pelo, no lo tengo muy largo así que es manejable, no me coloco joyería no creo que sea necesaria para ir a la playa, me decido por unas sandalias negras y una gorra rosada del mismo color que mi traje de baño, me coloco unas gafas de sol negras y salgo, no creo necesitar nada más, tal vez Heather lleve su rocola para poder escuchar música.

Salgo de la habitación y veo a Heather y Gia cerca de las escaleras están hablando vaya sí que son rápidas.

- ¿Listas? – me acerco a ellas, y las dos se ven casi igual a mí, Heather lleva una camisa de tiras roja y un short negro, lleva unas sandalias blancas su bolso de playa una gorra roja y unas gafas negras, Gia lleva una camisa de tiras azul un short negro unas sandalias negras una gorra azul su bolso de mano y unas gafas negras, esto es un chiste parece que ma... alguien nos hubiera vestido casi del mismo estilo parecemos niñas.

- Míranos parecemos casi trillizas – dice Gia extendiendo los brazos, no quiero abrazos ahora.

- Parecemos el inicio de un mal chiste – digo con los ojos entrecerrados, en serio ahora me dan ganas de volver y cambiar todo lo que llevo puesto.

- Cierra la boca Agnes, yo creo que nos vemos bien – dice Heather, ella siempre piensa positivo lo cual me fastidia un poco, pero tiene razón no nos vemos tan mal.

- Bueno, basta de hablar vámonos – Gia baja por las escaleras Heather y yo la seguimos, Heather toma las llaves del auto que están en el portallaves al lado de la puerta y le doy las gracias mentalmente porque no quería ir caminando hasta la playa, salimos de la casa y nos dirigimos al auto ¡Gracias a Dios y todos los dioses que la casa vecina ha estado en silencio!, nada de fiestas e idiotas fastidiando, creo que están avanzando.

Nos subimos al coche y nos dirigimos a la playa, el viaje no fue muy largo y me alegro, no ha habido tanto tráfico, lo cual me sorprende ya que estamos en vacaciones siempre está en bastante movimiento, pero hoy no.

Entramos a la playa y Heather se estaciona muy cerca de esta, no tendremos que caminar mucho, bajamos del auto y nos dirigimos a la playa por completo, puedo ver a Gia que está realmente emocionada, me gusta verla así, en realidad me gusta ver a mis hermanas felices aunque a veces yo lo arruine con mis idioteces.

- ¡Esto está increíble, es muy hermosa! – exclama Gia andando por la arena, yo me quito las sandalias y Heather hace lo mismo no quiero que se me entre arena entre las sandalias es muy incómodo.

- Gia quítate las sandalias, la arena te va a fastidiar – ella me mira y se quita las sandalias, obediente así me gusta.

- ¡Vamos!, deberíamos sentarnos un poco cerca de la orilla – Heather empieza a caminar unos dos metros y se sienta a unos tres de la orilla del mar, pero si eso es cerca del mar ¿Cómo será lejos para esta mujer?

FRATERNIDADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora