CAPÍTULO 10

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 "DESUNIÓN"


GIA:

No sé cuál es el puto problema con mis hermanas, y sé que en el fondo ellas me lo contaran, pero ¿Cuándo?, ¿Cuál es la necesidad de guardar tanto el secreto?, ¿Qué demonios les hicieron esos chicos para que actúen de esa forma cuando solo los nombro?, y creo que hay alguien que me ayudará con eso y sé que no se negará.

Decido ir a la fiesta de al lado, tal vez me encuentre a Elián y tal vez podamos tener esa cita que tanto espere, así podré averiguar un poco de sus hermanos.

Subo a mi habitación me coloco un vestido rosa claro y unas zapatillas blancas, me dejo el pelo suelto me colocó un poco de brillo, tomo mi bolso con mis cosas y salgo. Mis hermanas ahora están encerradas en sus habitaciones y me siento mal por arruinar la racha de buena relación, aunque siempre nos hemos llevado bien los secretos entre nosotras siempre nos perjudican y ya no quiero que me dejen excluida.

Salgo de la casa y me dirijo a la fiesta, la mayoría de personas están en vestidos de baño, pero hay otras con ropa y más decentes, paso por el ante jardín y entro en la casa y sé que hay varias personas viéndome y sé que es por las peleas que tuvimos en el restaurante, y por la primera vez que nos enfrentamos a los hermanos, paso por la sala la cual es muy hermosa, es grande y está bien amueblada, entro en la cocina y está llena de gente, la mayoría está alrededor de la isla al parecer están jugando algo, lo ignoro y salgo al patio trasero hay varias personas en la piscina y otras están bailando y yo me les uniría ya que suena Give me everything – Pitbull, cualquiera baila con esa canción.

Empiezo a buscar a Elian pero no lo encuentro en ningún lado, tal vez no esté, ¿Estará adentro?, decido entrar y me choco con una chica que venía saliendo y me riega las bebidas que tenía en todo mi vestido, tiene que ser broma.

- ¡Mierda!, lo siento – dice la chica en un tono sorpresivo mientras bota los vasos al piso – déjame ayudarte – toma unas servilletas de la cocina y vuelve, intenta limpiar el vestido por encima.

- Está bien, yo puedo hacerlo – digo tomando las servilletas de sus manos, agradezco el gesto pero siento que me está manoseando.

- De verdad, lo siento no te vi – me mira y parece triste decido darle una medio sonrisa para que no se sienta tan culpable.

Entro en la casa de nuevo y le pregunto a una chica donde está el baño ella me señala el segundo piso y subo debo intentar lavar esto antes de que se manche ya el olor a trago está impregnado así que no puedo hacer nada con eso por ahora, necesito hablar con Elian y luego irme de aquí, además una excusa para tener su número y no tener que volver a entrar a esta casa.

Subo las escaleras, veo como seis puertas y no sé cuál es el baño, además no quiero entrar a alguno de los cuartos y llevarme un trauma. Entró en el primer cuarto que encuentro y está vacío gracias a Dios y los dioses, no quería llevarme una desagradable sorpresa, entró en el baño y me encierro en él, es grande tiene un lavamanos doble, un inodoro muy bonito, una ducha en la parte derecha y una tina en la izquierda, que está llena de agua tal vez no debería demorarme, además, para tener un baño así de hermoso esta gente debe tener dinero, dejó el bolso a un lado y me quito el vestido, abro el grifo y empiezo a restregar el vestido, no quiero que se manche, me gusta este vestido, en ese momento mi celular empieza a sonar dejó el vestido remojándose tomo el celular, contesto y lo coloco en mi oreja mientras lo sostengo con el hombro y vuelvo a limpiar el vestido.

- Gia ¿Dónde estás? – es Heather, y ¿ahora qué le digo?, ¡AY GIA AHORA SI TE VAN A AGARRAR A GOLPES!, no creo que sea buena idea decirle que estoy en la casa del "enemigo".

FRATERNIDADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora