CAPÍTULO 11

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 "mi héroe"

AGNES:

¿Cómo pudo?, nos dejó en ridículo enfrente de todos y al ver la expresión de Natanael no pude hablar o decir algo más, no quería que la gente supiera lo que había pasado y esperaba guarda ese secreto y después del pleito de Gia, mucho menos se lo diré a ella no quiero que por un arranque de ira termine contando a los cuatro vientos lo que pasó eso sería demasiado.

Necesito relajarme y pensar bien las cosas antes de cometer una locura, decido tomar un baño de espuma y largo porque necesito pensar y ver que pasara con mi hermana estoy muy decepcionada con ella, no puedo enojarme con ella es mi hermana, pero por ahora puedo mantenerme alejada no quiero decir o hacer algo que me haga arrepentir.

Me dirijo al baño que es espacioso pero no tanto como el que tiene el mocoso, que probablemente se estaba aprovechando de mi hermana, ese mocoso cuando lo vea se las voy a cantar porque a Gia nadie la usa, como lo hicieron con nosotras.

Abro el grifo de la bañera y dejo que se llena un poco, agrego varios jabones y lociones para aromatizar el lugar, me quito toda la ropa incluyendo la ropa interior y me meto en la bañera, el agua comienza a relajar mis músculos y no puedo seguir despierta caigo dormida en el instante.

Me despierto, y siento el agua muy fría, me levanto y salgo de ella el aire impacta fuerte y me da un escalofrío, tomo la toalla y me la envuelvo, salgo a la habitación y veo que esta oscura ¿ya es de noche? ¿cuánto tiempo me quede dormida? tomo mi celular y veo que son las 7:08, dios dormí como cuatro horas, voy al armario cojo ropa interior y me la coloco no necesito sostén dormir sin esa cosa es lo más cómodo que puede haber, tomo una bata para dormir me llega un poco más arriba de las rodillas, es cómoda y además no necesito cocinarme debajo de las cobijas, me coloca unas pantuflas moradas y salgo, todo está oscuro tal vez mis hermanas no están para hablar, bajo a la cocina y me encuentro a Gia sirviendo un vaso con agua, me mira y deja la jarra a un lado paso por su lado y tomo un vaso no quiero agua yo soy más de jugos que algo sin sabor, saco la jarra de jugo de naranja y me sirvo un vaso, dejo la jarra en la nevera y antes de salir de ahí ella decide hablar.

- Vas a ignorarme – volteo y la veo tiene una ceja levantada y esta seria, no quiero tener una conversación con ella ahora, pero al menos se lo dejare claro.

- Si, y más te vale que lo respetes – no quiero perder la relación con mi hermana asique es mejor que me deje.

- Lo haré, pero tendrás que decirme que pasa y tengo razón en eso – se acerca a mí y la veo furiosa no tengo porqué hacerlo y no ahora.

- Tal vez pero no te lo diré ahora, no lo mereces – arruga la frente, no parece feliz por lo que dije y no me interesa si le gusta o no.

- Lo merezco Agnes, soy tu hermana, y te lo he dicho todo, creo que me debes un poco por eso – ahora es mi obligación decirle todo lo que pasa en mi vida privada ahora si esta zafada.

- Yo no te debo nada, y además no te obligue a decirme esas cosas, tú lo decidiste – abre la boca sorprendida y veo un poco de indignación en su cara, coloca el vaso en la mesa muy fuerte y se acerca un poco más a mí.

- Si, fue mi decisión, porque confié en ti pero ahora veo que fue un error, y no te preocupes no te molestare, ya estas suficientemente dañada y humillada para que yo siga haciéndolo, como piensas – no le respondo porque no sé qué demonios decirle, ve que no le respondo y se va dejándome pensando en lo que me acaba de decir, me tomo el jugo de un solo vasado y dejo el vaso en el mesón, subo a mi habitación, al diablo no me quedare aquí estoy cansada de esta mierda, empiezo a pensar que fue una mala idea que Gia viniera a vivir aquí con nosotras, después de todo, las peleas con eso idiotas empezaron de nuevo por Gia.

FRATERNIDADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora