CAPÍTULO 7

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''BIENVENIDA A SANTA BÁRBARA''

GIA:

Me levanto de la cama casi a las doce, estoy muy cansada siento que no he dormido lo suficiente, decido ir a lavarme los dientes y refrescarme un poco, no puedo pasarme todo el día en cama necesito salir y descubrir lo que me dará Santa Bárbara estos próximos años, me coloco un gancho para sostener un poco mi pelo desordenado, escucho unos chapoteos, corro la cortina, abro la ventana y me asomo, y lo veo es el chico que nos invitó anoche a la fiesta, está nadando y se ve muy bien haciéndolo, da unas cuatro vueltas a la piscina y sale de ella, toma una toalla y empieza a secar su torso duro y bronceado, se ve tan bien, puedo ver sus abdominales desde aquí, vaya que está bueno, pasa la toalla por su cabello y se lo desordena en el acto, en ese momento levanta la vista y me ve, forma una sonrisa muy dulce y me entra el pánico, me tiro al piso sin pensar, genial no quería que me viera, que lo estaba viendo, ahora pareceré acosadora o algo así, asomo la cabeza y lo veo con la cabeza de lado parece confundido, ¡Mierda!, debo decirle algo no quiero que piense que soy alguna pervertida.

- Hola... yo... escuché un chapoteo... solo quería saber qué era – me levanto lentamente, no lo miro mucho estoy un poco avergonzada.

- Lo siento ¿te desperté? – se acerca un poco para poder conversar mejor.

- No, no yo ya estaba despierta – asiente con la cabeza y me sonríe, tiene una sonrisa tan hermosa, la luz del sol se refleja también en su pecho, las pequeñas gotas de agua restantes corren por su pecho y le dan un aire masculino tan encantador parece un modelo por completo, solo imagínate poder tocarlo estar ahí cerca de él, poder verlo a los ojos y besar.... ¡DIOS!, cálmate Gia estás muy caliente estas semanas, no conozco muchos chicos pero este definitivamente es otro nivel.

- Gia... ¡GIA! – y en ese momento salgo de mis pensamientos calientes y vuelvo a la realidad, lo veo a la cara y lo veo confundido de nuevo, Por Dios ¿QUÉ ESTOY HACIENDO? , espera...recuerda mi nombre.

- SÍ – lo único que se me viene a la mente, piensa mujer.

- ¿Sí qué?, ¿estás bien? – se ha acercado por completo a la cerca que divide mi casa de la de él, pasa la toalla por sus hombros y coloca sus brazos cruzados encima de la cerca.

- Si, si yo solo – trago porque no sé qué mierda decir, bajo la cabeza intentando pensar en algo – tengo hambre – que gran respuesta, eso fue estúpido.

- Entiendo – pasa una mano por el pelo y solo ese movimiento me vuelve atrapar, no puedo seguir viéndolo terminare chorreando babas.

- Siii, eee, tengo que irme – decido irme de ahí, estoy muy tonta esta mañana, antes de dar la vuelta el decide hablar y no puedo negar la curiosidad que tengo.

- Yo... quería disculparme por lo de ayer, lo que le dije a tu hermana eso fue muy grosero de mi parte – puedo ver que es sincero conmigo, además creo que con la invitación de ayer estaba intentando ser amable con nosotras pero al parecer a mis hermanas les importa un demonio.

- Gracias – le dedico una sonrisa de boca cerrada.

- Antes de irte... pue-do, puedo preguntarte algo – toma la toalla de sus hombros y la aprieta un poco, parece nervioso.

- Sí, claro – comienzo a rasguñar mi pierna siempre lo hago cuando estoy nerviosa ¿Por qué estoy nerviosa?

- Te...¿Te gustaría ir.... algún día?, no sé ¿si quieres o cuando puedas?, ya sabes – está balbuceando demasiado, creo que voy a acabar su sufrimiento –

FRATERNIDADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora