t w e n t y f i v e

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- ¿Tú eres Min? - Escuchó a Jimin decir a sus espaldas. Soora asintió una vez con la cabeza, y alzó la mano derecha para evitar que el castaño hiciera algún otro movimiento. Le tendió un sobre extendiendo su mano hacia atrás, devolviendo el brazo a su lugar al sentir cómo Jimin lo retiraba de entre sus dedos.

El chico abrió el sobre. Se sorprendió bastante, a pesar de que obviamente dentro de la pequeña bolsa de papel habría otra de las tantas cartas que le había enviado su chica. La leyó ahí mismo.

Carta 10
Para Jimin

Al fin ha llegado el momento. Si supieras lo nerviosa que estoy en estos instantes, no dudarías en tirar la toalla y salir corriendo. Pero ya es muy tarde, estoy aquí y estás aquí.

Primero que nada quiero disculparme si no llego a ser la persona que esperas. Me dijiste que te gustaba una chica, y bueno, lamento mucho no poder ser ella. Si al final quedas muy decepcionado y decides no volver a hablarme, quiero que sepas que te quiero con todo mi corazón, Jimin. Y aunque dejes de hablar conmigo espero que tengas en mente que estaré para cualquier cosa que necesites.

Si no llego a aplicar en la universidad y esta llega a ser la última carta que recibas de mi parte - lo cual es lo más probable -, quiero que hagamos de esta cita la mejor de todas.

De verdad que verte leer esto es un regalo para mí, y sí no llegas a corresponder mis sentimientos lo entenderé.

Espero que puedas conservar esta carta con mucho cariño, Jimin-ah. No olvides que te quiero, no te imaginas cuánto.

Con todos los sentimientos que pueden caber en este pequeño y patético corazón, Min.

Cuando Jimin alzó la mirada, se encontró con los hermosos ojos marrones de la chica a la que pensó que jamás llegaría a conocer.

Estaba expectante, no podía articular palabra. Le hacía una ilusión tremenda el tener a su chica frente a sus ojos. Incluso se pellizcó unas cuantas veces para controlarse y estar seguro de que no era un sueño jugándole una mala pasada.

Tenía los ojos abiertos y sonreía tontamente. Se llevó las manos a la cabeza y caminó en círculos, aún sorprendido.

- ¡Esto tiene que ser una jodida broma! - Rió, expectante. - Soora, dime ahora mismo que esto es real.

- Lamento no poder ser... bueno, ella, Jimin. - Dijo Soora con cierta melancolía. - Pero yo de verdad te quiero y he hecho todo esto por lo mismo.

- ¿No lo entiendes, verdad? - El chico tomó a la fémina de los hombros, mirándola con las cejas alzadas. - Soora, dime que esto no es una maldita broma, porque juro que...

- Lo siento. - Musitó la chica.

- ¿Por qué te disculpas? - Cuestionó.

- Sé que te gusta una chica, y no debí obligarte a venir sabiendo que me gustas. Genial, ahora me siento culpable, patética, y...

- Soora, me has gustado desde hace casi un año, no me desilusiona en lo más mínimo saber que tú eres la que está parada frente a mí. - Sonrió, haciendo desaparecer su ojos. Y mientras él reía, a Soora le entraron ganas de echarse a llorar.

- Jimin, no quiero obligarte a nada.

- No me obligas. Yo te correspondo y te aseguro que hago esto porque me da la gana y por que te quiero. - Envolvió el pequeño cuerpo de la menor entre sus brazos, sintiendo a su vez cómo los brazos de ella lo envolvían por la cintura.

Jimin podía quedarse así por horas, y jamás iba a sentir el deseo o la necesidad de separarse de ella, y mucho menos ahora que sabía que la chica que amaba y la que le escribía eran una misma.

- Te quiero muchísimo, Soora. - Musitó en el oído de la aludida, la cual estaba aún entre sus brazos. - De verdad que no te imaginas cuanta alegría me da tenerte frente a mí. Tocarte, abrazarte, sentir tu aroma y decirte que te quiero, por que es cierto. Te quiero tanto que incluso podría decir que te amo sin titubear. Lo que siento por tí no es una simple atracción, estoy seguro de que es algo más y quiero averiguarlo.

- ¿Averiguarlo? - Cuestionó la chica. - ¿Quieres decir que te gustaría intentarlo? - Un pequeño destello de esperanza inundó los orbes de Soora.

- Sabes que si estás de acuerdo estoy dispuesto a hacerlo.

- Jimin... - Se separó de él, mirándolo a los ojos y amortiguando el temblor de sus manos con las del contrario. - Me gustas hace tiempísimo, tomé valor de vete tú a saber dónde para escribirte una jodida carta, te hice venir a una cita para conocerme y aún así, ¿piensas que no te voy a decir que sí? Por supuesto que quiero, Jimin.

- No puedo creer que seas tú. - Tomó a la chica de la cintura nuevamente y la despegó unos cuantos centímetros del suelo mientras la cargaba.

Ambos reían mientras el mayor depositaba a la chica en el suelo de nuevo. Los dos tenían el estómago a reventar a causa de las tan conocidas mariposas, los corazones de ambos se volvían uno solo, llenándose de amor y estrechando lazos entre los dos. Podían sentir esa flama por la que, según ellos, iban a luchar por mantener viva, demostrando lo mucho que se querían.

Se sentían plenos, ambos disfrutando del primer amor en su máximo esplendor. Se miraron mutuamente, llenos de aquel puro sentimiento y unieron sus labios. Un movimiento dulce, lento y placentero. Era un beso que demostraba cuánto estuvo esperando ella por él así como él por ella; que demostraba cuán fuerte era el primer amor; pero sobre todo, que demostraba lo que podías conseguir si luchabas por aquella persona que tanto amas.

*

Tres semanas después, el grupo de amigos estaba recibiendo sus resultados de los exámenes de acceso a las Universidades a las que habían aplicado.

Hoseok, Jimin y Jinyoung pudieron entrar a la facultad de danza, mientras que Soora y Jungkook consiguieron su acceso a la facultad de canto, y lo mejor de todo es que los cinco estaban en la misma universidad.

Las cosas marchaban bien para todos, Jinyoung salió a su cita con Namjoon e iban saliendo cada vez más seguido. Hoseok por fin pudo formalizar la relación entre él y su novia y se los veía más que felices; y bueno, Jimin y Soora estaban cumpliendo ya dos semanas como pareja oficial.

- Cariño. - Musitó el mayor.

- Dime, Jimin-ah. - Soora giró la cabeza, centrando su atención en su ahora novio.

- ¿De verdad no piensas escribirme otra cartita?

- ¿No crees que eso es algo innecesario en estos momentos?. - Rió sutilmente, tomando sus manos entre las suyas.

- Te amo. - Dijo el chico, depositando un beso en la mejilla de su pareja.

- Yo también te amo. - Respondió. - Más de lo que te imaginas.

La vida es demasiado corta para quedarse viendo como pasa el tiempo. Vive. Disfruta, haz todo aquello que te motiva, que te llena, que hace que tus ojos brillen. Jamás pierdas el tiempo preocupándote por lo que vayan pensar los demás sobre lo que haces o no. Siempre arriésgate a todo y lucha por las personas que amas, no tengas miedo. Todos tenemos un poco de valor que nos impulsa a hacer lo que queremos, sólo necesitamos saber cómo encontrarlo.

~•~

Con mucho cariño, amor y felicidad, Mai.

For You ;; Park Jimin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora