f i f t e e n

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Bae Soora

- No lo sé, chicos. - Suspiré. - Parece pasársela muy bien con Dahyun. Es decir, el estúpido ni si quiera se ha tomado el tiempo para escribirme algo.

Cerré de golpe mi casillero. Nos dirigimos al de Jinyoung y ésta habló mientras dejaba sus libros.

- Probablemente sea porque esa chica realmente sea importante para él. Así como él te dijo.

Ahora íbamos al de Hoseok. Quedaban pocos minutos para el receso y los maestros nos permitieron salir un poco más temprano, para que nos diera tiempo de dejar nuestras pertenencias.

- Exacto. No te aflijas, Soo. Tal vez no sea nada malo.- Dice Hoseok, dándome palmaditas en la cabeza.

Me limité a asentir mientras nos encaminábamos a la cafetería. Hicimos fila para poder hacer nuestro pedido. Jinyoung pidió un combo de sándwiches y Hobi dos hamburguesas con extra queso. En cuanto a mí, decidí que una malteada de Oreo era la bebida ideal para subirme los ánimos. Odiaba sentirme así. No suelo ponerme triste muy seguido, a menos que sea por algo o alguien que realmente me importe. Como Jimin.

Y hablando del rey de Roma, el aludido entró a la cafetería junto con su grupo de amigos, incluída Dahyun. Aparté la mirada. Vale, no es que ella me cayera mal. Se ve que es agradable e incluso me saluda cada vez que nos topamos. Sólo que me aflige un poco verla tan pegada con Jimin. Llegó hace ya una semana y pensé que no me importaría tanto verlos tan juntos. Sé que no lo hace para ponerme celosa o algo así, pues ella no sabe que me gusta Park, pero de igual forma no se siente bien. Tal vez lo mejor sea rendirme.

Lo he venido pensando días atrás. Probablemente no sea la mejor decisión, pero, ¿qué otra cosa podía hacer? A Jimin se le veía bastante a gusto con Dahyun. Se notaba a millas lo mucho que se querían. Lo que menos quería era interponerme entre ambos, así que llegué a la conclusión de que dejar a Jimin en paz era lo mejor que podía hacer por el momento.

- Ey, chicos... - Musité.

Hoseok y Jinyoung alzaron la mirada, inquisitivos. Me miraron, incitándome a continuar.

- ¿Será buena idea dejar de escribirle? - Jugueteaba con la pajilla de mi malteada.

- ¿De qué hablas? - Inquirió Hoseok.

- Tal vez sea buena idea dejar el asunto de las jodidas cartitas de lado. - Solté. - No creo que vayan a causar algún efecto en Jimin.

- ¿Estás bien, Soo? - Jinyoung se veía alterada a la par que confusa. - ¿Por qué dices cosas así de repente?

- Sólo míralos. - Señalé con la cabeza hacia la mesa de Jimin. Y como si la vida me odiara, volteé justo en el momento en el cual Dahyun y Park reían abrazados.

- Ey, Soora, no te preocupes por él. - Dijo Hoseok. - Hay más peces en la pecera.

Lo miré confundida. Jinyoung le propinó una ronda de zapes en la cabeza.

- En el mar, imbécil. Se dice en el mar.

- El punto es que Soora lo entendió. - Reprochó el mayor.

- ¿Entonces creen que sea correcto dejar de escribirle?

- Yo te diría que no dejaras de hacerlo, - Jinyoung hizo una mueca. - pero es tu decisión. De todas maneras, te apoyaremos sin importar qué cosa que decidas.

For You ;; Park Jimin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora