Secretos de un indescifrable mundo Siendo ella ese mundo

Siendo yo su condena

Y me siento orgullosa de ser su condena.

Suena un poco cruel pero es así, yo me convertí en su peor delito, en su peor pecado, el cual lo llevó a aquella despiadada condena. 

Realmente siento placer al saberlo, sin embargo puedo asegurar que usted hará que suframos y estoy segura que el dolor no será nada a comparación del placer que se presentara.

Tal vez, después de tanto tiempo estando latentes aquel despertar será mucho más trágico de lo planeado. Usted sabía que esto iba a ocurrir y aún así permitió que el tiempo pasara; tal vez porque para usted sería mucho más jugoso o tal vez sea por venganza, odio, dolor, placer, lujuria e incluso por miles de cosas más las cuales no podría describir.

A pesar de yo ser su condena, sufriré con usted quizás sea justo quizás no; los acontecimientos seguidos desde ese momento cambiarán nuestras vidas, qué tal vez ya están marcadas pero a partir de allí se marcarán de una manera completamente diferente. Que seguirá después ? No lo sé; lo peor o lo mejor es que siempre se presentarán en la oscuridad, no obstante le puedo apostar que mi piel brillará con tanta intensidad que le hará recordar el hecho de que yo soy su peor condena.

Cuál es su delito? El acercarse a mí, el enamorarse de algo que está prohibido, algo fuera de nuestro entendimiento, algo como usted ya sabía, le haría conocer el cielo y el infierno, que a pesar de ser tan brillante produce oscuridad, qué puede construir y destruir a su placer y no sólo fue el hecho enamorarse también fue el hecho de enamorarme.

Qué tan letal usted es y qué tan letal soy yo? Es una pregunta responderemos con el tiempo, porque aunque yo soy su condena, usted es mi verdugo y no tendrá piedad, pues en esto la confianza sera un deber, la arrogancia una ventaja, la ira una ráfaga de ataques, la sutileza acompañada de agresividad y sensualidad una buena arma.

Tenga en cuenta, que esto es más que un juicio, esto es más que un juego; esto es una guerra a la cual no fuimos invitados, por que no existía esto lo creamos, amarrándonos el cuello con tallos de rosas, usted naufrago en mi mar y yo me perdí en su bosque, pero igualmente ni usted ni yo sabremos a donde llegaremos pues esto parece un infinito.

Será interesante como ambos demostraremos lo que podemos lograr con nuestras armas. Que si nos dañaremos?, Que si nos dolerá? Pues eso espero. Que es lo que sentimos ? No tengo idea. Es compleja nuestra situación. Solo basta decir que ambos estamos entregados al otro. 

Sin embargo, llegaran recesiones y algunas noches en las cuales descansaremos uno al lado del otro, pero esa necesidad de guerra por siempre permanecerá. Pero cuando yo este agonizando, usted probablemente me cure con su propia sangre de igual manera yo tratare de curarle las heridas. Y al final de cada batalla yo estaré entre sus brazos o usted entre mi pecho, descansado tranquilamente incluso llegando a quedar dormidos.

No obstante y pase lo que pase, por siempre yo seré su condena y usted  sera mi verdugo.