Invierno.

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En un autobús, un hombre rubio miraba por la ventana, observaba como las gotas de lluvia caían sobre el vidrio del autobús. Al lado suyo se encontraba una mujer castaña - aunque parecía ser más un tono rojizo que uno café - durmiendo plácidamente en el hombro de este. Detrás de ellos se veía la misma escena pero con un hombre robusto y una mujer castaña con el pelo hasta los hombros y ojos azules, estos sí parecían estar cómodos con aquella posición.

Llevaban cinco horas de viaje en el autobús, sin contar las horas que habían pasado en el avión. Habían decidido viajar a Suiza, especialmente a Zurich; Los ataques bio-terroristas habían disminuido, gracias a esto ellos tenían tiempo libre.

Al cabo de una media hora mas de viaje, llegaron al lugar donde se iban a hospedar; Una cabaña pintoresca y cómoda a la vista.

- ¡Al fin! - exclamo él hombre robusto.

- Pensé que habías rentado una casa más grande, Chris - dijo él rubio con un poco de sarcasmo.

- Es lo único que me ajusto - dijo - entremos, antes que nos congelemos - tomo sus cosas y abrió la puerta de la cabaña.

Ya adentro, los cuatro se sorprendieron al ver la decoración y el espacio que no aparentaba tener por fuera.

- Sólo hay dos habitaciones, así que hay que compartir - dijo - Claire y Jill compartirán habitación he igual con Leon y yo - todos asintieron y entraron a las respectivas habitaciones.

- Deja tus cosas, tenemos que salir a comprar provisiones - dijo guardando una maleta debajo de una cama - ¿Cambiaste tu dinero por la moneda de aquí, Chris? - pregunto él rubio.

- Por supuesto, no soy tan tonto como alguien que conozco - dijo.

- Lo dice quien olvida siempre un arma extra en las misiones.

- Ya, ya, ya, ya fue suficiente pelea por hoy - dijo y salió de la habitación.

- ¡Claire!, ¡Jill!, ¡Saldremos a comprar unas cosas! - exclamo él hombre robusto.

- ¡Esta bien! - contesto la castaña de ojos azules.

Los dos hombres salieron de la cabaña y se dirigieron a una tienda que estaba cerca.

- Es muy bonito el lugar, escogimos un buen lugar para relajarnos - dijo él hombre robusto.

- Supongo que Jill escogió el lugar - contesto él rubio.

- Así es, hace mucho que ella me había comentado que quería visitar este país.

- Ya veo...¡Mira! - él rubio señalo una cabaña con un letrero enorme de color verde - esa debe ser una tienda, supongo.

- Concuerdo contigo, entremos - dijo él hombre robusto.

Los dos estaban por entrar a la tienda, pero algo llamo la atención de él rubio.

- Rojo...- dijo mientras miraba a una figura roja a lo lejos, una figura semejante a una mujer.

Él rubio no dejo de ver la figura, hasta que de repente la figura desapareció, como sí no hubiese sido real. Él rubio lo dejo pasar y entro a la tienda.

Dentro de la tienda, mientras que él hombre robusto tomaba distintos paquetes con comida, él rubio miraba las cosas que habían en la sección de recuerdos; peluches, chocolates, pines, llaveros...dos en especifico le llamaron la atención, una pequeña figura de bailarina con un vestido rojo y una figura de un policía con un traje azul.

- Que coincidencia...- dijo en un susurro. Los tomo y los observo unos minutos - seria un buen regalo - dijo, tomo el llavero de policía y se fue a la caja registradora.

[RESIDENT EVIL] Differences between each storyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora