Capítulo 1

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La universidad de Kamii sin duda es una de las mejores universidades de Japon, posiblemente de todo el mundo y eso también significaba que sería costosa. Bastante costosa que incluso obligaría a un grupo no beneficiado económicamente de sus estudiantes a tener que trabajar para solventar sus estudios.

Entre ellos estaba Hideyoshi Nagachika, un participante en Estudios Internacionales en la universidad. Tenía una gran deuda que saldar ya que los primeros semestres estaban a medias.

Tenía la mala suerte de ser el hijo de una mujer descuidada y paciente de un psiquiátrico. Trabajar para pagar la residencia de su madre también era su responsabilidad ya que era hijo único y nunca conoció a su padre, ese desgraciado prefirió escapar de Tokyo que hacerse cargo.

Hoy empezaban de nuevo las clases, ingresaba a la puerta con un enorme vaso de café con crema encima que olía delicioso. Ni bien dio el primer paso con su bebida, un chico se tropezó con él. Se miraron por unos segundos antes de que todo su café se escurriera en el suelo y sus libros se cayeran lejos del primer accidente.

— ¡Lo lamentó tanto! — Se disculpaba el chico mientras recogía sus cosas.

Hideyoshi se quedó un poco triste, su bebida le había costado cerca de 500 yenes y ahora estaba en el suelo siendo pasaba inútilmente por un trabajador de limpieza.

— Te compraré otro café — Habló con fuerza el de cabeza azabache, sus mejillas estaban escandalosamente rojas.

— No te preocupes... — Decía sin enojarse ya que el desconocido hombre parecía estar aterrorizado de cómo estaría. — Enserio, no estoy molesto — Seguía insistiendo pero el sujeto ya tenía otro café con doble crema, además de un panecillo con chocolate interior.

Lo recibió sin relinchar ya que se lo metió entre sus dedos, miró hacia otro lado apenado mientras el rubio se asombraba. El café que ahora tenía era el doble de costoso más el panecillo que veía a los profesores disfrutar, nadie compraba cosas de la cafetería con frecuencia ya que estaba conocida como la más cara.

El chico se disculpaba de nuevo — Nuevamente, lo lamento — y Hide realmente lo había perdonado en los primeros dos lo sientos.

— Te perdonaré si me dices tu nombre — Le dijo con una sonrisa. — Oh, es Ken Respondió el de pelo oscuro con cierta dificultad, no estaba muy acostumbrado a socializar mucho.

— Bueno, Ken. Mi nombre es Hideyoshi Nagachika — Se presentó más amigable y entablaron una conversación corta hasta la plaza estudiantil donde se dividieron.

Hoy el rubio aprendió dos cosas, que Kaneki Ken era un estudiante de primer año como él pero de Literatura y que los accidentes eran los nuevos incidentes sociales que incluso le ofrecieron más comida de la que tenía.

El día transcurrió como siempre con normalidad, tuvo tres clases, almorzó lo que se preparaba en la mañana y corrió a su empleo como mesero en las tardes-noches.

Seidou Takizawa era uno de sus amigos, se trataba de otro estudiante menor a él que siempre lo acompañaba cuando salían de trabajar a su casa ya que vivían cerca o eso le hizo creer.

— ¡Hide! — Gritó el castaño al verlo entrar en el lugar con su característica gorra.

— ¡Seidou, hola! — Saludaba bajito ya que si eran escuchados por el jefe tendrían problemas.

La noche era todo una locura, uniformados hasta las doce pero tenían clientes de todo tipo ya que Tokio es un lugar bastante visitado por extranjeros. Sus noches eran impredecibles, algunos clientes le pedían a Hide su número por su belleza ya que a pesar de ser japonés, tenía unos impresiones ojos marrones bastante amplios y un cabello rubio que era muy natural aunque el chico lo tiña. Su apariencia era algo turístico al ingresar y Seidou se reía de esto ya que al él le pedían tomarse fotos con el mesero de bonita sonrisa.

Niñero de un ghoul | Kanehide Donde viven las historias. Descúbrelo ahora