(Pv de Ayumi)
Permanezco de rodillas sin atreverme a levantarme, el maestro Lao dijo que no debo levantarme sin su permiso.
(Bestia divina): La marca en tu cuello te ayudará a cultivar más rápido, pero al final todo dependerá de tu propio esfuerzo, si eres floja eres débil, pero si te esfuerzas lo suficiente nadie podrá derrotarte.
(Ayumi): Si señor bestia divina.
(Bestia divina): Una cosa más, te prohíbo hablar de tu verdadero apellido con alguien, si las personas saben quien eres los cuatro reinos trataran de asesinarte.
(Ayumi): Entendido.
(Bestia divina): Además deberías quedarte en este lugar y cultivar tu aura de batalla, este lugar es donde estoy todo el tiempo, mi energía residual te ayudará mucho en tu cultivo.
(Ayumi): Pero señor bestia divina, yo no se cultivar mi aura.
Veo como la bestia divina deja caer un rollo de su boca que rueda hasta mi.
(Bestia divina): Usa eso hasta que alcances el reino de aura verde, cuando lo logres regresa a mi… y por cierto dile al viejo que te acompaña que no pase por el ala oeste del la ciudad.
(Ayumi confundida): ¿Por qué?
(Bestia divina): por qué activara las trampas.
¡¡¡BOOOOOOM!!! (Explosión)
De pronto se escucha una gran explosión que parece provenir del exterior.
(Bestia divina): Olvídalo… tranquila el viejo tiene un alto cultivo no morirá por esos pero quedara chamuscado.
No estoy segura si el maestro Lao estará bien, pero si la bestia divina lo dice seguramente es verdad, ahora mismo no puedo perder tiempo y debo aprovechar esta rara oportunidad para cultivar.
La bestia divina desaparece en la oscuridad, entonces una bola de fuego flota sobre mi iluminando donde estoy de rodillas, estando segura que la bestia divina ya no está me pongo de pie y tomo el rollo, pero pronto descubro que tengo un problema… no entiendo nada ya que no se leer.
(Ayumi): ¡Señor Bestia divina espere!
Pero no hay respuesta se marchó, supongo que tendré que buscar al maestro lao para que me ayude. Salgo de la sala oscura y regreso a la sala llena de tesoros, donde me encuentro con el espirito del hombre mayor de antes.
(Espíritu): ¿Cómo te fue señorita?
(Ayumi): Muy bien señor espíritu.
(Espíritu):La marca en tu cuello coloca un gran peso sobre tus hombros señorita, te deseo la mejor de las suertes.
(Ayumi):¿marca?
Camino y tomo un espejo de oro de la pila de tesoros y veo una marca en forma de dragón negro que devora su propia cola ¿desde cuando tengo esa marca?
(Espíritu): No debes permitir que nadie la vea.
Asiento y continuo con mi camino, subo las largas escaleras y llego de rodillas al final, comienzo a buscar al maestro Lao y cuando lo veo a la distancia está lleno de ceniza y chamuscado.
(Ayumi): ¿Maestro Lao se encuentra bien?
(Lao): claro solo me encontré con un pequeño problema nada serio, mejor dime ¿cómo te fue?
(Ayumi): Me encontré con los espíritus de mis ancestros y la bestia divina… y la sala del tesoro del clan…
El maestro Lao se sobresalta y luce muy emocionado.
(Lao): ¡¿Sala del tesoro?!
El maestro Lao busca a mi alrededor y luego me mira confundido.
(Lao): Ayumi ¿Dónde está el tesoro?
(Ayumi): No traje nada conmigo, Mami solía decir que la codicia es mala y que soy muy pequeña para manejar dinero, por eso lo dejé en ese lugar hasta que yo sea mayor y responsable.
El maestro Lao está en una esquina llorando.
(Lao): ¿no pensaste en tu pobre maestro? Este pobre viejo lleno de deudas…
(Ayumi): Pero ese es el tesoro que mis ancestros se esforzaron mucho en conseguir ¿por qué se lo entregaría a usted?
El maestro Lao suspira y niega con la cabeza.
(Lao): No se puede hacer nada entonces, mejor dime ¿Esa marca en tu cuello es la bendición de la bestia divina?
(Ayumi): No lo sé… creo que sí, pero maestro Lao, la bestia divina m entregó esto, se supone que me sirve para cultivar mi aura.
(Lao): Lo lamento no puedo verlo eso es algo entregado a ti por la bestia divina y yo no puedo leerlo.
(Ayumi): Pero maestro Lao yo no se leer…
El maestro y yo nos miramos fijamente y luego el se palmea la cara.
(Lao): Bueno supongo que tendremos que regresar y enseñarte a leer antes de empezar a cultivar.
Comenzamos a salir de la ciudad entonces cuando estamos cerca de la salida siento una mirada sobre mi, cuando volteo a ver sobre una torre cercana esta el espíritu de un hombre de cabello negro y ojos violetas, viste ropas muy elegantes y por algún motivo su presencia, apariencia me recuerdan a un rey.
El hombre es de rostro impecable, como uno de esos príncipes en los libros de cuentos. El hombre a lo lejos levanta la mano y se despide de mi, instintivamente levantó la mano y me despido de el y por un segundo pude ver una pequeña sonrisa en el rostro del frío hombre, entonces desaparece y solamente miro la torre fijamente.
(Lao): si terminaste de despedirte vámonos no hay tiempo que perder.
(Ayumi): ¿Maestro Lao como sabia que el estaba en ese lugar sin voltear a ver?
(Lao): Si entrenas duro también podrás hacerlo.
Luego salimos de la ciudad y el maestro Lao me colocó las pesas nuevamente en las piernas cintura y brazos, dijo que tenía que usarlas hasta regresar a la ciudad capital y el maestro cubre la marca en mi cuello con un trozo de tela.
(Ayumi): ¡Pero maestro Lao eso está a muchos días de este lugar, no puedo caminar tanto tiempo con las pesas puestas!
(Lao): No vamos a caminar vamos a correr…
(Ayumi): ¡¿Ehhhhh?!
El maestro Lao comienza a trotar y yo lo imito pero se me dificulta mucho correr con las pesas y luego de solo unos cientos de metros siento que me voy a desmayar.
(Lao): acamparemos en un claro a unos 9 kilómetros de este lugar, podrás descansar cuando lleguemos.
(Ayumi casi llorando): No puedo hacer maestro… nunca podré correr tanto tiempo con las pesas…
(Lao): claro que no puedes hacerlo si te dices a ti misma que no puedes. Por qué mejor no te repites a ti misma “Si puedo” si te convences a ti misma que puedes hacerlo no habrá nada que no puedas hacer.
(Ayumi): ¿Convencerme a mí misma?
(Lao): Ayumi tu no tienes talento, eres débil y mediocre, además todo el mundo es tu enemigo, pero incluso cuando el destino mismo te quiere muerta tu has demostrado que tienes una voluntad más fuerte que cualquier genio, ellos viven y entrenan bajo las mejores condiciones, pero tu por otra parte a tus cortos 6 años ya miraste a la muerte a la cara en tantas ocasiones, pero a pesar de eso aquí estás, dando lo mejor de ti misma para sobrevivir en este mundo tan despiadado… Ayumi el camino que tomaste es uno sin retorno, donde si te rindes incluso si es una sola vez morirás, por eso cuando quieras rendirte recuerda todas las dificultades que pasaste y pregúntate “¿Vale la pena rendirse?” recuerda todas las lágrimas y sangre que derramaste y luego mira donde estás ahora en comparación a cuando empezaste… dime ¿Eres la misma niña que hace 3 meses?
¿Soy la misma que hace 3 meses? Hace 3 meses estaba luchando en la calle por unas monedas, sin importarle a nadie, pero ahora tengo un lugar que llamo hogar, personas que están dispuestas a entrenarme aún cuando tengo un talento peor que la basura, también está Hana-San que derramó lágrimas por mi, hace 3 meses no podía ponerme de pie con las pesas pero ahora puedo correr con ellas.
Es verdad ya no soy igual que hace 3 meses, incluso si es solo un poco aún estoy mejorando cada día, todo mi esfuerzo no es en vano, yo sabia que tendría que esforzarme más que nadie para lograr mi objetivo, prometí no rendirme sin importar las dificultades.
Puedo escuchar la voz en mi cabeza reír y preguntar.
(Voz): Eres débil y sin talento, con tan poca determinación nunca vengas a Mami ¿Te rindes? ¿Continuas?
(Ayumi): ¡Continuare!
Ignoro el dolor en mi cuerpo y corro más rápido hasta alcanzar al maestro Lao, me esfuerzo mucho por mantenerme a su lado, luego de un rato ya no podía sentir las piernas y el dolor era terrible, me hacía querer gritar y llorar, pero en cada ocasión las palabras del maestro me recordaron que no debía rendirme, entonces luego de algunas horas donde no estaba segura si aún movía mis piernas, escuche la voz del maestro Lao
(Lao): Es aquí Ayumi.
Cuando escuche esas palabras mi cuerpo se desplomó y todo se puso negro, luego de un rato abro los ojos y veo una fogata a unos metros de mi, con unos peses asándose y al maestro Lao comiendo uno.
(Lao): ¿Cómo te sientes?
Trato de levantarme pero el dolor en mi cuerpo es mucho y apenas puedo sentarme.
(Lao): Toma esto.
El maestro Lao me pasa una píldora y yo la trago, siento como lentamente el dolor disminuye.
(Lao): El dolor debería desaparecer en unos minutos, ahora come seguro tienes hambre.
El maestro lao me pasa uno de los peces y lo como rápidamente, luego de terminar miro a mi alrededor ¿realmente lo logré?
(Lao): enserio lo lograste, no pensé que lo lograrías ¡Ha ha ha!
(Ayumi): ¡Maestro Lao que cruel, me alentó tanto aún cuando pensó que no podría!
(Lao): ¿No es mejor así? Lograr algo en lo que nadie crea en ti, dime ¿que se siente lograr algo en lo que tu propio maestro no pensó que podrías lograr?
Es verdad se siente muy bien, saber que nadie confía en ti y demostrarle a todos que si puedo, es un sentimiento agradable.
(Lao): Por cierto, mañana correremos 11 kilómetros antes de parar.
(Ayumi): ¡¿Ehhhhhhhhhhhh?!
(Lao): y cada día añadiremos 1 kilómetro hasta llegar a la capital.
Me pongo pálida y por un momento me pareció ver al maestro Lao con cuernos y una cola mientras ríe malvadamente, pero respiró profundamente y me tranquilizo. Puedo hacerlo, estoy segura que si no me rindo lo lograré.
Los próximos días fueron relativamente tranquilos, correr con las pesas todos los días, hasta caer desfallecida, cenar y dormir, así fue hasta el cuarto día donde corrimos hasta la posada de Hana-San que fueron 15 kilómetros.
Cuando llegamos caí de rodillas y apenas podía respirar, el maestro Lao me quitó las pesas y desactive mi aura de batalla.
(Lao): Felicidades ayumi-Chan.
(Ayumi): ¿P-Por qué?
(Lao): Esta vez corriste 15 kilómetros y no te desmayaste al terminar.
Es verdad, las ampollas en mis pies me matan, están inflamados y duelen, pero sigo despierta y consiente, no puedo evitar alegrarme, incluso si es un poco y lentamente cada día me hago más fuerte.
(Lao): Ayumi, toma esta píldora y toma hoy y mañana libre de entrenamiento.
(Ayumi con ojos brillantes): ¡¿Enserio?!
El maestro Lao asiente, le agradezco y regreso a mi habitación, me lanzo sobre la cama y me dormí de inmediato, me desperté al día siguiente por la mañana, me dirijo a la parte trasera y saco una cubeta de agua del pozo para bañarme, luego bajo a desayunar.
(Hana): Buenos días Ayumi-Chan ¿Dormiste bien?
(Ayumi): ¡muy bien!
Hana-San me sirve un plato de sopa y un trozo de pan.
(Hana): ¿Qué planes tienes para hoy Ayumi-Chan?
¿Qué planes?... yo… no lo sé, ¿Qué se supone que debo hacer? Todo este tiempo solo me preocupé por entrenar y nada más, ¿Qué se supone debo hacer en un día libre? ¿Jugar? No lo sé.
Cuando estaba con mami habría salido a jugar, talvez visitaría a los ancianitos de la tienda, pero ahora no se que debo hacer, por algún motivo siento que salir a jugar suena como una perdida de tiempo.
(Ayumi): Hana-San… ¿puedes ayudarme a entrenar?
(Hana): Ayumi-Chan ahora tienes que decirme Maestra Hana… además si el abuelo te dijo que debes descansar, por eso no puedes entrenar.
(Ayumi): Pero…
(Hana): Sin peros jovencita, no puedes entrenar… sabes que, hoy yo también tomaré el día y no iremos al mercado, no puedes seguir cubriendo la marca de tu clan con un trozo de tela.
Acaricio suavemente el trozo de tela en mi cuello, se supone debo esconder de todos la marca pero ¡¿Cómo lo supo la maestra Hana?!
(Hana): El abuelo me lo contó he he.
Luego de cerrar la posada salimos al mercado, donde la maestra Hana compró un lazo de color azul con un cascabel y luego esconder la marca en mi cuello con el lazo y el cascabel, la maestra se sobre Salta y me abraza mientras frota su mejilla contra la mía.
(Hana): ¡Ayumi-Chan eres adorable pareces una gatita con el cascabel
(Ayumi): Maestra Hana ¿por qué un cascabel atado en el lazo?
(Hana): Por qué te vez más linda.
Solo miro fijamente a la maestra esperando que sea una broma, pero su rostro sonriente me dice que no es broma.
(Narrador omnisciente)
Mientras Hana y Ayumi compran, a lo lejos pasa un carruaje muy elegante, con el emblema de la familia Ford, en su interior se encuentran dos niños uno es el hijo menor de la familia Ford que es de cabello blanco y ojos azules, frente a él un niño de cabello y ojos rojos. El niño de cabello rojo mira a Ayumi a la distancia.
(Niño de cabello rojo): Mira eso, sabes la rubia es conocida como la basura número 1 del reino.
Él niño Ford le da una mirada perezosa a Ayumi, pero cuando mira sus ojos celestes un leve brillo de interés aparece en sus ojos.
(Joven Ford): No la subestimes…
El joven de cabello rojo muestra enteres en las palabras de su amigo.
(Niño de cabello rojo): ¿puedes sentirlo no? Su aura de batalla es apenas Blanca y como mucho rango 2 ¿Por qué no subestimarla?
(Joven Ford): Por su mirada, es la mirada de alguien muy fuerte.
El niño de cabello rojo pone los ojos en blanco.
(Niño de cabello rojo): ¿Juzgas a una persona por su mirada?...¿Eres idiota?
Incluso con el insulto de su amigo, el joven Ford no pierde la compostura.
(Joven Ford): La mejor forma de juzgar a una persona es por su mirada, talvez ahora ella sea débil pero en el futuro ella será muy fuerte… pero si me crees o no es tu problema.
El joven de cabello rojo le da una mirada a Ayumi y piensa “Podría ser divertida” el es el tipo de persona que es tan inteligente que el mundo le resulta aburrido, por eso cuando encuentra a alguien como Ayumi le parece realmente interesante y no puede evitar querer jugar con ella, para ver que tan lejos puede llegar, al final todo es para matar su aburrimiento.
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Ayumi
RandomUna niña pierde todo lo que tiene, sola y sin ayuda tendrá que encontrar la manera de seguir adelante y ser fuerte para vengarse de quienes le quitaron todo en la vida.