3. Primera vez. [Yasuo x Yi]

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Palabra: primera vez.
Pareja:
Yasuo x Yi.
Aclaraciones: spirit blossom y espada eterna. Si leen incoherencias no me maten, pls.

No reconocía el lugar, pero admitía que era hermoso. Las flores decoraban cada rincón, y la brisa agitaba hasta la punta de sus cabellos.

No había rastros de alguna entidad o persona por la zona por lo que continuó caminando, encontrando ríos, templos vacíos y majestuosas estatuas. Era tan confuso, sin explicaciones, allí estaba, a la merced de su suerte.

―Oye ―una pacífica voz le llamaba, y sus ojos se movían con desespero para encontrarle―. No eres de aquí, ¿verdad?

―¿Ser de aquí? ―su con función incrementaba en cada paso, asimilando algo que no él entendía. Se detuvo frente al joven peliblanco, que sentado reposaba su espalda contra el árbol.

―Eres nuevo, recordaría tu rostro si te hubiese visto antes ―evadió el juguetón tono con el que le hablaba.

―¿Dónde estoy? ―preguntó sin paciencia. Estaba cansado de deambular de un lugar a otro, sin respuestas.

―En ningún lugar ―en un suave movimiento con la palma de la mano, incitó a que el perdido joven se sentara a su lado.

Aceptó, resignado a que el muchacho sería su única salvación en aquel calvario. Se posó sobre el delicado pasto, a su lado.

―¿Podrías explicarme? ―suplicó, haciendo sonreír al blanquecino espadachín, y dando un largo trago a su bebida que cargaba en la diestra.

―Estamos muertos y no estamos en ningún lugar, sólo en busca de nuestro descanso.

Lo que oía no tenía sentido, no cabía en su cabeza ninguna de las palabras escuchadas, pero por el tono empleado, y como en misterioso joven se tomaba todo tan tranquilo no había señal de que estuviera bromeando.

No recordaba cómo había llegado al lugar, pero era imposible que estuviera muerto.

―Eso es imposible. Dediqué mi vida a la pureza, al arte de combatir ―ondeó su espada, enseñándola―. Soy alguien digno de portar la espada Jade, el poder más allá de la mortalidad y-

―Patrañas.

Un exaltado Yi brincó en su lugar. El contrario había arrebatado la espada de sus dedos y la movía como si fuera un juguete, sin respeto por todo lo que aclaró antes.

―¿Qué haces?

―Te encontraste con la vulpina al llegar, ¿cierto?

Sentía un destello iluminar su mente, como un recuerdo pasado, pero a la vez tan cercado. Despertar con un dolor en su cuerpo que se borró en el instante que los dedos acariciaron el pelaje del animal parado a su lado. La recordaba, guiarla por extensos senderos hasta perderla de vista. ¿Por qué la había olvidado?

―Si estás aquí, significa que ya no perteneces al mundo terrenal. Nadie de aquí lo hace ―su voz se escuchó molesta a lo último, como si odiara estar en ese lugar. A lo mejor por ello estaba desde rato ahogándose en alcohol.

―Es imposible...

―¿Entonces qué haces aquí? ¿Pureza, inmortalidad? Aquí esas tonterías no existen. Sólo resígnate a encontrar la paz, y descanso eterno lo más rápido posible.

La rudeza en su voz, le hacía añorar un recuerdo que no podía recordar... Redundante, tan patético y miserable. ¿Su maestro? ¿A él mismo? No obtenía memorias de lo vivido en vida y tampoco estaba seguro si quería revivirlo.

―¿Por qué mis ideales siguen latiendo?

Yasuo rió, no existía corazón latente en el lugar, y los ideales eran algo estúpido también.

Challenge ─  Smut League of Legends.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora