capitulo 5

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La noche se hizo larga en las maniobras entre las sabanas, él duerme profundamente con Merii en sus brazos, baja todas sus defensas ante el cansancio de la experiencia de complacer a la pelirroja, su respiración es profunda y pausada, un sueño tranquilo y en paz, sus escudos y alertas olvidadas, no percibe la perturbación en la fuerza cuando después de más de un año el vínculo entre él y Rey se abre, en el instante más inconveniente, totalmente desnudo, con la pelirroja en sus brazos y la luz amarilla alumbrándolos.

Las discusiones se vuelven casi cotidianas entre ella y Poe, el primer golpe fue un éxito y los planes de dar otro es lo que ocupa al general, pueden discutir casi por cualquier cosa, como esta ocasión que el motivo fue el pedir que dejen de llamarla Jedi y de exigirle portar ese fraude, para él lo más importante es contar con ese activo que les ganara la voluntad de sus patrocinadores; es un trofeo que presume la última Jedi; Rey furiosa deja la asamblea para buscar un poco de privacidad y controlar su ira, corre por la jungla esquivando la maleza con golpes furiosos de su báculo, camina hasta llegar lo más lejos que ella considera; sobre una piedra en un paraje apartado, lejos de la base dispone a tranquilizarse, todo el tiempo se cuestiona si la resistencia debe continuar o es momento de rendirse, la interacción con Poe no cambia en nada, y ella teme revelar que por más que forcé su voluntad, cada vez la asfixia más su noviazgo, pero teme perder al único ser que le dice quererla , ella se siente acorralada y sin opciones; un silencio y parece que todo se detiene, gira su cabeza buscando a todos lados, recuerda esa sensación y no puede creerlo, él está muerto, continua buscando con la vista, jadeando y los labios entreabiertos y su corazón se detiene... Kylo está dormido completamente desnudo, solo ve su ancha espalda y cabello negro, es imposible que no sea él, piensa, no hay más usuarios de la fuerza, recuerda, un rubor extraño al verlo expuesto enciende sus mejillas, rodea su cuerpo para corroborar que es él, algo entre sus brazos la intriga, porque ella solo ve las formas elevadas, su pierna cubre a algo o alguien y lo abraza con fuerza, mientras él no es consciente de la conexión abierta, Rey lo ve y no puede creerlo, él estaba muerto, su respiración se agita hiperventilando, por que verlo otra vez y saber que está vivo, remueve todo lo que pretendía dejar atrás, sus lágrimas por su luto regresan y se siente traicionada, porque es claro que él está durmiendo plácidamente con buena compañía, mientras ella vive una relación frustrante, todo por querer olvidar, el hueco en su estómago casi hasta las náuseas, es insoportable, extiende su mano, quiere tocarlo y comprobar que es él, que vive y no es una visión; en silencio y con toda la cautela, levanta un poco su cabello para descubrir su rostro, es él no tiene dudas, y antes de que su llanto la traicione y sea descubierta, corre, corre más lejos hasta cerrar el vínculo, porque de quedarse no podría evitar las lágrimas, sus sollozos son fuertes y lastimeros "¿Por qué?" se pregunta, se deja caer de rodillas en la tierra, que mancha sus pantalones, sus manos sobre sus rodillas en posición de súplica, con la cabeza agachada, su cabello se pega a su frente por el sudor, sus tres bollos se agitan desordenados y casi sueltos por la carrera; los espasmos que provoca su llanto son visibles; como una diosa atormentada; en todo este tiempo ella nunca descubrió que alguien la estaba buscando y fue testigo de su sufrimiento, sin comprender que es lo que ella vio o sus motivos para ese llanto tan desgarrador, siente su dolor en sus lamentos y Rey repite "¿Por qué... por qué? Tú estabas muerto" escucha Poe cuando se acerca "¿Por qué Ben?" solloza, intrigado por el llanto y la mención de ese nombre que desconoce se acerca ruidoso, sus botas hacen crujir la hojarasca alertándola, Rey se limpia los ojos pero no puede negar lo evidente con él frente a ella.

"¿Qué sucede Rey?... ¿Quién es Ben?" es notable que está cerca de perder los estribos, no solo por el arrebato anterior, que merece un castigo dado a su orden militar, también es es a nombre personal; el general está de pie frente a ella con las manos en la cintura.

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