capitulo 22

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El general junto a su amigo solo observan desde la superficie del planeta como se pierde en la atmosfera la nave que lleva a Rey lejos de la base de la resistencia; ella lo vuelve a hacer; exasperado Poe se pasa los dedos entre sus rizos oscuros, camina iracundo hasta llegar a encontrar a Kaydel "¡Dime a donde fue Connix!" ella le da la espalda para regresar a dormir "no lo sé general"

"es tu amiga... sé que ella te dice todo"

"si... pero no a donde va" continua hasta dejarlo solo en la entrada; sin duda no está satisfecho le da alcance para continuar preguntando

"Connix... ¿lo haces por lo que pasó entre nosotros dos?"

"¿hacer que general?"

"ser amiga de Rey y convencerla de alejarla de mi"

"no general... no soy yo quien la convenció de eso" su dulce voz contrasta con el gesto cínico que lo acompaña "ya olvide si hubo algo entre los dos... tengo nuevos intereses general... podría salir de aquí para dejarme dormir... por favor" él deja de inmediato el lugar, mas confundido e iracundo que cuando ingreso; Kaydel guarda los secretos de Rey más nunca le dirá nada.

Rey llega más emocionada que nunca a Ubardia las nuevas expectativas en su vida son bienvenidas, admira el sol de la mañana, el paisaje y el aire los encuentra más bellos y puros, todo parece nuevo sin presión de volver, si expectativas sobre ella y sin misión que ponga en duelo sus intenciones, ella no quiere eliminar a Hux. Aterriza preguntándose donde esta Ben, no sale a recibirla esta vez; al entrar a la cabaña busca en cada rincón sin éxito, va directo a la habitación donde sus pertenencias la esperan, una idea espontanea la toma, en el baño llena la tina con agua caliente, a pesar del día caluroso, le gusta sentir el ardor suave que la toca, frotando su piel con los jabones perfumados que le dan más suavidad; unas pisadas anuncia la llegada de Ben, Rey llego un poco antes de lo previsto entra al cuarto de baño para admirarla, con una amplia sonrisa de ella es recibido; Rey continua deslizando la esponja sobre su cuerpo, con toques sensuales que recorren cada una de sus curvas, el agua se refleja con brillo resaltando más las redondeces de sus senos; sus brazos levantados cuando lava su cabello los elevan retadores e insolentes; Ben la observa en ese ritual que llena sus ojos de su belleza, le acerca la toalla cuando Rey deja el agua, la envuelve y seca, besa su cuello sin prisa "¿te quedaras?... tu última visita fue de solo unas horas" mientras ella comienza a vestirse , sonríe guardando un poco el misterio alrededor de su elección ; dura un par de minutos que resultan delirantes, para él parece eterno

"Ben... me quedare para siempre" se cuelga de su cuello, lo besa ansiosa esperando las reacciones de él, quien la presiona entre sus brazos para elevarla sobre el piso y girar los dos.

"¿sabes cómo podemos celebrar?" la lleva en brazos hasta arrojarla en la cama, lo que sigue es inevitable, no hay nada que evite el momento donde se hacen uno nuevamente.

Las horas, los días pasan en la rutina que ya conocen, donde él se levanta muy de madrugada para sus labores, las noches son de fuego que urge apagar, al despertar Ben se da el placer de verla dormir, su piel, su cabello suelto sobre la almohada, desnuda y bella solo para él; nadie más toco lo que ya proclama suyo; se levanta para iniciar su jornada mientras ella duerme un poco más, hasta que la luz del amanecer la toma, cálida y brillante así entra por su ventana, para acariciarla con sus rayos, Rey se levanta para preparar el desayuno tomando control de su nuevo hogar, parece un tiempo de calma hasta ahora los dos lejos de la guerra y la política, en una vida simple, que renuncia a la grandeza y el poder para ganar una frágil y efímera libertad, solo que aún no lo saben a tres semanas de la llegada de Rey.

Toques insistentes llaman a la puerta, haciendo levantar a Ben quien dormía con Rey entre sus brazos a media tarde, con mala gana se viste para ser el anfitrión del no invitado "Hux... ¿ahora a que vienes?" se frota los ojos para despejar el sueño

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