capitulo 20

561 40 37
                                    

Las dos semanas de estancia de Rey se fueron con tanta prisa que no fue suficiente para este lapso de conocimiento íntimo, donde ella desea que no terminara jamás; es inevitable que llegue el momento de separarse nuevamente , la mañana siguiente debe partir; los dos se encuentran atentos él en sus lecturas, ella en el libro donde narra leyendas Jedi que la cautivo desde que llego, falta poco para la media noche, una noche que es calurosa, seca y el alboroto de insectos y la fauna local se escucha de fondo, con aullidos, y chirridos en una sinfonía misteriosa que envuelve la cabaña; Rey pasea desde el inicio de la noche semidesnuda solo vestida con una camiseta de él, le agrada más que la pijama de anciana que Merii eligió por ella; en estos días gusta de incitarlo dejándose ver dispuesta y sensual solo para él; deja el gastado libro en su lugar para sentarse sobre Ben interrumpiendo su lectura, obligándolo a dejar todo sobre el piso, a su lado "mañana me tengo que ir" se sienta sobre sus piernas dando la espalda a Ben "te voy a extrañar Ben" él acaricia sus muslos tibios sin más intenciones que disfrutar de su cercanía, aspira su cabello suelto y perfumado con aroma herbal, disfruta de la piel blanca y tersa de sus piernas "yo también te extrañaré... ¿Cuándo regresas?" besos inocentes cubren su cuello

"intentare que sea en la próxima semana, aunque no creo poder quedarme más que un par de días"

"es mejor que nada" ella lentamente comienza a mecerse sobre él

"de verdad te voy a extrañar... me acostumbre fácil a dormir a tu lado" el meneo de sus caderas sobre su regazo comienza el efecto que ella buscaba; pronto sus manos toman posesión de sus senos, de su punto más débil de su feminidad, sus dedos se entretienen bajo su ropa interior, y esos besos impacientes continúan en su nuca y espalda, la despoja de la camiseta, que es un pretexto de estorbo a sus intenciones, siempre dispuesta no queda espacio para remilgos; las intenciones crecen rápido así como su éxtasis, con esos dedos que acarician de forma sublime; con otra mano él elimina los amarres de sus pantalones, para entrar en ella sin interrumpir el instante que se convierte en una despedida momentánea; Rey se mece más tomando el control; al ruido del exterior se unen a los que emiten ellos dos, son suaves suspiros, gruñidos casi imperceptibles, el vaivén de Rey profundiza estremeciendo sus entrañas, él la llena en todas las formas posibles, quisiera perpetuar el momento, detrás de ella siente como él se mueve en espasmos frenéticos, que se acoplan a los de ella, con un jadeo seco y las mordidas en su espalda llegan al final, dejando un desastre húmedo encima de su ropa y del sillón favorito de Ben; cansada reposa su cabeza en su pecho, sus pierna se cierran para descansar, girando y quedando como en arrullo en sus brazos "te amo Ben" él la abraza con fuerza, no quiere dejarla ir, no ahora, no mañana, pero debe respetar sus términos; en otros tiempos tal vez la haría presa para tenerla a disposición todo el tiempo que él quiera, pero no es así, ella llego por su voluntad, lo que siempre Ben quiso "y yo a ti Rey" . La mañana siguiente es el momento de la inevitable despedida, amanece en sus brazos desnuda con sus manos presionando su vientre y las respiraciones cerca de su oído; al levantarse, él despierta para encontrarla ya vestida tal como llego, con sus ropas del desierto, sin nada más que su bolso, deja todo lo que él compro para ella, ahí en su nuevo espacio dentro de la cabaña de Ben, los dos desayunan como ya se hace costumbre; al terminar el silencio embarga a los dos "es hora Ben" los dos se levantan para ir hasta la entrada de la cabaña, en la terraza él al envuelve en sus brazos, donde Rey se refugia clavando su cabeza en su pecho, queriendo prolongar el adiós, Ben toma sus mejillas y besa sus labios para despedirse "vete Rey... te estaré esperando" Rey sonríe para tomar su camino hasta su nave, girando una vez antes de abordar, él solo mira hasta que la nave de ella se pierde en la atmosfera, es un día brillante, caluroso y desea salir de su casa, la encerrona de dos semanas con Rey deja un sabor de boca dulce y una amargo sabor por la despedida... ira a ver a Merii.

OCULTODonde viven las historias. Descúbrelo ahora