capitulo 10

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Poe vaga entre la selva buscando algo, además de Rey en camino al peñasco donde ella medita, busca reconciliar sus últimas palabras con ella, pasaron algunos días donde pensó su mal proceder, pero es que tiene miedo, tanto miedo de perderla a manos de un fantasma que existe entre ellos dos, que sus celos y ese capricho por poseerla no lo dejan actuar con raciocinio; encuentra una bella flor roja entre la maleza, la arranca con alguna de sus hojas y camina para encontrar a Rey, ella está sentada mirando al mar, igual sumergida en sus pensamientos, se acerca y la rodea por la espalda y ofrece el presente en ofrenda de paz "podemos hablar pequeña" Rey voltea a mirarlo, conmovida por el pequeño presente, es la primera vez que recibe un obsequio de forma romántica, sonríe al ver la colorida flor y aspira su perfume, toca los suaves pétalos de terciopelo y toca con delicadeza las hojas, en más de tres semanas el vínculo no se abre y tuvo el tiempo para asimilar que Ben no quiere verla, que debe aceptar que no queda nada de sus vivencias pasadas, no niega lo mucho que desea que él sea quien la aborde y la proclame suya, como lo hizo Poe, pero se convence de que eso nunca pasara "volviste" lo abraza emocionada y deja un suave beso en su mejilla, también quiere mejorar su relación, es lo único seguro que tiene en las manos, y Poe no niega en ningún momento que la quiere y se aferra a la idea de que el tiempo lo hará quererlo como hombre y no como amigo, el beso es bien recibido por el general quien sonríe con simpatía, sus ojos acompañan su alegría " ¿no sigues molesta?" se sienta a su lado para ver también el paisaje que es claro y de media tarde.

"estaba meditando... no puedo odiarte por mucho tiempo"

"Rey, de verdad quiero que funcione nuestra relación" ella suspira con un poco de resignación

"yo también Poe... solo te pido tiempo, dejemos que primero podamos estar juntos sin discutir por todo y después paso a paso"

"es solo que quiero que seas mía en todo Rey, no solo por tus palabras"

"Poe, paso a paso que sea a su tiempo, no me presiones con tener algo más íntimo" ella se ruboriza y esconde su avergonzado rostro "nunca he estado con nadie de esa forma, quiero hacerlo cuando esté segura, solo te pido tiempo" Poe no quiere una nueva confrontación pero acepta un poco desanimado.

"te daré todo el tiempo que necesites... lo que yo pido es que me confíes todo lo que te sucede y confíes en que busco lo mejor para ambos, me importas Rey y mucho" toma sus mejillas y la besa con mucho afán de que entienda sus deseos, para ella, ese beso es como los anteriores sin emoción, sin que exploten sus sentidos, pero lo intenta le corresponde ese beso insípido con la idea de que algún día tal vez, llegue a sentirlos suyos "entonces ¿todavía somos novios?" parece una pregunta infantil, no adecuada para un hombre de la edad de Poe, que a comparación de Rey, le lleva doce años y debe ir a su paso.

"si, lo somos" Rey sonríe y se toman de la mano para ver el paisaje.

Hoy recibe una visita no grata, Hux envió un mensaje para verse, el paisaje está completamente en blanco, no tiene excusas para salir y evitar verlo y carece del entusiasmo para soportar sus gestos arrogantes y caprichosos de Hux, se anticipa a la visita, prepara un guiso con carne y verduras, un poco de sopa y mucho café, si Hux viene será mejor que sea un buen acompañante para la cena, las tres semanas en que el vínculo no se abre, le da el tiempo para pensar en que ella finalmente bloqueo el vínculo, es lo mejor piensa mientras pica sobre la barra de piedra sus verduras, la vecina esposa del hombre que le ayudo a reparar la cabaña, le envió unas hogazas de pan hechas por ella misma, en agradecimiento por un préstamo de herramientas y unos pocos créditos para reparar su cabaña, son viejos y ayudo con su trabajo físico al anciano a reparar su casa como voluntario, retribuye la ayuda recibida cuando llego a Ubardia; dispone todo en la mesa del comedor, hasta ahora nunca la usó, nunca tuvo visitas a comer, algunas veces come en la barra de la cocina y otras sentado en su sillón favorito, otras tantas en su estudio mientras lee, pero hoy disfrutara de la desagradable compañía de Hux, quien llega puntual, entra a la cabaña sin esperar invitación, sabe que Ben no abrirá para recibirlo, sacude sus botas que se llenan de nieve, en sus visitas no va con su atuendo de la primera orden, viste como un civil más al igual que no lleva tripulantes y usa una nave civil, también quiere pasar desapercibido, es media tarde estará tan solo un par de horas con Ben; deja su pesado abrigo en la entrada y cierra la puerta tras él, se encuentra con Ben en la cocina quien le señala la mesa, camina hasta ella y toma un lugar "eres una buena ama de casa Ren" Ben le dirige una mirada dura para dejarle claro que no le gusto esa comparación.

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