Eso, en vez de provocarle más humillación, hizo que la sangre de Gianna hirviera. Se estaba cansando de que su madre esperara que fuera un simple adorno. Pero en parte era culpa de ella misma, por habérselo permitido durante toda su vida. ¿Sería muy tarde para que las cosas cambiaran? En su interior, su verdadera voz estaba luchando por salir. Esa que había estado escondida durante mucho tiempo. Podía sentirla trepando por su garganta, añorando el momento en el que le permirtiera hablar.
Gianna, pág 137.
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Frases de "La ladrona de la luna"- Claudia Ramírez Lomelí
FantasiFrases y diálogos de "La ladrona de la luna" ⚠CONTIENE SPOILERS⚠