Cuando abrió los ojos, lo primero que vio fue su sonrisa.
--Despertaste-- le había dicho.
Bastian se juró que iba a asegurarse de que Ezra sonriera más seguido.
Eso no significaba que estuviera enamorado de él. No, porque Bastian Yuenai no se enamoraba de nadie. No podía permitirselo. La vida le había enseñado que tenía que proteger su corazón a toda costa y cada día luchaba por hacerlo.
¿El problema?
Su corazón no parecía querer ser protegido de Ezra.Bastian, pág 169
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Frases de "La ladrona de la luna"- Claudia Ramírez Lomelí
FantasyFrases y diálogos de "La ladrona de la luna" ⚠CONTIENE SPOILERS⚠