Bastian había abierto la boca; lo miraba como si no pudiera creer lo que estaba pasando. Lo miraba con total atención. Lo miraba maravillado. Como si la risa de Ezra fuera el sonido más hermoso del mundo. Como si fuera el mismísimo sol.
Esa mirada tan plateada y tan intensa hizo que Ezra dejara de reír.
Bastian lo tomó del rostro.
Cuando los labios de Bastian se posaron sobre los suyos, Ezra soltó un suspiro que gritaba al fin. Porque él había querido besar al chico delos ojos plateados desde la noche en la que le sonrió por primera vez. Y ahora sentí los latidos de su corazón en la sien y en las manos y en cada centímetro de su cuerpo.
Porque ese era un beso que rompía con la espera. Un beso que quemaba en los labios y en el cuerpo. Un beso que hasta las estrellas añoraban desde arriba. Era Ezra sujetando a Bastian de la espalda para acercarlo más a él.
Era Bastian con el cabello suelto acariciando las mejillas de Ezra. Era la culminación de cada momento y cada palabra y cada vez que lo escuchaba decir su nombre.
También era el inicio.
Era el primero, pero no era el último. Porque no había forma de que Ezra pudiera vivir sin besar a Bastian cada día. No cuando ya sabía lo que se había estado perdiendo.Ezra, pág 342.
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Frases de "La ladrona de la luna"- Claudia Ramírez Lomelí
FantasyFrases y diálogos de "La ladrona de la luna" ⚠CONTIENE SPOILERS⚠