Beautiful Angel | Marcaniel - MLB.

♡ ; 𝗰𝗶𝗻𝗰𝗼 ˎˊ ˗

⌗ 𝙻𝙴 𝙳𝙴𝚂𝚂𝙸𝙽

Kurtzberg se encontraba fuera de la institución esperando ansiosamente a que el de ojos esmeralda saliera, pero parecía que cada vez se hacía más y más eterna la espera. Extrañamente sentía que se estaba olvidando de algo importante... ¿Qué día era? Esa pregunta acaparó por completo su mente, de inmediato hizo un 'click' al recordar de lo que se estaba olvidando.

Entró a la escuela nuevamente a un paso bastante apresurado, se dirigía a aquel club de arte dónde se solía quedar con Alix y Marc de vez en cuando; hoy era uno de esos días y lo había olvidado por completo.

— Lamento haber llegado tarde —Se disculpó una vez que llegó al salón, la chica sólo le hizo una señal de que no se preocupara y el otro asintió suavemente, dándole a entender lo mismo. Se sentó a un lado del azabache y noto como su cuerpo se tensaba por su presencia.

— ¿Por qué has tardado? —Le preguntó con cierto nerviosismo mirando fijamente su libreta dónde veía escrito gran parte de un capítulo del cómic que estaban creando ambos chicos.

— Se me olvidó que hoy nos quedabamos, con razón no llegabas, te estaba esperando afuera. . . —Suspiró agitado y en el proceso saco un cuaderno de su mochila junto a algunos cuantos lapices.

Anciel mido por unos segundos anonado al pelirrojo, tragó saliva y volvio a concentrarse en su historia.

. . .

Nada.

A Nathaniel no se le venía nada a la cabeza de que era lo que podría dibujar en esa ocasión y estaba comenzando a frustrarse por ese bloqueo. Dejo el lápiz en la mesa y llevo sus manos hasta tu rostro quejándose de la poca imaginación que ese día tenía.

— Veo que tienes un bloqueo.

— ¡Si, si! —Exclamó desesperado—. No es normal que me pase y estoy comenzando a desesperarme.

— Mmm...

Ambos guardaron silencio y solo se escuchaba el sonido que provocaban las latas de pintura de la chica, Nathaniel jugaba con las mangas de su chaqueta y Marc pensaba en como podría ayudar al chico. No podía todavía decirle que dibujara las partes del cómic que le tocaban, ya que todavía no tenía clara la idea del capítulo.

— ¿Por qué no dibujas algo que te guste? Algo que te produzca pasión, te de tranquilidad, que admires o algo así —Se encogió de hombros, dándole varias idea de lo que podría hacer. El pelirrojo lo miro fijamente, alzando levemente una de sus cejas y causando que Anciel se pusiera otra vez nervioso—. S-Solo digo...

Lo pensó un poco y fue cuestión de segundos para que la idea llegará a su cabeza.

— Gracias, cariño. —Le agradeció de manera coqueta, la válvula de emociones del azabache estalló cuando escuchó esas dos simples palabras en un tono bastante seductor a su parecer, todo su rostro se torno rojizo y sus manos comenzaron a temblar. Sentía que en cualquier momento caería desmayado.

— ¡A-Alix...! —Gritó el nombre de su amiga, levantándose rápidamente de la silla y dirigiéndose a ella, quien solo se quitó sus audífonos confundida por la expresión tierna que tenía.

— ... —El ojos aqua se quedó nuevamente en silencio cuando vio que su amado se alejo de él, miró como hablaba con la chica, una sonrisa suave se dibujo en sus labios observando cada detalle del chico, automáticamente sus mejillas también se tintaron rojizas.

( . . . )

Solo había logrado terminar el boceto, pero se sentía satisfecho con él, incluso en dibujo... Marc se veía tan angelical y dulce. Marc se dió cuenta de cómo sonreía hacia su dibujo, curioso pasó su mirada en la libreta dándose cuenta de que era él, sus labios se abrieron de la sopresa.

— Ah, ya lo has visto —Comentó Kurtzberg con una mueca—. Me hubiera gustado enseñartelo cuando estuviera listo.

— ¿Por... Por qué me has dibujado, Nath?

Su expresión se volvió seria, lo que alarmó al otro mientras se arrepentía de haberle preguntado, seguramente recibiría algún coqueteo de su parte.

— Tú dijiste que dibujara algo que me gustará, que me causará pasión, paz y admiración, entonces me puse a pensar en que o quien me hacía sentir eso...Y ese eres tú, pensé que estaba claro —Explicó con obviedad, cerrando su libertad y guardandola en su mochila.

— ¿Y-Yo? ¿Pero por qué yo te haría sentir eso a ti?

— Veo que no lo entiendes.

— No, es claro que no y lo digo porque quiero que me expliques.

— Mmm, no, mejor déjalo así —Se levantó y lo despidió con una mano—. Nos vemos mañana, Marc.

Ya se encontraba fuera de la escuela pero escucho los pasos de alguien detrás suyo, se escuchaban apresurados, luego escucho una voz llamarlo y no dudo ni un segundo en voltear a ver de quién se trataba, sonrió con satisfacción cuando vio al de ojos esmeraldas, ya esperaba a que él se quedará con la intriga y que lo siguiera para saber que era exactamente lo que significaba lo de hace un rato.

— ¿Me dejas acompañarte a casa? —Le preguntó una vez una vez que se encontraba frente a él, Nathaniel sólo atinó a mover su cabeza de arriba para abajo ante su petición—. Bien.

Caminaban a la casa del pelirrojo en silencio, las palabras no salían de Anciel, quería preguntarle y Kurtzberg solo esperaba pacientemente a que se atreviera a preguntar.

— ¿Ya me vas a decir? —Cuestionó de la nada.

— No.

— ¿¡Por qué no!?

— Creo que es bastante obvio para que yo te lo explique, tú mismo puedes deducirlo.

El de sudadera roja dejo caer sus hombros con descepción, ya lo había pensado pero no quería hacerse ilusiones.

— Ya..  —Fue lo único que dijo con un tono de voz apagado—. Uh, lo siento Nath, me he acordado de que mamá me pidió que llegará una vez que saliera del club para ayudarla, lamento si ya no te acompaño a casa —Se excuso deteniéndose y el otro por ende, también lo hizo.

— Si, está bien, no te preocupes... Lo entiendo.

Se acercó a él.

“Demasiado cerca...” Pensó Marc y su mente se quedó en blanco cuando sintió un suave tacto en la comisura de sus labios. ¡Casi lo besaba en los labios!

Cuando Nathaniel vio que no reaccionó, siguió su camino a casa, dejando al azabache perdido en sus más profundos pensamientos.

O5 / O5 / 21