Beautiful Angel | Marcaniel - MLB.

♡ ; 𝘀𝗲𝗶𝘀 ˎˊ ˗

⌗  𝚒𝚗𝚜𝚎𝚐𝚞𝚛𝚒𝚍𝚊𝚍𝚎𝚜

Llegó a su hogar con las piernas temblorosas, era la segunda vez que el pelirrojo se atrevía a tanto ¿Y ahora? ¿El siguiente beso será en los labios? Su piel se puso pálida cuando pensó en ello, seguramente Nathaniel era muy capaz de cumplir ese pensamiento, no lo dudaba y preferiría mejor no quejarse.

Subió hasta su habitación sin siquiera haber saludado a su madre, tenía tantas preguntas en su cabeza con millones de respuestas que era incapaz de aceptar.

Aventó su mochila sin ningún cuidado y se dejó caer en su cama.

— Entonces... ¿Quiso decir que yo le gusto?

Se preguntó en voz alta con voz temblorosa y nerviosa. Si ese fuera el caso... ¿En qué se habrá fijado? Marc no se consideraba una persona fuera de lo ordinario, al contrario. A su parecer, su apariencia no era tan atractiva, era una persona torpe y lo único bueno que tenía era su historia de "El diario de Ladybug" ¡Y ni siquiera estaba seguro de cuan buena era!

Además... Nathaniel no parecía de esos chicos que se fijaban en... Otros chicos, al menos no en la forma en la que Marc quería.

¡Oh, no! ¿¡Que pensarían las demás personas de esto!? Definitivamente no les parecería nada normal pero ¿Qué importa la opinión de los demás? No, no... No quería que lo molestaran por sus eso... ¡Pero eran sus gustos, no podía renunciar a eso! Aunque tampoco quería ser juzgado

¿¡Por qué es tan complicado el amor!?

Tenía una pelea mental consigo mismo y pronto sus ojos se vieron inundados de lágrimas cargas de ansiedad, estrés, confusión... ¡Y muchas más emociones!

( . . . )

Se había quedado dormido después de ese pequeño ataque de ansiedad, eran aproximadamente las 21:00 horas de la noche y dormía tan plácidamente como si antes no hubiera ocurrido nada pero lamentablemente su sueño se vio interrumpido por una llamada entrante. Alarmado se levantó de golpe causando que se cayera de la cama.

— Agh —Se quejó y miró quien era la persona que se había atrevido a interrumpir su hermoso sueño, casi aventó el celular cuando en la pantalla apareció la foto y nombre de Nathaniel Kurtzberg.

Dudoso de si contestar o no, lo hizo.

— ¿S-Si...? —Preguntó con voz ronca.

— ¡Te he estado llamando desde hace rato! Pensé que algo malo te había ocurrido, pero por el tono de voz que tienes supongo que estabas durmiendo.

— Ah, si, si. Lo lamento, estaba cansando, tanto que una vez que llegue caí por completo en sueño.

— ¿No habías dicho que ayudarías a tu mamá en algo? Por eso no me acompañaste a casa.

En ese momento no quería otra cosa más que la tierra se lo tragase. Cayendo en cuenta de lo que había dicho, intento arreglarlo.

— ¡Eso! ¡Es que la acompañe a hacer las compras y llegué muy cansado! —Escuchó la risa del pelirrojo del otro lado del celular, suspiró más calmado—. Por cierto...

Ahora Nathaniel era el nervioso, estaba que se comía sus uñas de los nervios, ya no lo dudaba, estaba cien porciento seguro de que le pediría una explicación acerca del dibujo y de lo que pasó hace unas horas atrás. No tenía otra opción más que...

— ¿Ya me vas a explicar lo de hace rato?

No se oyó nada.

— ¿Nath? Oye, en serio, quiero que me expliques.

Nada.

— ¿Nathaniel?

Se quitó el celular de su oreja para darse cuenta de que el ojos aqua había cortado la llamada y que había quedado como un idiota hablando solo. Dejo salir un pequeño grito de frustración.

¿Por qué tanto misterio?

¡Genial! Ahora tenía miedo de que todo haya sido una broma de su parte, realmente le gustaba mucho el pelirrojo y si todo resultará ser una broma, acabaría con el corazón totalmente destruido.

Lo de menos era el que pensarían los demás, eso ya poco importaba.

Solo temía a que fuera una broma de mal gusto.

¿Jugar con los sentimientos de alguien? Mmm, no pensaba que Kurtzberg fuera ese tipo de persona... No luego de lo que tuvo que pasar pero no podía olvidar la forma en la que le había hablado la vez que se conocieron. Se estaba haciendo varias ideas, ideas que no estaban beneficiando su autoestima o su estado emocional, le estaban afectando.

¿En serio era posible que él nada más buscaba una forma de divertirse, de distraerse?

¡No seas idiota! Nathaniel no haría eso.

Se decía una tras otra al borde de las lágrimas, quería controlarse pues lo que menos quería es ser akumatizado a mitad de la noche. No supo cuánto tiempo se quedó ahí, parado frente a su cama con la cabeza dándole vueltas, no se dió cuenta de lo tarde que era y tampoco de cuando terminó por dormirse otra vez.

21 / O6 / 21