Los jóvenes se retiraron, decepcionados algunos, otros, aliviados al no haber sido elegidos.
Matías, antes de marcharse, le lanzó a su hermano una mirada de advertencia. Ambos se entendían sin palabras, y William entendió lo que su hermano le decía con aquella mirada: ‘’cuidado’’.
William asintió, dándole a entender a su hermano que lo había entendido y que le haría caso.
- Bien, joven –le dijo el Conde a Will- sígame. Iremos ha hablar de la misión a mi despacho.
El chico lo siguió, silencioso, por los espléndidos pasillos del palacio.
Cada sala era más espectacular que la anterior. Salones de baile, aposentos de personas importantes, el comedor, la sala de juegos… Aunque la sala que más le impresionó a William fue la biblioteca: allí, había más libros de los que el chico jamás había visto. De todos los escritores conocidos, de todos los temas imaginables… Y es que Will adoraba leer, pero casi nunca podía hacerlo, pues los libros en el pueblo eran difíciles de encontrar, y si los encontrabas, tenían un precio inalcanzable.
Otra sala. Y otra. Y otra. ‘’¿Es que este sitio no se acaba nunca?’’
Al fin, se detuvieron en una puerta de madera tallada que el Conde abrió con una llave que llevaba colgada del cuello. La puerta se abrió con un pequeño chirrido.
William entró en el despacho.
No le pareció, ni con mucho, una de las habitaciones más destacables del palacio. Era bastante pequeño, comparado con otras salas. Oscuro, pequeño, sencillo… no había mucho que destacar. Era solo un despacho.
- Siéntese.- Le dijo el Conde, tendiéndole una silla.
- Gracias.
Mallona se sentó al otro extremo del escritorio, junto las manos y suspiró.
- Bien, creo que usted ya sabe por que está aquí.
- Para cumplir una misión Real.- Contestó William, carraspeando.
- Exacto –el Conde se levantó de la silla y fue hacia la chimenea. Contempló el fuego.- Habrá oído rumores de que la Misión tiene que ver con Elaine Broke. Pues bien, es verdad.
Un escalofrío recorrió la espalda de William. Él no quería admitirlo, pero también tenía miedo. Tenía miedo a enfrentarse a una banda de salvajes piratas.
- Yo… yo… Lo haré, si es lo que vos queréis que haga…
El Conde sonrío y entornó sus ojos de reptil.
- Bien. Quizás lo encuentre usted un poco descabellado, pero acabáis de admitir que haréis lo que yo os diga. – Izo una pausa- Bien, dejadme explicároslo todo seguido. No me interrumpáis hasta que acabe la explicación ¿De acuerdo?
William asintió.
- Bien. He aquí mi plan. Enviaré emisarios por toda Europa para que me informen de los movimientos de Broke. Hace poco tuvimos una batalla y varios de sus hombres murieron, así que tendrá que contratar más marineros. Ahí es donde entras tú. Mis emisarios averiguarán donde y cuando hará Broke la elección de sus nuevos piratas. Te presentaras a la prueba, y has de conseguir entrar en el barco como tripulante. Al principio será mejor que no sobresalgas, tendrás que actuar como uno más. Pasadas 2 o 3 semanas, tendrás que empezar a hablar con Broke. Supongo que tendrás que utilizar todos tus encantos. Esa mujer es dura. La engatusarás durante un par de mese hasta… hasta que ella se enamore de ti.- William abrió mucho los ojos y miró incrédulo al Conde- Así será vulnerable… y tú la llevarás a su propia perdición.
William miró al fuego durante largo rato mientras pensaba ¿Ese hombre estaba hablando en serio? ¿Enamorar a… Elaine Broke? No podía ser verdad, pero por el serio semblante del Conde decía lo contrario.
William sopesó los pros y los contras mentalmente. Si lo conseguía, ganaría 3.000 maravedíes y podría curar a su madre enferma. Si no, si los piratas descubrían que lo enviaba el Conde… prefería no pensar en que pasaría si ocurría eso.
Su miedo era muy grande… pero la esperanza de cuidar a su madre era mucho mayor.
William levantó la vista, decidido y hablo con voz firme.
- Lo haré.
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Traicionando al mar
Mystery / ThrillerElaine Broke, una temida pirata española, está saqueando todos los pueblos del Mediterráneo, y, además , está saliendo airosa. Pero habrá un hombre... un Conde... Un vanidoso Conde que no descansará hasta verla muerta. Tramará un enrevesado plan. Y...