Capítulo 4

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Son las 5 de la tarde y Raoul ya está en su habitación.

Está nervioso, va a estar con Agoney a solas y eso le pone nervioso.

Seguramente por lo que pasó días atrás, aún no han hablado de eso y sabe que tarde o temprano va a salir el tema.

Espera la media hora que queda escuchando música y haciendo ejercicios de química. No puede evitar mirar el reloj cada cinco minutos.

Se empieza a impacientar cuando llegan las cinco y media y aún no ha llegado, se le está haciendo la media hora más larga del mundo.

-Hola, perdón, perdón, no me he dado cuenta de la hora, lo siento.

Un ajetreado canario entra a la habitación corriendo.

-Tranquilo, al menos me darás una buena excusa ¿no? Y nada de "estaba hablando con un profe" que llevo más tiempo que tú aquí y esto está muy visto.

Ríen a la vez.

-Mi hermana, he ido a verla y bueno, ha tenido una pequeña pelea con un niño de su clase, nada importante. – Aclara el moreno. – Pero ya sabes, es pequeña, todo esto es nuevo y me he olvidado de la hora, lo siento.

-Así que una hermana, ¿Cuántos años?

-Seis, es un terremoto y aunque lo está llevando bastante bien, me da miedo que toda esta situación le acabe afectando mucho...

-¿Por qué habéis acabado aquí?

-No es una historia bonita.

-No creo que nadie tenga historias de cuento de hadas aquí. – Al ver el silencio del canario decide cambiar de tema. – ¿Preparado para la apasionante aventura dels pronoms?

- ¿Eso se come? Es que voy fatal, no me entero de nada.

Se sientan los dos en la pequeña mesa que hay en su habitación.

- ¿Entiendes el catalán?

-Sí, pero me cuesta más hablarlo y escribirlo.

-Vale – saca los apuntes de su carpeta y los pone encima de la mesa. – No te preocupes, te ayudo, la suerte es que te ha tocado conmigo.

Agoney no responde, no sabe cómo hacerlo.

>> Entonces – Abre el ordenador y busca la guía para hacer el trabajo. - Tenemos que  inventarnos diez oraciones que contengan diferentes complementos, identificarlos y hacer la sustitución por els pronoms febles correspondientes.

-No tiene pinta de ser muy difícil ¿No?

-No, lo único es que se me da fatal inventarme cosas...

-A mí se me da fatal el catalán. – Sube los hombros y ríe. – Creo que haremos buen equipo, yo pienso las frases y tú haces la sustitución.

-Vale, vamos hacerlo lo más rápido que podamos y así nos lo quitamos de encima.

El catalán coge un papel en blanco y un boli y espera a que el contrario le diga alguna frase.

-El Pablo va vendre la cadira al Nico. – Mira a Raoul que se está aguantando la risa. – Oye, pero cabrón, no te rías.

-Perdón, perdón, es que "vendre" no me digas que no es gracioso, encima mezclado con tu acento canario.

Enfatiza el sonido de la e final, que le ha causado tanta gracia.

-Me gustaría verte a ti hablando euskera o gallego. – Le da un pequeño golpe en el hombro. – Que hace relativamente poco que estoy en Cataluña, aprecia mi arte.

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