Capitulo 28

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Estábamos en la sala con Josefa viendo una película y mi hermana baja a la cocina.
Me paré del sillón y me dirigí a la cocina para hablar con mi hermana.

—Hola...—digo apoyada en el marco de la entrada.

—Hola...—dice tomando un vaso de agua apoyada en la encimera.

—Eh... lo qué pasó en mi habitación...—digo nerviosa.

—No te preocupes, eres adolescente y no es nada del otro mundo—dice riendo—Pero si van a pasar más aya de eso tienen que ocupar preservativos.

—¡Catalina!.

—!Ey! No te puedes poner nerviosa con estos temas, tienes que aprender a cuidarte—dice sería.

—Okey, pero no creo que pasemos a eso-digo nerviosa.

—Nadie sabe eso, ni siquiera tu—dice pasando por al lado mío y saliendo de la cocina.

Me fui de la cocina a la sala y me senté junto a Tayler.

—Sofía, Alex me dijo que mañana habrá una fiesta ¿Vamos?—dice Tayler cerca de mi.

—No lo se, aún no tengo lo ánimos como para salir de fiesta—digo dándole una sonrisa a medias.

—Yo podría ir—dice coqueta Josefa a Tayler.

Él no dijo nada y solo me miro riendo.

—Josefa ya a de hacer tiempo que dejes de mirar lo ajeno—digo con una sonrisa en mi rostro y tomando la mano de Tayler.

Ella se paró y se fue para su habitación.
Ya no veo la hora que se valla!!.

—Bueno amor yo me tengo que ir—dice Tayler acercándose a mis labios.

—No quiero que te vallas—digo en sus labios fingiendo un puchero.

—¿Porque no te vas a dormir a mi casa?—pregunta poniéndome un mechón detrás de mi oreja.

—Nolose,le preguntaré a mi madre—digo sacando mi celular de mi bolsillo para marcarle.

Inicia llamada

Hola ma.

—Hola hija ¿Que pasó?.

—Te llamaba para preguntarte si ¿Puedo ir a dormir donde Tayler?.

—Mmm okey, pero mañana vas al instituto te llevas la ropa para mañana.

—Obvio ma.

—Bueno puedes ir.

—Gracias, te amo mucho.

—Bueno adiós.

Fin llamada

Iré por mis cosas—digo con una sonrisa en mi rostro y subiendo a mi habitación para arreglar mis cosas.

Pesqué mi mochila y eche un short de pijama con una polera blanca de tirantes y para mañana eche unos jeans negros con un top blanco que tenía unos girasoles.

Baje y Tayler me estaba esperando parado en la puerta.

—¡Vamos!—digo tomándole la mano.

—Okey...—dice dándome un beso y saliendo de la casa.

Llegamos a la casa de Tayler y no se escuchó nadie. Así que solo subimos a su cuarto.

Nunca había estado en el, cuando entramos estaba la cama de dos plazas y dos veladores a sus lados con un closet y repisas con libros.

Todo secreto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora