Un nuevo sábado en el que haría una de sus actividades favoritas. Tomarse un café en la cafetería del señor Takemura mientras buscaba un lugar cercano para abrir su negocio, no era que no le gustara ir a fiestas pero desde que se mudó aquí en lo único que ha pensado es en abrir su centro de fisioterapia junto a Hanako y asi ser dueña de su tiempo y dinero. Ya habria momento para fiestas.Hanako se había ganado su escapada de ayer, pasó un mes recortando gastos, ahorrando, haciendo horas extras y entre reuniones en el banco hasta que le aprobaron el crédito para empezar el centro junto a Sadashi, asi que por los momentos se salvaba del regaño. Luego de hacer la limpieza toda la mañana tomó sus cosas y se fue el café.
En el café
-Sr Takemura un café grande y dos raciones de galletas de Canela, estaré en mi lugar de siempre.- Sadashi se sentó en el lugar de siempre que se ve la calle, encendió la pc y al instante su café y galletas llegaron.
La campana sonó y el vagabundo en compañía de un enorme saco amarillo entró, lo ignoró y siguió concentrada en su búsqueda.O eso quiso, no era fácil ignorar un enorme saco de dormir amarillo, dio un sorbo a su café, vio el enorme saco de dormir dirigirse a la esquina donde siempre se sentaba y para su asombro se tiró en el suelo con su sacó y ...¿Se durmió?...¿Es... En serio...? ¿Quién demonios viene a un café a dormir? Bien, era un vagabundo ese comportamiento no debería sorprenderla..Revisando una página web vio un local y al parecer dentro de una semana, a cinco calles de distancia se iba a desocupar y era simplemente perfecto por la ubicación, el diseño del lugar y lo mejor de todo era que tenían opción de compra, sin pensarlo mucho llamo al dueño y concretó una cita para mañana a las 9:00 en el local. Decidió esperar a Hanako en el café por lo general, pasaba por un café cuando regresaba de sus fiestas. Había estado pasando por mucho durante este mes y el alcohol adormecía los efectos secundarios de su quirk. Podia ver las emociones de las personas como un halo de color alrededor pero luego de un rato podía empezar a sentirlas y eso la agotaba tanto física como mentalmente, por lo que el alcohol neutralizaba esos efectos, solo veía distorsionados los colores pero no las sentía, claro que para sentirlas debía tener contacto visual con la persona. Siguió tecleando en su pc sacando cuentas y luego de un rato solo se puso a ver videos de gatitos mientras esperaba a Hanako sin poder evitar emitió una risita al ver las travesuras de los felinos. Eso llamó la atención de aquel vagabundo que levantó la vista desde su posición de oruga en el suelo.
La campana que anuncia nuevos comensales sonó de nuevo. Un reconocido DJ de cabello rubio entro en compañía de una adorable chica que se notaba andaba bajo los efectos del alcohol todavía por la forma de caminar, la chica tropezó torpemente y el DJ rubio la atrapó antes de besar el suelo y ella solo atinó a reírse y sujetarse de la chaqueta del DJ. Llegaron al mostrador y pidieron un café negro. Más de cerca Sadashi reconoció a la chica como Hanako y le hizo señas para que se acercara. Hanako al obtener su café se acercó a su amiga en compañía del DJ.
N/A: Ella es Hanako.
-Sadashi que sorpresa verte aquí.- El DJ se aclara la garganta- Oh, eh, él es Yamada.- Hanako sigue sonriendo como tonta pero Sadashi no logra identificar si es por el alcohol o por el rubio, voltea a verlo.-¿Eres el DJ del programa de las 5:00 p.m.? ¿Cierto? Un gusto conocerte Yamada, Soy Sadashi- Sonrie.-
-Veo que tienes buen gusto musical girl -El rubio DJ rió-En ese caso, puedes decirme Hizashi, - Hanako abrió la,boca en señal de protesta- Tú también puedes hacerlo honey.-El rubio aparentaba ser muy amable, y juzgando por su notable resaca y la de Hanako, era seguro que pasaron la noche juntos.. Y aún seguían juntos, eso era lo increíble, Hanako no acostumbraba a volver a ver a sus conquistas de una noche.
-Es de las pocas emisoras que colocan música en inglés y me encanta tu programa-Continuó Sadashi.
-Hanako tengo excelentes noticias, conseguí un local muy cerca de aquí con opción a compra y mañana voy a una entrevista para finalizar los detalles del arriendo.- Sadashi no podía con tanta felicidad, casi podía ver su amado centro abierto con muchos clientes felices.
-¡Es excelente Sadi!-Exclamó Hanako con emoción. Se dio cuenta que había ignorado al Dj y No quería molestarlo con sus cosas y dijo.
-¿Entonces...el viernes?-Preguntó jugando con un mechón de cabello.
-El viernes será girl, no me olvidaré de llamarte.-El rubio dio un suave beso en labios de Hanako.
-No te culpo si no lo haces. Sin compromisos, ¿Recuerdas?- Se encogió de hombros.
-De acuerdo, hasta el viernes entonces.-El Dj Miró a Sadashi-Un placer conocerte Sadashi.-Ella asintió y el Dj comenzó a salir y al estar en la puerta se detuvo al ver al vagabundo y acto seguido se sentó junto a él, al parecer se conocían... Que mundo más pequeño.
-Cuéntame todo Sadi-Hanako la sacó de su sus pensamientos.-Dios, esta resaca está matándome.-Dio un sorbo a su café y comenzó a masajear su sien.
-¿Qué tal si me cuentas acerca de ese apuesto rubio que llegó contigo?-Lo señaló con el mentón- ¿Tú última conquista?- Sadashi le gustaba molestarla con sus conquistas.
-Ugh, no empieces-Rodó los ojos- Para que preguntas lo que ya sabes.-Sadashi la conocía bien pero lo que no era usual era ver a pelirroja al día siguiente con su conquista de media noche, y ni hablar de compartir información personal y volver a verse.
-Ya sabes que es Dj, que lo conocí anoche, tuvimos sexo y fue.... -Hanako tenía su mirada en el café moviendo la cabeza en gesto negativo pero no lo estaba mirando parecía pensar en otra cosa y como si recordara algo se estremeció-Hay algo que hace con su lengua es Oh my God- Hanko soltó un gemido con la última frase, Sadashi no pudo contener su risa al escuchar lo último, su amiga no tenía filtro cuando hablar de sexo se trataba.
-Jajajaja, bueno cuando te aburras de él, puedes decirle que estoy disponible-Sugirió coqueta- Quizás yo también diga Oh my God cuando use su lengua en mi.-Hanako también comenzó a reír, sabía que su amiga lo decía en broma, jamás se involucraria con alguien que ella hubiera salido. Lo había comprobado cuando una de sus conquistas de media noche la invitó a salir y Sadi, lo rechazó mandandolo a la mierda.
-Si, si como quieras.-Siguió masajeando su sien. Sadashi le contó todo y luego de un rato vio que el rubio salió en compañía del vagabundo, el rubio al verlas se despidió con una sonrisa y moviendo su mano, por unos instantes fugaces el vagabundo hizo contacto visual con Sadashi y siguió su camino ya sin el enorme saco.
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Idiota Vagabundo
Fiksi PenggemarSadashi una mujer japonésa de 26 años que decide empezar de cero, cuando un vagabundo de ojos cansados se cruza en su camino poniendo todo patas arriba. Eraserhead, el prohero que solo quiere un buen café negro sin azúcar y que sus estudiantes sean...