Cuando me levanto, noto que Isis aún está dormida sobre mí. Decido aprovechar el momento para intensificar nuestra dinámica de poder. Tomo el cinturón que estaba en la cama y nos amarro juntos. Luego, me levanto y me dirijo al baño, llevando a Isis conmigo. Al entrar al baño, ella se despierta lentamente.
Yo - (Amistoso): "Hola Isis, ¿cómo dormiste?"
Ella se estira, sonriendo al recordar la cercanía que compartimos.
Isis - (Contenta): "Hola Jesús, genial, necesitaba una siesta así."
Sonrío, satisfecho con su respuesta.
Yo - (Alegre): "Me alegro. ¿Te quieres dar un baño conmigo?"
Isis asiente, emocionada por la idea.
Isis - (Entusiasmada): "Por supuesto."
Nos metemos en la ducha juntos, y abro las llaves, dejando que el agua tibia caiga sobre nosotros, creando un ambiente íntimo y relajante. Pongo a Isis contra la pared, asegurándome de que se sienta segura y lista para lo que viene.
Yo - (Dominante): "Mientras hacemos el amor, tú frotarás la esponja en mi cuerpo y me lavarás el cabello. ¿Entendido?"
Isis asiente, lista para obedecer, sus ojos brillando con anticipación.
Isis - (Sumisa): "Entendido."
Le paso la esponja y ella empieza a enjabonarme el cuerpo. Mientras tanto, yo comienzo a moverme dentro de ella, entrando y saliendo con un ritmo decidido. La combinación de la ducha caliente y nuestros cuerpos en movimiento crea una experiencia intensa y placentera.
Siento cómo el cuerpo de Isis reacciona a mis movimientos y, en poco tiempo, ella empieza a orgasmear, sus gemidos llenando la ducha. Su reacción me excita aún más, y me impulsa a moverme más rápido, buscando intensificar el placer mutuo.
La atmósfera se llena de vapor y gemidos de placer, mientras nos dejamos llevar por la intensidad del momento, disfrutando de la conexión y la intimidad que compartimos en ese espacio cerrado y cálido.
De repente, siento el clímax y eyaculo dentro de Isis. Ella reacciona, su voz teñida de tristeza.
Isis - (Triste): "Lis...to."
La miro y noto su cambio de ánimo, decido recordarle que aún falta algo.
Yo - (Recordándole): "Te faltó la cabeza."
Ella sonríe, recuperando su ánimo y mostrándome su entusiasmo.
Isis - (Sonriendo): "Ahh, verdad."
Isis continúa lavándome, ahora centrándose en mi cabello. Mientras lo hace, me inclino hacia adelante y muerdo suavemente sus tetillas, disfrutando de la textura y el sabor. Siento su cuerpo responder a mis caricias, y la intimidad del momento nos envuelve.
Ella saca mi pene de su vagina, se estira hacia atrás para limpiar mis piernas. Aprovecho el movimiento para intensificar la experiencia, metiendo mi pene en su trasero.
Yo - (Mandando): "Avísame cuando te levantes para sacarlo."
Isis asiente, aceptando mi orden sin vacilar.
Isis - (Obediente): "Ok."
Nos quedamos así, disfrutando de la mezcla de placer y cuidado, con el agua de la ducha cayendo sobre nosotros, creando una atmósfera de intimidad y conexión profunda. La experiencia es intensa y placentera, y ambos nos dejamos llevar por el momento, disfrutando de cada segundo juntos.
Isis me avisa, y con cuidado, saco mi pene de su trasero. Ella vuelve a ponerse en la posición original, inclinada hacia adelante, esperando que continúe. Vuelvo a meter mi pene en su vagina y le susurro al oído:
Yo - (Mandando): "Ahora me toca bañarte."
Isis sonríe, sus ojos brillando con aceptación.
Isis - (Aceptando): "Al parecer, sí."
Tomo la esponja y empiezo a frotársela en la espalda, disfrutando de la sensación de su piel bajo mis manos. Al mismo tiempo, me inclino hacia adelante y empiezo a chuparle los senos, disfrutando de su reacción. Siento cómo se estremece bajo mi toque, y la intimidad del momento se profundiza.
Continúo pasando la esponja por sus brazos, asegurándome de que esté completamente enjabonada. Mi toque es firme pero cariñoso, y noto cómo ella se relaja, disfrutando del cuidado y la atención. La ducha se llena de vapor, y la combinación del agua caliente y nuestros cuerpos juntos crea una atmósfera de placer y conexión.
Nos quedamos así, disfrutando del momento, mientras continúo bañándola y explorando cada rincón de su cuerpo con la esponja y mis labios. La experiencia es intensa y llena de intimidad, y ambos nos dejamos llevar por el placer y la conexión que compartimos.
Después de asegurarnos de que su cuerpo está limpio, decido que es hora de lavar sus piernas.
Yo - (Mandando): "Ponte de cabeza para lavarte las piernas."
Isis me mira, un poco sorprendida por la instrucción, pero asiente y se prepara para seguir mis órdenes.
Isis - (Aceptando): "Ahh... ok."
Desamarro el cinturón y saco mi pene de su vagina. Ella se pone de cabeza, apoyándose con las manos y dándome la espalda, en una postura que le permite mantener el equilibrio. Nos amarramos de nuevo con el cinturón, asegurando nuestra conexión.
Empiezo a limpiarle las piernas con la esponja, disfrutando del contacto y de la sensación de su piel bajo mis manos. Mientras lo hago, me inclino para chuparle los pies, alternando entre lamer y besar, lo que la hace estremecer. Al mismo tiempo, froto mi pene por fuera de su vagina, aumentando la excitación de ambos.
La combinación de los movimientos y el agua caliente crea una atmósfera intensa y placentera. Cuando termino de limpiarle las piernas, desamarro el cinturón y ella se pone de pie, volviendo a la posición original. Cierro la llave de la ducha y ambos salimos, envueltos en una sensación de limpieza y satisfacción.
Nos secamos y nos preparamos para continuar con el día, sintiendo la conexión y la intimidad que hemos compartido en la ducha.
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Los Pies de Isis
RomanceCuando Jesús recibe una inesperada visita de su amiga Isis, lo que comienza como una simple reunión se convierte en una exploración profunda de deseos ocultos y secretos inconfesables. A medida que su relación evoluciona, se descubren a sí mismos en...