Capítulo #1

48 4 2
                                    


Aveces solo hay que dejarlo todo y olvidar para volver a empezar


Ellie Cooper

22-Agosto-20XX

Después de un viaje de 2-3 horas de carretera mi mamá me despierta con delicadeza, al despertar miro por la ventana del auto y veo una casa grande de dos pisos, abro la puerta y salgo del auto y me dirijo a la cajuela del carro para agarrar una caja donde venían mis pertenencias y me dirijo a la casa.

Después de un rato de bajar las cosas del auto mi madre pone su mano en mi hombro y me dice.

-¿Todo está bien?-dice algo preocupada

-Si mamá-le sonrió

Me devuelve la sonrisa mientras pone su mano brobte mi cabeza para revolver mi pelo, mi mamá me conoce muy bien, sabe que sigo un poco en desacuerdo con que nos mudemos de Ciudad, pero ella siempre trata de que mire las cosas por el lado positivo así como ella lo hace.

Me acomodo un poco el pelo con mis manos mientras miro como mi padre pone la última caja frente a nosotras acompañado de un suspiro.


-Bueno, esa fue la última-Colocando sus manos en sus caderas.

-Oh!, Casi se me olvida...tus padres nos invitaron a comer con ellos-Dice mi madre.

-¿Mis abuelos?-digo algo sorprendida

-Veo que alguien está emocionada por verlos-dice mi madre.

Claro que estaba emocionada, la última vez que mire a mis abuelos fue cuando visitaron nuestra antigua casa y me llevaron un conejo de peluche que sigo conservando, eso que estoy hablando de hace 11 años.

-Espero que esa emoción siga ya que no viven muy lejos, para ser exactos un par de calles.-dijo mi padre


Caminamos un par de calles hasta llegar a la casa de mis abuelos, cuando estábamos los tres frente a la casa solo observaba cómo se abría la puerta y como detrás de ella salía mi abuelo con esa sonrisa, la misma de hace 11 años, igual de iluminada y sin dudarlo me aviento para abrazarlo.

-¿Y para mí no hay abrazo?-dice mi abuela saliendo detrás de mi abuelo

Me dirijo hacia mi abuela y la abrazo sin dudarlo. Extrañaba ese olor tan especial de galleta de mi abuela, no quiero presumir pero hace unas galletas riquísimas.

De la nada comenze a sentir que algo me rasguñara la pierna, cuando baje mi mirada estaba un cachorrito.

-Que bueno que le agrades a Lili.

Así que se llama Lili, agarró al cachorro en brazos y todos nos dirigimos a la sala.

-Papá, ya hablamos de esto, es mucha responsabilidad tener un perro-dice mi padre.

-Oh vamos...No somos unos niños, además nos sentíamos muy solos en casa.-dice mi abuelo.

-Bueno que les parece si mientras ustedes se ponen al día Bela yo preparamos la cena.

Mi abuela y yo nos dirigimos a la cocina para preparar la cena mientras mi abuelo y mis padres se ponían al dia, tengo que admitirlo creo que encontré el lado positivo de vivir en esta ciudad.

Todo Lo Que Nececito Eres TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora