capitulo 6

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Leo.

Ver a Zoe casi echar chispas de la rabia y luego poner una sonrisa no era algo normal, cuando entendí que Zoe estaba tramando algo con las animadoras a un lado del campo tuve que salir corriendo tenia que decirle a Dey que sea lo que sea que estuvieran tramando no seria en juego. Corrí como si mi vida dependiera de ello hasta que le encontré en el suelo conversando con Sam

– Dey ... – sentía que mis oídos explotarían en cualquier momento y me faltaba aire, estas solo me miraban sorprendidas

- Zoe ... -jadeaba- Zoe está -recupere el aliento- está tramando algo con las demás chicas y créeme no es nada bueno, no escuche que era por que tenia que advertirte -Sam se adelanto para dejarnos solos diciéndole que la esperaría en la casa.

– ¿Por qué me has avisado? -me miró curiosa y sudando del miedo.

– No lo sé... -me encogí de hombros- quizás ¿Por qué eres mi amiga? -Tenía una pequeña esperanza de que mi mejor amiga con quien pasé mi infancia y de quien estuve enamorado en secreto durante tanto tiempo me perdonara por echarla a un lado con esa vil excusa de que dañaría mi imagen.

– Pensé que dañaba tú imagen -comento con los brazos cruzados y el ceño fruncido-

– No es por eso Dey, sabes que no me interesa lo que digan los demás

– Entonces ¿Por qué? – ¡Joder! ¡Mierda! Debía inventar algo rápido antes de que se diera cuenta de algo que he ocultado con dificultad tanto tiempo.

– Eh... -me miraba moviendo la cabeza para que siguiera mientras yo veía todo a mi alrededor- porque ella dijo que te haría la vida a cuadros si seguíamos siendo amigos -Joder soy bueno con las mentiras, aunque ahora sera peor por que quizás Dey busque venganza.

– Ya veo ... -susurro- Me tense al sentirla tan cerca de mi, abrazándome, Dios si supiera lo mal que me a tenido todos estos años, tenerla tan cerca sin poderla besar cuando cumplimos cierta edad ya no podía engañarla con juegos, tampoco podía tomarla de la mano y decirle que era para que no se perdiera, ni celarla y mentir diciendo que odio que me quiten a mi mejor amiga.

La abrace tan fuerte, que se tuvo que mover un poco y bromear con que la dejaría sin aire para que la soltara.– hey me asfixio amigo – se echó a reír.

– Já, no seas tan llorona niña – puff, se ve hermosa con esa sonrisa de ángel caído y ni hablar de esas mejillas rojas por el calor.

– Bien creo que estas semanas tendré mucho cuidado, y tú -me señalo- debes mantenerte alejado para que no sospechen nada.-asentí, en parte tenía razón pero acepté más por el hecho de que tenerla cerca alborota mis hormonas hasta tal punto de que mi amigo busca saludarla.

– Bien, no hay problema con eso de todas formas con lo que han hecho hoy quizás no saquen hasta el último aliento para el próximo juego -reímos- creo que volveré o se quedaran extrañados -asintió y la bese en la mejilla de una manera forzada para luego salir trotando de vuelta.

Es raro, la verdad al hablar con ella pensé que me rechazaría igual que como lo hice yo hace un tipo. Pero, debo admitir que la extrañaba, no todos tienen las ocurrencias que ella tiene como mezclar nombres, o inventar palabras con triple sentidos, espero que no haya cambiado eso. Al llegar de nuevo al campo se me erizó por completo la piel, el entrenador tenía una mirada desquiciada y los chicos corrían cubiertos de lodo y casi moribundos.

-Vaya miren quien se dignó a aparecer-comentó acercándose a mí de una manera que causaba pánico- cien vueltas al campo señor Leo.

trague grueso y al escuchar el silbato a un lado de mi oreja dejándome sordo comencé a correr como un loco para alcanzar a Seth. -Lo siento, -comentó al estar a su lado- el director llegó y mandó a todos a salir del lugar luego nos reunió, regaño al entrenador y como consecuencia el se venga con nosotros.

Le reste importancia eso, la verdad si hubiéramos perdido el juego, igual nos iba a castigar de una manera muy similar. -¿Por qué me has estado ayudando desde el principio? -Jamás lo había pensado hasta este momento, pero desde que me uní al equipo el primero en acercarse a mi fue él y el único en quedarse también.

-No lo sé- frunció el ceño y respiro profundo- desde un principio supe que serias la única persona en quien podría confiar en este lugar, seamos sincero los demás tienen ese "algo" que hace que desconfíes con solo verlos, -asentí y el largo una carcajada.-¿La prima de tú amiga tiene novio?

Esta vez fui yo quien largó una carcajada, -ya veo porque tanta ayuda para que esté con Dey- ladeó la cabeza con una sonrisa.

-Oh, vamos amigo. Es una chica hermosa, es lógico que no lo sabrás porque tienes el ojo puesto desde hace mucho en tu amiga. Pero, de no ser así estarías babeando por Sam también- mire a la nada tratando de pensar en lo dicho por mi amigo y si Dey no existiera ¿Realmente me habría enamorado de otra persona? ¿De Zoe quizás? Negué de manera efusiva y escuché un golpe seco seguido de un fuerte dolor de cabeza.

Abrí mis ojos poco a poco y todos me miraban incluyendo al entrenador como si de un bicho raro se tratase - ¿Que mierdas piensas Leo? - comentó Seth a unos metros de mí mientras trataba de ahogar una carcajada.

-No fue nada, en serio.-Todos volvieron a su rutina mientras conversaban sobre lo visto, algunos reían luego de observarme y mi amigo... Bueno él... Solo reía a carcajadas sosteniéndose de una banca.

Suspire profundo y el dolor se agudizó más haciéndome gruñir, el entrenador me escuchó y me mandó a la banca algo que con un poco de dificultad hice.-si te sigues riendo, te pateare tan fuerte que Samanta no podrá tener hijos de tu parte-gruñí. Mi amigo se enderezó pálido y tomó asiento a mi lado.

This is Me. [Guerra de Fieras] EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora