SAM.
Dey caminaba de un lado a otro como si hubiera asesinado a alguien y estuvieran a punto de descubrirla.
– Joder, ¡Cálmate de una puta vez! – le grite haciendo que esta tomara asiento a mi lado.
Teníamos media hora esperando que el director nos llamara luego de lo sucedido:
~FlashBack~
– ¿Por qué tardaste tanto Dey? – Estaba fuera de su casa esperándola para ir al instituto juntas, como cada mañana esta parecía un poco desalineada, con ojeras y se le notaba asustada ese es el gran efecto que tiene Zoe en las personas que aterra desde el jardín de infantes.
– Lo siento me he quedado dormida, – bufé y le hice señas para que subiera al auto y así por fin marcharnos.
En todo el camino estaba callada, mirando por la ventana. Sabia que estaba pensando pero no me atreví a sacar el tema.
Al llegar y bajar del auto todos, sin mentir porque hasta el conserje y dos profesoras se nos quedaron viendo de mala gana, tomó a Dey del brazo adentrándonos en el instituto.
En mi vida jamás había escuchado tantas burlas como en ese momento, mire a mi alrededor y los estudiantes de diferentes grados se reían o hablaban cosas de nosotras, no sabia que pasaba hasta que vi los papeles pegados en las paredes.
– El premio a la más zorra, – susurro Dey al leer un papel que contenía mi foto donde salía en boxers y sin nada arriba que me tapara, abrí mi boca en una 'O' al analizar el momento en que usara eso.
Fue justo ayer cuando estaba por bañarme en casa de mi madre, arranque las hojas de mala gana, y fulmine con la mirada a algunos cuantos quienes se alejaron de nosotras en silencio.
Escuche sollozar a Dey, me gire para ver el por que y allí en una inmensa pancarta estaban varias fotos de ellas muy vergonzosas.
- Cuando usaba brackets y Zoe hizo que se quedaran pegados al cabello de otra chica.
- El día en que uso lentes por primera vez, y al no estar acostumbrada se mareo cayendo en lodo.
- La vez que fuimos al campamento de verano y Zoe escondió su ropa obligándola a caminar en brasieres de ositos y boxers de patitos por todo el campamento.
Y pare de contar las mil y una maldades que esta bruja le hizo. La tomé por la cabeza y la acurruque en mi pecho hasta que escuche la voz de la Puticienta, tetas falsas a nuestras espalda.
– Pero miren quienes llegaron -comentó a los cuatro vientos - Miss Conejita Playboy y la Bicho raro, – sentía mis mejillas arder de la rabia quería partirle la cara en ese momento pero alguien se puso frente a mí dándome la espalda.
– Ya fue suficiente Zoe, hay ciertos límites y tú los cruzaste todos con esto – comentó Seth con la mandíbula apretada, por un momento creí que estaba soñando hasta que este me echó una mirada y me guiño el ojo haciendo que se me erizara la piel.
– Y a ti que te importa -escupió está de mala gana - métete en tus problemas, hombre de pacotilla – note como el ofendido apretó los puños llenos de ira. Dey salió de su escondite y miró a Zoe con rabia.
– Uyy, que miedo – comentó Zoe al verla provocando que las demás personas se echaran a reír.
– Ya basta, -todos quedamos sorprendidos al ver a aquel chico gritarle a su novia ante el público.- Lo que has hecho, estoy seguro que no te agradaría que te lo hicieran Zoe Brokke. – Leo parecía estar a punto de explotar de la ira.
– Tú a mi no me gritas hijo de... –Fue interrumpida.
– Vete a la mierda Zoe, no eres más que un engendro del demonio, no quiero verte ¡Jamás! – grito sacando toda su ira para luego tomar a mi prima y amiga de la mano y sacarla al igual que Seth hizo conmigo.
Durante esa semana ni Dey, muchos menos yo fuimos a clases nuestros padres se enteraron y dijeron que cuando deseáramos ir ellos lo entenderían. Que hablarían con los padres de Zoe sobre lo que hizo, mi madre fue muy clara al decir que si me vengaba entendería el porqué fue dándome permiso para destruir a la bruja.
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This is Me. [Guerra de Fieras] EDITANDO
Fiksi Remaja- Agg me las pagaras Dey, ¡YA VERAS! - gritó furiosa. Mientras yo seguía corriendo por mi vida al dejar a una Zoe llena de líquido rosa, pegajoso y con mal olor. - Dey ¿ por qué corres? ¿qué pasa? - me tomó de la mano. No lo pensé dos veces, quizás...