5: Una larga noche

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Pov. Itachi

Llegamos a medio día al aeropuerto, debido al mal clima habíamos tenido dificultades para llegar, sin embargo nada que impidiera los vuelos internacionales. Al llegar estábamos cansados, para mí mala suerte me tocó junto a un niño pequeño que ni paraba de llorar.

Shisui: No tengo señal, ¿tu sí? Deberías llamar a Sasuke.

Itachi: Recuerda que es una sorpresa que estemos aquí —suspiré. —Ni Sasuke, ni mamá, ni papá, nadie sabe que estamos aquí.

Shisui: Diablos…

Itachi: Empezó a llover…

Shisui: Pero hace tan solo unos minutos hacía sol.

Las gotas golpeaban fuertemente las ventanas del aeropuerto. Las personas solo miraban afuera esperando algo, entre esas Shisui. La lluvia no paraba, así que decidimos comer algo en uno de los locales del aeropuerto.

La señora que nos atendió fue muy amable y no fue tan costoso como esperábamos. Las horas pasaban y la lluvia no cesaba. Llegó el punto en que la electricidad falló y la señal se perdió completamente. No había manera de comunicarse y los taxis eran escasos.

Shisui: No podemos ir caminando… y ya son las 7, Itachi.

Era verdad, ya era tarde.

Itachi: No lo sé…

Podíamos quedarnos aquí, pero dormir en una silla no me apetecía, no podíamos llamar a un taxi porque la señal lo impedía y los poco que iban llegando eran ocupados de manera inmediata, quedaban pocas opciones; al menos eso creía hasta que escuche a Shisui gritarme. Había conseguido un taxi, cómo, no lo sé pero lo había conseguido.

De la entrada del aeropuerto al taxi me mojé la ropa, llegaría a cambiarme. Tras darle las indicaciones el auto de puso en marcha. Los vehículos no se movían, las personas corrían, la ciudad era un caos.

Shisui: No creo que lleguemos pronto…

Itachi: De seguro para cuando lleguemos, Sasuke estará dormido.

Shisui: Fácil, lo jalo de los pies para que despierte.

Reí ante su ocurrencia. El conductor nos comentó que hacía varios días el tráfico era insufrible, solían haber muchos accidentes debido a que la lluvia no permitía ver con completa claridad, por eso el embotellamiento, y para suerte nuestra, hoy no era la excepción.

Shisui hablaba con el conductor, incluso le contó el porqué de nuestra visita, yo me mantenía al margen de la situación.

(…)

Horas en el vehículo, y cuando digo horas no me refiero a una o dos, estuvimos cuatro horas y media en el transcurso del aeropuerto a mi hogar. Bajamos las maletas y pagamos. La lluvia ya se había detenido, pero el frio seguía ahí. Caminamos hasta la entrada y todo estaba oscuro, como era de esperarse, busqué debajo de una de las plantas y encontré la llave de repuesto que mamá solía dejar en caso de emergencia, abrí la puerta y al entrar nos quitamos los zapatos y dejamos las maletas en el piso. Me senté para recuperar el aliento y Shisui no demoró en hacer lo mismo.

Suspiré y cuando estaba a punto de levantarme escuché un estruendo, nos miramos y decidimos ir a ver qué había sucedido, era oscuro así que Shisui prendió la linterna de su celular para ver de qué se trataba.

No lo creía, no lo quería creer. Era ella, ella estaba sosteniendo la mano de mi hermano como si lo protegiera de algo. Ella imitó la acción de Shisui y am parecer se sorprendió tanto como yo.

Sasuke: ¡¿Itachi?!

Itachi: ¿______?

T/n: Itachi…

Eres Tú | Itachi y TuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora