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Día de limpieza

Narra Mateo (Trueno)

Sentí un peso en mi cintura, supongo Manuel abrazándome, pero al rato siento como me levantan, suelto un quejido y escucho una risita, me carga cual bebé a lo que atino a enrollar las piernas en su cintura y enredar los brazos en su cuello dando un beso perezoso en su hombro desnudo, me acomodo dispuesto a seguir durmiendo en sus brazos, pero siento como me suelta y desorientado miro alrededor, estaba en la sala, vaya forma de despertarme.

— ¿Para que me despiertas? — Lo veo sonreír y pasarme una toalla.

— Báñate, son las 9 de la mañana y... — Le interrumpí antes de que siguiera hablando.

— ¿Como que nueve de la mañana? Es demasiado temprano Manuel — Le regañe mientras me apoyaba en su hombro.

— Como iba diciendo — me ignoro olímpicamente — Son las nueve y vamos a limpiar el apartamento, necesita una limpieza.

— Manu... — Alargue la ultima letra, haciendo puchero.

— No quiero quejas, amor — Me dio un beso en la frente y sobo mi espalda — Ahora ve a bañarte — Le tome del brazo antes de que se fuera.

— Al menos báñate conmigo, por favor — Suplique al ver que se iba a negar.

Soltó un suspiro y asintió a lo que sonreí y lo jale hasta al baño, entramos y nos empezamos a quitar la ropa, nos bañamos como dos personas normales, salí y me vestí seguido de Manu, volvimos a la sala, me senté esperando a que viniera y me hiciera mimos, pero en vez de eso me tendió la escoba.

— A barrer cariño — Me sonrió y le mire de mala manera tomando la escoba y comenzando a barrer, el se puso a organizar y limpiar la cocina.

[«...»]

Les tengo que decir que en ningún momento de mi vida vi tanta basura recogida, ¿Tan desorganizados somos? Osea, no somos los más limpios pero tampoco somos sucios a un extremo exagerado.

Recogí toda la basura y la eche en el tacho de la basura, ahre, vi a Manuel limpiar los cristales del balcón, me miro y me hizo una seña apuntando al trapeador, ¿en serio me toca trapear?, rodee los ojos, recibiendo una mirada amenazadora por parte de Manu, le hice un puchero y se me acercó, besó el puchero y me acomodo el cabello, luego me pegó una nalgada.

— A trapear mi amor — Sonrió divertido y se fue a la habitación, seguro a ordenarla.

Me dispuse a trapear, les juro que me empute por ver a Manuel pasar como si nada por donde había trapeado, le termine pellizcando por mamón, el solo atino a reír y a seguir organizando la sala, porque para que mentir, estaba hecha una desastre, en la mesita había dulces regados, aclaro sin destapar, había varias chaquetas mías y unas 3 de Manuel  tiradas en el sofá, y en el comedor estaban los dos portátiles, audífonos, cables, unos dos o tres cuadernos, lapiceros e incluso habían platos sucios sin recoger.

Hice una mueca y me acerque a Manuel quien estaba recogiendo las chaquetas antes mencionadas, lo abrace por la espalda y me apoye, dejando mi mejilla pegada en esta.

— Teo, no me dejas organizar Trato de zafarse del agarre pero yo le abrace con más fuerza.

— Solo un rato más, hoy no me has dado cariño Reclamé mientras frotaba mi cara en su hombro como si fuese un gato.

— Que tal si terminamos de organizar la sala y después  te doy mimos ¿Si? Propuso, realmente no sonaba mal y si le ayudaba seguro y terminaría rápido, así que asentí  y me separe.

Recogí los platos sucios y los lleve a la cocina para después lavarlos y acomodarlos, luego recogí todos los dulces y los guarde en uno de los cajones de la cocina, y limpie la mesa del comedor la cual ya había organizado Manuel, me dirigí a el y le extendí los brazos, el acató la orden de cargarme y se dirigió hacia el sillón en el que se sentó conmigo en su regazo, me empezó a dar varios besos en la mejilla y acaricio mi espalda, yo me dedique a disfrutar sus caricias, los beso pararon y sus manos pasaron a estar por debajo de mi camisa acariciando mi cintura y espalda baja, tenia los ojos cerrados, me sentía en calma, Manuel me hacia estar en calma, sentí  como se paró conmigo en brazos y se encaminó hacia la habitación donde se acostó quedando yo apoyado en su pecho, me termine por dormir sintiendo sus caricias. 

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No es mucho que decir, la ultima parte la escribí escuchando un lofi y por eso hice que Mateo estuviera en calma, porque yo estaba en calma.

Se me cuidan

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Palabras: 775

ρσρµɾɾเ ➷ ƭɾµερℓเҡDonde viven las historias. Descúbrelo ahora